Laso
Clasificado en Lengua y literatura
Escrito el en español con un tamaño de 80,92 KB
"No te reconozco" había dicho ella. No te reconozco... ¿No será que nunca había llegado a conocerle? No. Nadie le conocía. Porque nunca había dejado que una persona se acercara lo suficiente como para conocerle. Siempre hacía o decía algo que lo estropeaba todo. ¿Intencionadamente? Quién sabe...
Punto y final.
Te confiastes y creistes que me encontrarías a mí cuando estuvieras perdido, que yo conseguiría tener la brújula que nos guiase de nuevo al comienzo, que yo siempre estaría ahí. Pero te equivocastes.
No puedo intentar continuar junto a una persona con la que hay una de cal y otra de arena. Y es cierto que voy a tirarlo todo por la borda, pero es que no me has dado motivos para no hacerlo y así continuar juntos hacia adelante. Es cierto que ha habido muy buenos momentos, pero hoy,mientras caminaba escuchando música sin saber por qué una lágrima brotó de mis ojos. No hizo falta que me preguntara el motivo de mi llanto, pues ya lo sabía. Una vez más habías conseguido decepcionarme de la peor manera que lo podías hacer. Y entonces empecé a hacer un repaso de nuestra historia,o de la que iba a ser nuestra historia, desde el principio. Y directamente supe que yo había exagerado lo bueno; pues de una mirada hacía un mundo; y había minimizado lo malo, he tragado tantas lágrimas por ti. Es más ya me extrañaba mucho esta buena racha que tuvimos. Tardabas mucho en hacerme daño. Pero esta vez lo hicistes sin saber que ya no habría marcha atrás, que ya no podré confiar en ti y que la decepción ahora y siempre será una sombra en mis ojos cuando los tuyos se relflejan en mis pupilas.
Sabes a la perfección que este es mi punto y final. Nuestro punto y final. El que iba a ser nuestro puntos suspensivos.
Me miras, te miro..
Sonries, sonrio
y un calor inunda mis mejillas..
y así dia trás dia hasta que alfinal salen las palabras.
Me gustas, te gusto, pero nos lo callamas,
no hace falta, y así es igual de bonito.
Despierto, sonrio, es lunes..
otra vez volveré a verle,
y arriesgo todo mi orgullo y pronuncio las dificiles palabras que mi corazon aguarda..
tu asientes, callado bajas la mirada y desapareces.
Te miro, y ya no encuentro tu mirada.
Sonrio, y encuentro tus labios, ahora caidos, esos labios que un dia sonrieron por mi..
Y asi dia trás dia hasta que alfinal consigo olvidarlo,
y encuentro otra mirada, otra sonrisa, otras palabras de amor.
Te encuentro a ti, en él.
Y soy feliz.
Pero regresas a mi vida, arrepentido, con ganas de luchar por mi, regalandome otra vez esas miradas que hace tiempo perdí, esas sonrisas q anhelaba, esas palabras que ansiaba oir de tus labios.
Es tarde, mi corazón tiene dueño, piensas.
Iluso pesamiento aquel que me hizo sentir por quien siento ahora, cuando es incapaz de saber que piensa el corazón, si el corazón no piensa..
Le tengo a él, pero ahora estas tú, les quiero, de distinto modo, pero les quiero.
Quien sabe que decidirá mi corazón, pero sé que dicta mi destino, y mi destino dice que lo que busco eres TÚ.
Soy tóxica para cualquier ambiente hecho a la rutina, para cualquiera que tenga miedo a vivir, a disfrutar y demostrar aquello que te hace feliz.
Soy mortal para esas personas que temen lo que piensan de ellas otras cáscaras vacías calificadas como "guays", para esos que cuando pasan junto a ellos agachan la cabeza por miedo a ser criticadas.
Soy una enfermedad si lo que eres es débil, sin fuerza de voluntad, sin ganas de reír.
¡Soy una bomba para todos los que crean que son el centro del mundo y que todo gira en torno a ellos!
Sí, soy venenosa, retorcida y maquiavélica.
Pero yo, a diferencia de ti, sé vivir
::::::::::::::::::::::::::::::::::
Me dijiste “si no corremos pasará de largo todo esto y hoy tienes que poner a mi nombre todos los besos que te quedan”. Me quedé helado, agarraste mi mano y condujiste mi coche hasta tu casa. Hubo confeti en el ascensor. Nos dimos tantos besos que tuvimos que darle la vuelta a la piel cuando no quedaba un centímetro sin besar. La ropa interior dejó de esconder las cosas que más se quieren ver...Esa noche pasaron cosas que no caben en ningún poema.
