Kant y las Preguntas Fundamentales: Epistemología, Ética y la Síntesis del Saber
Clasificado en Filosofía y ética
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La Filosofía de Kant: Unidad del Conocimiento y las Preguntas Fundamentales del Ser Humano
Immanuel Kant se enfrentó a la realidad de que la Historia de la Filosofía es un devenir constante de sistemas que, apenas concluidos, son rápidamente sustituidos por otros que corren la misma suerte. Para Kant, la filosofía no es una mera sucesión de ideas, sino la teoría de la unidad del conocimiento.
Según Kant, la filosofía no se aprende, sino que se aprende a filosofar. En este sentido, la filosofía debe abarcar el estudio de cuatro interrogantes esenciales sobre el ser humano, que constituyen el núcleo de su pensamiento crítico:
Las Cuatro Preguntas Fundamentales de Kant
¿Qué puedo conocer?
Esta pregunta es abordada en su obra cumbre, la Crítica de la razón pura (KrV). En ella, Kant busca establecer los límites dentro de los cuales puede existir el conocimiento científico de la naturaleza, distinguiendo claramente entre ciencia y metafísica. Su objetivo es determinar qué podemos saber con certeza y qué escapa a nuestra capacidad de conocimiento empírico.
¿Qué debo hacer?
La respuesta a esta interrogante se encuentra en la Crítica de la razón práctica (KpV). Aquí, Kant reflexiona sobre el problema de la moralidad y el establecimiento de los principios y condiciones que posibilitan que la razón obre libremente. Se centra en la ética y en cómo los seres humanos deben actuar.
¿Qué me cabe esperar?
Kant responde a esta cuestión en obras como Ideas para una historia universal en clave cosmopolita y la Crítica del juicio (KU). En estas, reflexiona sobre el problema de la religión, la estética y la historia, entendida como la posibilidad de realización del ser humano en un tiempo y en un espacio determinados. Esta pregunta conecta la moralidad con la esperanza de un fin último.
¿Qué es el hombre?
Esta pregunta es contestada en La religión dentro de los límites de la mera razón. Kant busca relacionar las tres interrogaciones anteriores, reduciéndolas a una sola pregunta antropológica. El ser humano es siempre el marco central de su reflexión, tanto en sus aspectos racionales o epistemológicos, como en su comportamiento moral o libre, religioso y estético. Para Kant, el hombre es el centro y fin de toda la filosofía.
La Evolución del Pensamiento Kantiano: Del Racionalismo al Criticismo
En sus primeros años, Kant fue un pensador de corte racionalista. Sin embargo, más tarde, influido por David Hume, fue "despertado del sueño dogmático" del racionalismo. A pesar de esta influencia, Kant acepta el postulado racionalista de que existe una razón que nos conduce al conocimiento de los hechos y que aporta las características de universalidad y necesidad.
En una segunda etapa de su desarrollo intelectual, Kant acepta del empirismo el hecho de que todo nuestro conocimiento debe tener su base en la experiencia sensible. Reconoce la importancia fundamental de los datos que nos proporcionan los sentidos.
Kant supera tanto el racionalismo como el empirismo a través de una tercera vía, su innovador conocimiento crítico o criticismo. Su objetivo es averiguar hasta dónde llegan los límites de nuestro conocimiento. Concluirá afirmando que esos límites deben situarse allí donde no llega la experiencia sensible. Distinguirá entre:
- Conocimiento científico: Aquel que se ejemplifica en las matemáticas y la física, basado en la experiencia y estructurado por las categorías del entendimiento.
- Conocimiento metafísico: Aquel que va más allá de la experiencia y que se manifestará, por ejemplo, en el ámbito de la moral. Aunque no es conocimiento en el sentido científico, es fundamental para la razón práctica.
Kant afirma que existen conceptos previos a nuestro conocimiento, que no provienen de la experiencia, como el espacio y el tiempo, los cuales son formas a priori de la sensibilidad. Estos elementos innatos de nuestra mente son los que permiten que la experiencia sea posible y ordenada.