Karl Marx: Materialismo Histórico y Crítica del Capitalismo
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Contexto Histórico y Filosófico
Karl Marx nace en Tréveris en 1818. Estudió filosofía en la Universidad de Berlín, donde se integra entre los jóvenes hegelianos de izquierda. Abandona la universidad para dedicarse a la política y al periodismo, colaborando en la Gaceta Renana. En 1843 marcha a París, donde debate con el anarquista Proudhon y entabla amistad con Engels. Posteriormente, se traslada a Bruselas hasta 1848, año en que publica junto a Engels El Manifiesto Comunista. En 1849 se establece en Londres, desde donde colabora con el movimiento comunista internacional hasta su muerte en 1883. Sus escritos filosóficos más importantes son: Crítica de la filosofía del derecho de Hegel (1843), Economía y filosofía, Tesis sobre Feuerbach, La ideología alemana (escrita contra Feuerbach, B. Bauer y Stirner), La miseria de la filosofía (1847, escrita en polémica con las teorías de Proudhon), Crítica de la economía política y El Capital.
Materialismo Dialéctico y Crítica de la Sociedad Capitalista
Podemos definir su filosofía como un materialismo dialéctico que explica el cambio dialéctico de la sociedad a través de la historia. Parte de una crítica de la sociedad capitalista y su economía, que le convierte, según P. Ricoeur, en uno de los tres filósofos de la sospecha. Su objetivo es demostrar la necesidad del comunismo a través del desarrollo material de las fuerzas productivas (Infraestructura), transformando el socialismo utópico en socialismo científico. Para ello, Marx debe evolucionar en su concepción de la filosofía, desde el idealismo hacia el materialismo. Esto le lleva a afirmar la desmitificación de la filosofía y la necesidad de unir teoría y praxis, emplazando a los filósofos a no limitarse a interpretar el mundo, sino a trabajar para transformarlo, uniéndose al proletariado como agente social que protagonizará la revolución hacia el comunismo.
Materialismo Histórico: Infraestructura y Superestructura
La realidad social e histórica está determinada por los elementos materiales que sustentan la vida. El ser humano, como clase social, es el agente del cambio que transforma la sociedad desde sus condiciones materiales. Los hombres han de producir sus medios de subsistencia y lo hacen mediante el desarrollo de los medios de producción, bajo unas condiciones laborales, según la posición que se ocupa en el proceso productivo. Esto marca unas relaciones de producción que son antagónicas en todas las fases de la historia anteriores al comunismo. Las fuerzas productivas están en constante desarrollo, son dinámicas, mientras que las relaciones de producción y los derechos de propiedad sobre las mercancías son rígidas, ya que son defendidas por la clase dominante en ese momento de la historia. Las fuerzas productivas y las relaciones de producción forman la Infraestructura (desarrollo tecnológico y materias primas) o base material de la sociedad. Estas condiciones materiales producen una Superestructura o instituciones políticas, jurídicas y culturales de la sociedad. La Superestructura justifica el poder ideológico y económico de la clase dominante, mientras que somete al proletariado, que se ve obligado a vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario, al encontrarse desposeído. Sin embargo, el desarrollo de la Infraestructura siempre acaba determinando el cambio de la Superestructura y, por tanto, el cambio en las formas...