No hay una forma específica de definir el amor, porque el amor es relativo, no hay un cierto modo de verlo, no hay un único sentimiento, algo que generalice, porque se siente lo que se siente cuando uno se enamora...
Yo elegí quererte y todas las consecuencias que eso conllevaba, elegí que tú fueses la persona que llenase mis días, elegí que tu olor era el que mejor le venía a mi ropa, yo elegí que me comieras a besos, elegí también tu voz ... Elegí llorar por ti de vez en cuando, elegí creerme tus verdades y creerme a medias tus mentiras, elegí que no quería otros abrazos, que no quería otras manos que me tocaran, que no quería ver por la mañana otra cara que no fuese la tuya, elegí nuestro mes del año y nuestro día del mes aunque nunca me gustaran las fechas, aunque no fijáramos una en todo el tiempo que estuvimos juntos.
Elegí que tú fueras mi locura y que tú, precisamente tú, fueras el que me calmara cuando tenia uno de mis ataques, elegí llenar el silencio de la noche con nuestra risa. Elegí las idas y venidas, las despedidas, elegí la impotencia, la incertidumbre, elegí el miedo a fallar y los impulsos, elegí las miradas, elegí temblar, elegí hacerme adicta a sus palabras, al corte de tu voz sonando dentro de mi cabeza, como la siento ahora mismo aquí, muy dentro de mí, tan dentro que diría que estás aquí a mi lado... Elegí conservar intacto cada momento, y dejar huella de lo que algún día fue. Elegí que mi mayor hobbie era verte y besarte hasta que a los dos nos dolieran los labios... Elegí no callarme nada, elegí darte todo, elegí hablar de nosotros cuando hablaba de ti, elegí ser fuerte sin la ayuda de ningún tipo de coraza y luchar por un solo motivo. Elegí darte todas mis oportunidades y perderme por estupidez las tuyas, elegí quedarme con tus manías, tus defectos y tus caricias. Elegí perdernos en cualquier lugar del mundo, y aun tengo ganas de perderme contigo debajo de cualquier edredón…
Elegí también tu respiración en mi oreja derecha y en la izquierda, y en cualquier zona de mi cuerpo, elegí ir lento, y sentir la pasión a gran escala, elegí estremecerme sola y únicamente con tus caricias, elegí no ponernos límite. Elegí el sabor agridulce de las discusiones que acababan en abrazo, elegí derrumbarme cuando ya no aguantaba más, elegí encontrarte en lugares donde nunca estaría, elegí seguir queriéndote aún cuando ya no estabas, y a día de hoy sigo haciendo lo mismo... porque yo elegí arriesgar y jugármela por ti. Y no me arrepiento de nada…
A eso se refiere Pascal cuando dice que solo somos verdaderamente felices cuando soñamos con la futura felicidad y también al decir que la cacería es más dulce que lo cazado o , ten cuidado con lo deseas, no por conseguirlo, sino porque estas condenado a no quererlo en cuanto lo consigas...
A medida que vamos creciendo, comienzan los desafíos… Alejarnos del pecho de mamá, empezar a sostenernos en nuestras propias piernas, caernos, levantarnos, llorar porque queremos abrazos, mimos, besos, llorar por hambre, por dolor, reír copiando la sonrisa de mamá, esperar los brazos o a veces desgraciadamente los destratos… Y comenzamos a no entender, a fabricarnos la armadura, a escapar del miedo, a cansarnos, a dudar de nuestra propia capacidad.
Comienza la vida social: los hermanos, los familiares, los no conocidos, los amigos, el colegio, los maestros, la calle, las obligaciones, la diversión… la vida…
Empezamos una vertiginosa carrera que generalmente se inicia con gran alegría y muchos apoyos… y vemos que en esa carrera, algunos desisten, otros apenas corren, otros se juntan como rebaño y van atrás del que va primero, corren cada vez más para tratar de seguir en carrera y alcanzar al líder… pero se pierden las maravillas del camino, porque sólo miran para adelante…
Alguno que puede ver más, se empieza a distanciar, se encuentra más solo, con sorpresas, precipicios, curvas desconocidas, problemas, caídas y hasta ganas de no seguir caminando porque piensa que “no vale la pena”. Pero sí, sí, que vale la pena…
Dice Alan Jones que son necesarias las 4 fuerzas invisibles, casi angélicas para caminar: el amor, la muerte, el poder y el tiempo.
