Karl Marx: Materialismo, Alienación y Lucha de Clases en la Revolución Industrial
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Contexto Histórico
Karl Marx escribe en el contexto histórico de la Revolución Industrial inglesa, un periodo de profunda transformación de las sociedades agrícolas en sociedades industrializadas. Esta época se caracteriza por una marcada desigualdad, donde una minoría concentra la riqueza, mientras que la mayoría vive en condiciones precarias.
Materialismo y Economía
El punto de partida de la filosofía de Marx es el materialismo: la concepción de que todo es materia. Dentro de esta materia, la economía ocupa un lugar central, constituyendo el eje de las relaciones sociales. Según la posición que se ocupe en la economía, se distinguen dos clases:
- Detentadores de capital (propietarios): Poseen el capital y, por ende, la mayor parte de la riqueza.
- Proletarios (trabajadores): Aportan su fuerza de trabajo y poseen menos recursos.
De esta manera, la sociedad se divide en una clase obrera y una burguesía.
Alienación
La alienación es un concepto fundamental en el pensamiento marxista. Se refiere a la "otroización", el hacerse otro, una expropiación del "yo". En el contexto del trabajo, implica que al trabajador se le arrebata algo que le pertenece: su propio trabajo. Al trabajar, el proletario pierde su trabajo, es expropiado. Dado que, según Marx, el hombre es materia, al quitarle su trabajo, se destruye su ser.
Lucha de Clases y Revolución del Proletariado
La lucha de clases es la consecuencia inevitable de la división social descrita. La revolución del proletariado busca abolir la propiedad privada, considerada la fuente de la división social. La propiedad privada debería ser reemplazada por la propiedad pública o común, dando lugar al comunismo. En este sistema, el Estado sería el propietario de todos los bienes y medios de producción.
Estructura y Superestructura
Marx introduce dos conceptos clave para comprender la dinámica social:
- Estructura: Se refiere a la base material de la sociedad, lo que realmente existe, incluyendo las relaciones de producción.
- Superestructura: Comprende la ideología, las ideas, las creencias y las instituciones que, según Marx, son un reflejo de la estructura económica.
Marx sostiene que la superestructura impide al proletariado llevar a cabo la revolución y la transformación de la sociedad. Por lo tanto, uno de los objetivos de Marx es acabar con ella.
La Religión como Superestructura
Entre las superestructuras, Marx destaca la religión, a la que considera "el opio del pueblo", una "droga" que adormece a las masas. Según Marx, la religión es una creación de la burguesía para impedir que el proletariado se rebele. Conceptos como las bienaventuranzas o la creencia en el cielo son, desde esta perspectiva, instrumentos de control social. La burguesía, a través de la religión, define lo que está bien y lo que está mal, y el proletariado, al creerlo, evita actuar en contra de los intereses de la clase dominante. Por lo tanto, para Marx, acabar con la religión implica acabar con Dios. Mientras el hombre crea en Dios, no habrá revolución.
La Familia como Superestructura
Marx también considera la familia como una superestructura que contribuye a mantener el orden social establecido. En este contexto, se formaron comunas como una alternativa a la estructura familiar tradicional.