Justicia y Contrato Social: De Kant a Rawls

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John Locke, Kant y el Contrato Social

John Locke: Según Locke, incluso sin un contrato social explícito, el simple hecho de beneficiarse de las leyes y el gobierno implica un consentimiento implícito y la obligación de obedecer las leyes. Por ejemplo, al usar las carreteras públicas, un ciudadano, aunque nunca haya firmado un contrato, acepta tácitamente las normas de la sociedad.

Immanuel Kant: Para Kant, las leyes deben fundamentarse en la libertad individual y la armonía entre las libertades de todos. Cada individuo puede buscar su felicidad, siempre que respete la dignidad y los derechos de los demás. La utilidad no puede ser el fundamento de la justicia, ya que cada persona tiene el derecho de perseguir su felicidad a su manera. Esto contrasta con el estado paternalista del liberalismo. Kant argumenta que un gobierno legítimo se basa en la libertad, entendida como el acuerdo de los gobernados. Este acuerdo se asemeja a un contrato hipotético que establece las bases de la sociedad. Una ley es justa, según Kant, si podemos concebirla como resultado de un acuerdo libre entre individuos.

Condiciones para un Contrato Justo

La existencia de un contrato no garantiza su justicia. Un contrato justo debe cumplir con los principios de autonomía y reciprocidad. Las partes involucradas deben ser libres y autónomas al firmarlo, y el contrato debe ser mutuamente beneficioso. Existen casos donde acuerdos voluntarios no benefician a ambas partes, y situaciones donde, incluso sin un contrato explícito, se debe retribuir un beneficio recibido en base a la reciprocidad.

Ejemplo de un Contrato Injusto

Una anciana en Chicago firmó un contrato para pagar $50,000 a un fontanero por reparar una fuga de agua. Al intentar retirar el dinero, el cajero, sospechando un fraude, alertó a la policía. El fontanero fue detenido porque el contrato carecía de reciprocidad, evidenciando una clara injusticia.

Limitaciones de la Autonomía y la Reciprocidad

En la práctica, los contratos rara vez cumplen plenamente con la autonomía y la reciprocidad debido a las diferencias en conocimiento y poder de negociación. Al intentar establecer principios para la organización social, es difícil alcanzar un acuerdo justo dadas las diversas circunstancias y capacidades de negociación de las personas.

Teorías de la Justicia y la Distribución de la Riqueza

Otras teorías de justicia dejan la distribución de la riqueza al azar. Algunas de estas son:

  • Feudalismo: La riqueza y el poder se heredan por nacimiento. Este sistema es injusto porque depende del origen familiar y no del mérito o el esfuerzo. Rawls lo denomina "principio del nacimiento".
  • Teoría Liberal de la Justicia: Prioriza las libertades básicas y la igualdad ante la ley. La distribución de la riqueza se rige por el libre mercado y la competencia. Sin embargo, esto no garantiza una igualdad real de oportunidades, sino una igualdad formal. Aunque el esfuerzo y las habilidades influyen, factores como el entorno familiar y la educación otorgan ventajas a algunos. Es como una carrera donde los participantes parten de diferentes puntos, lo que la hace injusta.
  • Meritocracia Igualitaria: Busca corregir la desigualdad de oportunidades, asegurando que todos, independientemente de su origen, puedan competir en igualdad de condiciones. Esto implica compensar las desventajas iniciales para que todos partan del mismo punto. Así, el éxito se determina por el mérito individual.

La Crítica de Rawls a la Meritocracia Igualitaria

Rawls argumenta que, aunque la meritocracia igualitaria nivela el campo de juego, persiste la injusticia. Si bien todos comienzan en igualdad de condiciones, los más talentosos prevalecerán, lo cual no siempre es justo, ya que las habilidades naturales no son un mérito propio. ¿Es posible igualar estas diferencias? Rawls propone un principio alternativo: no limitar a los más talentosos, sino compartir sus beneficios con los menos favorecidos. Su argumento es que los talentos naturales son un bien común y, por lo tanto, sus beneficios también deberían serlo.

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