Es vital amar, porque si no dejamos de existir. Es vital la conciencia de la muerte, para entender bien la vida. Es vital luchar para crecer, pero sin dejarnos engañar por el poder que acompaña el crecimiento. Es vital aceptar la telaraña del tiempo con sus oportunidades y limitaciones.
En nuestro camino, nuestro cuento, tenemos que hacer lo posible para valorar cada segundo, descansar cuando lo necesitamos y continuar en dirección hacia la luz, sin paralizarnos en los momentos oscuros de grandes angustias. En nuestra alma, está el alma del Universo…, por eso, en estos tiempos plagados de desencuentros y zancadillas, un amigo leal tiene un valor inapreciable y sanador. Nos da esa paz para ver lo mismo, desde puntos de vista diferentes… La amistad no tiene deudas pendientes con el pasado, sólo construye un tiempo continuo y presente. Se acepta y se quiere.
Es un testigo que está de nuestro lado, no trata de modificarnos, no nos pone plazos, no nos angustia con el futuro de la relación. Nos acepta y nos quiere… Son testigos que están de nuestra parte, eso es un amigo, y por eso los amigos son joyas únicas…
Tus actos presentes no dependen de tus actos pasados. No hay absolutamente ninguna conexión. Tus actos pueden ser cualquier cosa que tu desees que sean. Puedes cambiar, puedes ajustar, basado en tu experiencia. No cometas el error de pensar "La próxima vez lo voy a hacer mejor". Después de todo, en realidad tú no quieres hacerlo mejor. Quieres hacerlo diferente. Determina qué fue lo que te llevó al resultado no deseado, y modifícalo. Ya has visto que en realidad eres muy efectivo en hacer que las cosas pasen. Usa esa efectividad en tu beneficio. Úsala para obtener los resultados que deseas.
Lo estaba mirando y de pronto movió los labios para decir dos palabras. Dijo: "Te Quiero". Entonces me di cuenta de que era la primera vez que lo decía, más aún; que era la primera vez que me lo decía alguien. Lucas me lo hubiera repetido veinte veces por noche. Para él, repetirlo era como otro beso, era un simple resorte del juego amoroso. Él, en cambio, lo había dicho una vez, la necesaria.
Quizá ya no precise decirlo más, porque no es juego: es una esencia. Entonces sentí una tremenda opresión en el pecho, una opresión en la que no parecía estar afectado ningún órgano físico, pero que era casi asfixiante, insoportable. Ahí, en el pecho, cerca de la garganta, ahí debe estar el alma, hecha un ovillo. "Hasta ahora no te lo había dicho", murmuró, "no porque no te quisiera, sino porque ignoraba por qué te quería. Ahora lo sé."
Y lo único que espero de todo esto, es que si el viento tiene tanta fuerza que es capaz de arrancar árboles, que es capaz de arrastras coches consigo... que tenga tantas fuerzas para arrancar de mí esas ganas que tengo de volver a verte...
Por mas que supliqué no me abandones, dijiste "no soy yo, es el destino". Y entonces entendí que aunque te amaba tenía que elegir otro camino... Y ahora de que me sirve la vida si no la vivo contigo, de que me sirve la esperanza si es lo último que muere, y sin ti ya la he perdido...
Alguien que sólo por mí dé todo, que elija quedarse conmigo aunque tenga otros planes, que sienta que antes de mi ninguna otra existió, que sus amigos se cansen de escuchar mi nombre, que escriba las cartas más bonitas del mundo entero aunque tenga la letra fea y sean de dos renglones.
