Karl Marx: Sociedad, Trabajo y Alienación en el Capitalismo
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La Perspectiva Sociológica de Karl Marx
La concepción de Karl Marx sobre el ser humano es el resultado de su intento por explicar los mecanismos de la sociedad. Marx parte de la premisa de la indefensión natural del hombre. De esta indefensión surge la necesidad humana de vivir en sociedad; al igual que Aristóteles, Marx defiende el carácter social inherente al ser humano. Sin embargo, Marx atribuye esta sociabilidad a la necesidad colectiva de transformar la naturaleza mediante el trabajo para asegurar la supervivencia.
Por lo tanto, dado que el trabajo es una actividad social y la sociedad nace de la necesidad humana de transformar la naturaleza a través del trabajo, este último se convierte en el factor constitutivo tanto de la sociedad como de la propia naturaleza humana. En consecuencia, la forma en que se organizan los modos de producción y las relaciones laborales determinan la estructura de la organización social.
Además, Marx sostiene que, al igual que existen leyes en la Naturaleza, también existen leyes que explican la evolución histórica de las sociedades. Así, la sociedad capitalista actual habría transitado necesariamente por modelos anteriores.
La Alienación en el Modelo de Producción Capitalista
Según Marx, el modelo europeo del siglo XIX de las sociedades técnicamente desarrolladas opera bajo el modelo de producción capitalista, el cual se caracteriza por generar una situación de creciente y progresiva alienación. La alienación es un proceso mediante el cual un individuo o una colectividad transforman su modo de ser propio y característico en otro que le es ajeno, extraño e incluso contrario al que cabría esperar. Marx identifica tres tipos principales de alienación: religiosa, política y económica. A través de estas formas de alienación, los seres humanos se convierten en esclavos de ciertas creencias, de las leyes y del trabajo, respectivamente.
Marx considera que esta situación de alienación será superada inevitablemente. La propia dinámica del capitalismo, argumenta, genera una desigualdad económica y social progresiva. La desigualdad económica surge de la creciente privatización de los medios de producción, en contraposición a la creciente socialización de las fuerzas productivas. La desigualdad social se manifiesta en la brecha cada vez mayor entre la riqueza de la burguesía y la pobreza del proletariado. Estas contradicciones internas, según Marx, desencadenarán crisis cíclicas.