Lagos, Humedales y Acuíferos en España
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2. Lagos, Humedales y Acuíferos
2.1. Los lagos
Un lago es una extensión permanente de agua de cierta profundidad. Las lagunas tienen menor tamaño y profundidad. Se pueden distinguir dos tipos de lagos:
- Endógenos: Están originados por movimientos internos de la corteza terrestre. Los tectónicos se encuentran hundidos por la acción de pliegues o fallas y los volcánicos se alojan en cráteres apagados de antiguos volcanes.
- Exógenos: Están originados por fenómenos o fuerzas externas. Los glaciares se forman por la acción de los hielos en los circos o en los valles, los kársticos tienen su origen en las cubetas creadas por la disolución del terreno calizo y los arreicos se forman por la inundación de zonas deprimidas durante la época de lluvias. Estos últimos tienen riesgo de evaporación y son poco profundos pero constituyen zonas de gran importancia ecológica.
2.2. Los humedales
Pueden ser de agua dulce o salada y tienen gran valor ecológico. Los humedales incluyen lagunas, marismas, deltas, albuferas y turberas.
En España destacan el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), las marismas del Guadalquivir (Cádiz y Huelva), el delta del Ebro (Tarragona), las albuferas de Valencia y el Mar Menor y algunas lagunas en Toledo, Ciudad Real, Albacete y valle del Ebro.
2.3. Los acuíferos
Son embolsamientos de aguas subterráneas formadas cuando las aguas de precipitaciones se infiltran y se acumulan en un estrato impermeable. Pueden descargar sus aguas a través de ríos y manantiales o directamente al mar.
Sus aguas presentan algunas ventajas sobre las superficiales, como son la estabilidad de sus temperaturas y composición, permitiendo su uso en caso de sequía, por la ausencia de evaporación, así como por la ausencia de organismos nocivos. Suponen casi la única fuente de abastecimiento para el 30% de la población española, pese a que supone una ruptura del equilibrio ecológico.
En España hay más de 400 acuíferos. Se encuentran principalmente en las depresiones del Duero, Tajo y Guadiana, en las proximidades de los ríos y en las cabeceras montañosas de éstos.