Que piense en mí mucho más de lo que lo acepta, que sienta que se cae el mundo si discutimos y me abrace tirando su orgullo a la basura. Alguien que me haga reír hasta llorar, y me haga reír cuando no puedo parar de llorar. Que me diga que todas esas canciones de amor le recuerdan a mí, aunque sea mentira. Que me diga que estoy guapa aunque no esté del todo despierta, que me diga que doy los mejores besos aunque haya habido otra mejor, que me diga que tengo los ojos más bonitos aunque sean iguales a todos los demás, que le encante mi pelo aunque siempre esté enredado. Alguien que me haga sentir la chica más afortunada del universo, solo por el hecho de tenerlo a él…
Conforme pasa tu vida tus problemas aumentan, y no siempre tus padres pueden solucionarlos, a veces ellos lo llaman "problemas de la adolescencia" pero muchas veces es más que eso. La sensación de estrés consume poco a poco y la gente tiene diferentes formas de colapso, unas más dolorosas que otras, pero colapso al fin. Cuando somos pequeños no tenemos problemas por todo, la inocencia nos libra de mucho; en cambio ahora solo debemos asumir las responsabilidades de nuestros actos. Verdaderamente es ahí donde sería ideal volver y ya nunca crecer...
─ Claro que sí, ¿pero no sería mejor que yo te abrazara por sorpresa?
─ Lo necesito ahora, lo que importa de un abrazo no es si es sorpresa o si lo ves venir. Abrázame.
─ Te abrazo.
─ Siempre me ha gustado apoyar la mejilla derecha en alguien, y agarrarme fuerte.
─ No sería capaz de soltarte.
─ ¿Te das cuenta de que estamos en medio de la calle, abrazados y rodeados de multitud de transeúntes que nos observan? Me encanta, consiguen que me apetezca más cerrar los ojos y apoyar la mejilla derecha en tu hombro.
─ ¿Un mal día?
─ Sí, algo así. Un mal día sin ti…
—¿Volver a hacer qué?
—Unirte emocionalmente a alguien que te presta un mínimo de atención porque te sientes sola. La soledad es una condición humana, nadie conseguirá llenar nunca ese vacío, lo mejor que puedes hacer es conocerte a ti misma, saber lo que quieres, y no dejar que te desvíen del camino.
Al fin fui consciente de que todo eso me mantenía libre de otras preocupaciones. Como por ejemplo que todavía me sigue dando terror hablar en público. Que sigo callándome más cosas, y eso no es habitual en mí. Que los cambios siguen alterándome. Que hace mucho tiempo que no leo un buen libro. O que echo de menos ir a la biblioteca sin ánimo de estudiar, leer libros de poesía en la sala de música o buscar vinilos y perder el tiempo. Echo mucho de menos perder el tiempo aún más de lo que ya suele perderse él. Porque lo hace constantemente. Eso también me mata. Quedarme petrificada en cualquier sitio, con una tristeza inmensa por recuerdos que ni siquiera tengo. Por recuerdos que veo en otras personas. Y es que estoy cansada de soñar tejados mientras bailamos...
─ Básicamente quiero que me haga sentir que no estoy desaprovechando mi vida porque es muy corta. Quiero que me abra las piernas, no el cielo: pero que lo haga cada noche. Quiero que sepa mentirme. Quiero que no me importen sus mentiras porque se deja su alma cuando está conmigo. Quiero que sea generoso porque puede, no por obligación. Quiero que tenga sangre en las venas. Quiero que me grite lo puta que soy cuando le abandono. Quiero un poco de épica. Quiero que le dé igual lo que yo haga cuando no esté con él porque sabe que no voy a encontrar a nadie mejor. Quiero que me tiemblen las rodillas cuando me agarra la nuca. Quiero que la tenga bien grande y que el tamaño sí importe.
─ Lo que yo decía, superhéroe..
Tienes que Romper reglas, perdonar rápido, besar lento y amar de verdad. ¿Para que vivir en el pasado? ¿Para que vivir recordando momentos dolorosos? El pasado muere, el presente vive, el recuerdo queda Si, es inevitable, pero la vida sigue.
Tienes que Ponerle fin, a lo que te hace mal, darle la vuelta y volver a EMPEZAR...
─ Es posible...Tengo que irme. - Mark dejó de darle la espalda, todavía sin poder mirar a Gretchen directamente a los ojos.
─ Bien, adiós.- Lo estaba haciendo, sus piernas caminaban sin dueño. Aun con todas sus fuerzas concentradas en aquellos pasos.
Gretchen quiso darse la vuelta y abrazar a su amigo. Siempre había querido a Mark. Él, a pesar de no llegar a comprenderla del todo, solía tranquilizarla con sus palabras. Le gustaban sus bromas y odiarle de vez en cuando. Incluso enfadarse. Probablemente le molestaba sentirse tan bien y tan confusa a la vez con él. Era su amigo y estaba a punto de perderlo. (...)
Años después Gretchen seguía sentándose con las piernas cruzadas a ver sus fotos. Echar de menos es infinito. Le daba igual que no fuera bueno aferrarse al pasado, le hacía sentir más fuerte. Creía que de ese modo nunca perdería de vista su imagen. Y si se encontraban al fin, reconocería su sonrisa…
─ Dime que te parezco hermosa.
─ Dime que vas a ser mía.
─ Dime que me quieres.
─ Dime que no me vas a abandonar nunca.
─ Dime que no vas a dejar que te abandoné.
─ Dime que nunca jamás habrá otro hombre.
─ Dime que nunca me vas a pedir nada que no quiera darte.
─ Dime que no vas a hacer preguntas.
─ Dime que nunca conociste a nadie como yo.
─ Dime que en todos estos años no hiciste otra cosa que esperarme.
─ Dime que no tienes pasado.
─ Dime que eres virgen.
─ Dime que vas a ser mi esclavo.
─ Dime que me vas a entregar tu alma a cambio de nada.
─ Dime lo que quiero escuchar o muérete…
─ Quiéreme, o púdrete en el infierno…
Pero, sobre todo, aprendí que para mi vivir es sentarme en un banco junto a un viejo río, con la mano en su rodilla, y a veces, en los días buenos, enamorarme...
Todos los enamorados del mundo creen que su amor es único y distinto, pero el de ellos sí lo era. Estaban hechos el uno para el otro, se tenían y deseaban fundirse en uno solo.
Cuando estaban juntos el tiempo aceleraba y cuando estaban separados se hacía eterno. Cada beso, cada caricia, era un puro sentimiento desnudo. Podían pasarse horas mirándose a los ojos y nada más. Pero cuando se acariciaban, se besaban... entonces... no hay palabras para describir esa emoción.
Y, bajo ningún concepto, soy una de esas historias de amor en las que todo es perfecto, porque no son reales, son productos de la imaginación: No soy una historia de amor de película, ni de libro, ni de canción. Soy una historia de amor que recoge unos hechos que no existen, que ni siquiera se sabe si se van a inventar. Soy una historia de amor que tiene miedo, que no se atreve. Soy miradas dirigidas hacia el suelo, manos entrelazadas, un no saber qué decir.
Soy tu historia de amor pidiéndote que me tengas en cuenta la próxima vez que pienses que no puedes confesarle que le quieres.
Niki mira hacia abajo, hacia su pierna. Su mano estrecha la de Guido durante largo tiempo, inmóvil, casi en señal de rendición. Cómplices. Y no se siente culpable. En el fondo, ¿qué he hecho?, se pregunta. Y, sin embargo, sabe de sobra que está respirando un aire nuevo, que está exhalando un suspiro prolongado, profundo y pleno. Cómplices. Jamás habría imaginado que podría estar así con otro. Otro. Otro. Casi tiene ganas de gritar esa palabra, hasta ese punto le parece extraña, absurda, ajena e imposible. Mira de nuevo su mano, está allí, sobre la suya, se apoya en su espalda y se deja llevar completamente rendida por las calles de esa extraña noche.
Silencio. Ni siquiera se oye ya el ruido del tráfico. Silencio. Da la impresión de que la cuidad se ha quedado con la boca abierta. Y una lágrima rebelde le recorre la cara. Sí, es así. Soy cómplice…
- Ah... y yo que creía... - Se sienta y le sonríe -. Pensaba en la suerte que tengo. Pensaba: esta chica es realmente guapa. Y además pensaba en el momento que estamos viviendo y que... Mira, casi tengo miedo a decírtelo.
- No tengas miedo, cariño, te lo ruego, dilo.
- Pues bien, que jamás he sido tan feliz en mi vida.
El primer amor es el que se hace recordar entre los otros amores, el que en momentos de desesperación aparece para demostrarte por qué es para ti tu primer amor, tu relación más especial … Cada relación se hace de esperar, unas llegan más tarde, otras llegan antes, pero sé que si todo el mundo busca esa relación tan especial, ese momento tan mágico o tan esperado por las personas es por algo, y cuando tantas personas desean ese amor verdadero, es porque tiene que ser algo parecido a vivir en un mundo de color rosa, en el que a pesar de los obstáculos diarios, siempre haya una persona que venga con su pincel y su cubo de pintura que ponga en una etiqueta ‘rosa’ y pinte e ilumine tus penas …
- No se preocupe si la verdad es que me ha hecho un favor, así me ha evitado hacer un ridículo espantoso…
-Ya… deja que te diga algo… ¿sabes por qué dices eso? Porque tienes miedo a que te diga que no, porque es más fácil vivir pensando que tienes una posibilidad, porque si te dice que no ya no tienes nada… Las verdaderas historias de amor ni son fáciles ni vienen solas, el amor es para los héroes como tú…
La atracción física. Sexo....
...Pero luego, cuando vas conociendo a la persona,
ésa es la letra.
Su historia, quiénes son por dentro.
Es la combinación de las dos lo que la hace mágica...
Acuérdate de mí, y de todo esto que te digo ahora, nunca dudes que yo pensaré en ti, siempre.
-Deja que te pruebe… - dice, y empieza a besarla lentamente haciendo como que le muerde.
Al principio Cristina está un poco tensa, pero luego se relaja. Un beso suave, largo e intenso. Y una caricia. Dos.
Luego se ponen de pie, una camiseta vuelva, un vestido que se desliza y cae al suelo, él que la levanta y la lleva al otro lado de la casa. El pasillo, una puerta oscura que se abre, un dormitorio y una lámpara de mesa que se enciende. Y más besos, caricias y pasión.
- Mira, nunca debí haberte abandonado. Supe que había tomado la decisión equivocada en cuanto aterrizó el avión. Me distraje todo el verano. Esperando no sentir esto más, pero todavía lo siento.
+ ¿Y?
- Estaba asustado... asustado de que si pasábamos todo el verano juntos, sólo nosotros... vieras..
+ ¿ver qué?
- Ami.
- Por favor no te vayas con él.
+ ¿Por qué? Dame una razón y "soy Chuck Bass" no cuenta.
- Porque tú no quieres.
+ No es suficiente, "que yo no quiera" no es bastante.
- ¿Qué más quieres?
+ La verdadera razón por la que debería quedarme aquí y no meterme en el coche. Tres palabras. Ocho letras y sí, soy toda tuya. - Yo...Yo...
+ Gracias. Es todo lo que necesitaba oír.
-Dime…
-Es algo bonito. Metamos una nota en la botella y lancémosla al río, destinada al que lo encuentre, ¿te parece? Como en esa película, “Mensaje en una botella”, de Kevin Costner y Robin Wright Penn…
Niki no se lo puede creer. Es su película favorita. La ha visto infinidad de veces, el amor que sobrevive a la desaparición de ella… El amor más allá de la muerte. Eros y Tánatos. Y el hecho de que Guido haya mencionado justo esa película le hace sentir una punzada. Lo escruta y ve que ha arrancado una hoja de su cuaderno y está escribiendo algo. Observa su perfil, sus labios, sus rasgos firmes. ¿Es un muchacho? ¿Es un hombre? Su cuerpo robusto, tranquilo, protegido del ciento de la noche por un suéter ligero. Su cintura estrecha, sus piernas largas. Y además, esa sonrisa.
-Ya está, ya lo he escrito. Te lo leo: “A ti, que me has encontrado… Te grito amor, que tú puedas amar con una locura rebelde, con una pasión insana, que estas palabras sean para ti el comienzo de una temeraria felicidad…”
- Es una pena...
- ¿ Por qué?.
- ...las chicas tenéis una tendencia rara de engancharos a los tíos que os rechazan. Si os hubierais liado igual te hubieses cansado al mes, pero así puedes estar pensando en él en todos los trenes y todos los metros de los próximos 100 años...
"Me parece que hoy no me levanto"- hoy me quedo en casa, hoy no sirve de mucho pisar la calle y sentir cómo el firmamento se te viene abajo, el cielo nos aplasta. A ti y a mí, sin dejarnos respirar, ahogándonos en cada pestañeo un poco más, usando toda la fuerza que las leyes de la física le dotaron tiempo atrás.
Por suerte, todavía queda un poquito de viento capaz de soplar y despejarnos la mente y la vista. Volemos, escapemos de la bruma que nos impide ver lo que tenemos delante de nuestros ojillos cansados.
De repente esa casa le resulta triste, como si hubiera perdido todo el esmalte, como si los colores de los sofás, de las alfombras, de las sillas, de los cuadros y de todas las cosas que eligieron juntos se hubieran desteñido de improviso, hubieran quedado desenfocadas, ofuscadas, disueltas en el agua. O, al menos, así es como las ve a través de sus lágrimas…
- No, yo creo que no va a ser posible.
- ¿Por qué no?
- Porque si decidiéramos irnos a algún lugar juntos me da miedo que un día… hoy no quizás… quizás… quizás mañana tampoco… pero un día de repente puede que empiece a llorar y llorar y llore tanto que nada ni nadie pueda pararme y que las lagrimas llenen la habitación y que me falte el aire y que te arrastre conmigo y que nos ahoguemos los dos.
Un beso, no es ese apretón frío, duro, el que sale así, rápido, producto de la premura, del ' llevo prisa ' . Un beso, no es ese mirarte sin observarte, sin olerte, sin saborearte, sin sentirte.
Un beso, no es ese choque de pieles protocolario, rígido, carente de todo calor y emoción. Un beso, no es ese golpe de labios que gesta una ' aparente sonrisa ' , pero que duele terriblemente, en el corazón. Un beso, no es ese carbón humeante, casi extinto, sino, todo lo contrario. Un beso es instinto puro, es indispensable, es aire, es agua, es vida. Un beso es el canto del alma, es el único y último momento: eres tú.
Un beso es llama y hoguera al mismo tiempo, es divinidad y pecado: es piel. Un beso es tibieza de corazón, es sólo el tiempo presente, es el único recuerdo que me quiero quedar y llevar de este mundo.
Un beso es una invitación, más que una despedida, es un aquí estoy, más que un ' ya me voy ' . Un beso es inicio y nunca fin. Un beso es amarte sin tocarte, es un quererte sin poseerte, es nervio puro, es amar en carne viva.
Un beso, un beso es un nombre: el tuyo, amor.
Tú siempre me preguntabas en qué momento había empezado a quererte.
Empecé a quererte exactamente cuando me llamaste para decir que me dejabas. De hecho, fue en ese preciso momento cuando olvidé el amor que sentía antes, me olvidé de la ternura y del sexo, de tu lengua, me di cuenta de que lo que había sentido antes no era más que el simple reflejo de lo que era el amor. Descubrí que no te había querido nunca.
De repente, pensé en aquella tortura que practicaban en Francia ¿Sabes qué hacían? Ataban las extremidades de una persona a cuatro caballos y los azuzaban en direcciones diferentes. Pues así es cómo me sentí. Así es cómo me siento. Ahora ya sé lo que es amar.
Te amo con esa clase de amor que había rezado por sentir cuando era una adolescente y que ahora rezo por no volver a sentir nunca más.
No lo sé. Sólo quiero que sepas como me siento.... y no, no te creas que lo que busco es volver a intentarlo, no... Sólo... sólo quiero que sepas como me siento.
No quiero que tú sigas con tu vida sin saber cómo me siento. No lo soporto.
En fin, creo que ya está.
Pero después, cuando menos te lo esperas, cuando el equilibrio parece perfecto, cuando crees haber dado todas las respuestas, al menos, la mayor parte de ellas, surge una nueva adivinanza. Y no sabes qué responder. Te pilla por sorpresa.
Lo único que consigues entender es que el amor no te pertenece, que es ese mágico momento en que dos personas deciden a la vez vivir, saborear a fondo las cosas, soñando, cantando en el alma, sintiéndose ligeras y únicas. Sin posibilidad de razonar demasiado. Hasta que ambas lo deseen. Hasta que una de las dos se marche. Y no habrá manera, hechos o palabras que puedan hacer entrar en razón al otro. Porque el amor no responde a razones…
-Pues sinceramente, lo dudo mucho. Nada te asegura estar vivo mañana. Me jodería porque aunque me queje...me gusta vivir. Soñar no está tan mal. No importa cuánto tenga que esperar. Ya me da igual, todo llega. Malo o bueno, todo llega.
-¿Por eso te gusta la lluvia, no?
-Sí, es inesperada. Por esa razón nunca estoy pendiente de si hoy hace sol o niebla. Me da igual. Sé que lloverá, tarde o temprano...Y la sensación que sentimos tras la larga espera suele ser maravillosa.
-Supongo que eso es lo que todos buscamos, sensaciones que nos hagan sentir vivos.
Dormía plácidamente en su cama, de medio lado. Mientras él la observaba, apoyando su cabeza sobre su mano. Estaba tapada hasta la cintura y dejaba ver su camiseta de tirantes rosa con ese dibujo tan infantil que consiguió sacarle una sonrisa al pensar lo boba que se ponía cuando intentaba hacerle reír.
Ella era su GRAN AMOR. Ahí, tumbados los dos, se puso a pensar en lo mucho que le importaba ella. Jamás había sentido algo tan profundo por nadie. No se había dado cuenta, pero el paso del tiempo y su sonrisa habían terminado por enamorarle de una manera loca.
Tenía todo lo que ansiaba en una mujer. Ella era perfecta para él.
Siempre de buen humor, conseguía alegrarle cualquier día triste, con un entusiasmo y una vitalidad inconcebibles. Su inocencia particular aún seguía vigente en ella, aunque al mirarla de nuevo, le parecía estar viendo a otra mujer diferente. Y estaba orgulloso de haber podido compartir ese largo camino junto a ella.
La adoraba. Le tenía encandilado. Para él, ella lo era TODO.
Te sorprende hasta qué punto puede ser rara y difícil esa delicadísima y mágica armonía en la que tu mundo parece sonar de repente de la manera adecuada. Son instantes. Instantes que deberían vivirse en profundidad porque son inusuales. Y porque en ocasiones pueden concluir de repente sin que haya un auténtico motivo.
Admiramos lo bello de lo terrible. No duele cuando no se trata de uno mismo; cuando no es el presente. Arriesgamos hasta llegar a acantilados. La punta de los pies en el filo más peligroso y mirando hacia abajo respiramos hondo. No hay intención de saltar, pero la presión en el pecho hace vivir todo más profundamente. El aire se clava en los pulmones y la vista capta cada fotograma con una claridad del 100%. Notas que tienes la opción de un sí o no, de caminar o caer, de aceptar o negar...
Hace gracia como no nos damos cuenta del poder que reside en esas manos cuando no se trata del presente de uno mismo. Está allí, pero no nos damos cuenta. Nada importa hasta el minuto antes.
Uno se fija en el fuego, se acerca, lo acaricia…hasta que se quema. No nos sorprende, no es inesperado, pero allí es cuando caemos.
El riesgo recorre cada rincón y por más que trato de aclarar mi mente nada me asegura que el miedo garantice un fracaso. Cara o cruz giran constantemente sobre aquella moneda y sigo sin deducir quién debe ganar. Ninguno gana al otro, no hay favoritismo por ninguna parte, solo dos almas distintas.
Sigo analizando cada detalle en mi mente. Me pregunto si dos almas gemelas valen más que dos opuestas. Dos gemelas tienen lo mismo por el doble de fuerza, mientras que las opuestas lo tienen todo con fuerza propia. Se invaden mutuamente, me pregunto si eso les hace un sólo ser...más sólido.
^Toda una vida puede cambiar en un segundo y jamás se presiente cuando llega
"Si te sirve de algo nunca es demasiado tarde, o en mi caso demasiado pronto para ser QUIEN QUIERAS SER. No hay límite de tiempo, empieza cuando quieras, puedes cambiar o no hacerlo, no hay normas al respecto, de TODO podemos sacar una lectura positiva o negativa, espero que tú la veas positiva.
Espero que veas cosas que te sorprendan, espero que sientas cosas que nunca hayas sentido. Espero que conozcas a personas con otro punto de vista, espero que vivas una vida de la que te sientas orgullosa y si ves que no es así, espero que tengas la fortaleza para empezar de nuevo."
- Oye ¿te he visto en algún sitio?
- Quizá pero no creo…
- ¿Vas alguna vez a la plaza Angelus?
- Si… resulta que es mi lugar favorito de la cuidad…
- Si, si…¡creo que te he visto allí!
- ¿Enserio?
- Sí.
- Yo no te he visto…
- Porque no estarías mirando…
Y el amor, ese que se describe en los libros y en las películas, resulta ser una mera fantasía. En ese momento se abren dos opciones: romper o engañar. Para renovarse. Para recordar cómo era esa poderosa sensación que te devoraba el estómago cuando pensabas en él, o en ella. En estar juntos.
Y se sigue así, atrapados en un círculo vicioso de hipocresía en el que ninguno de los dos tiene el valor de decirle al otro que el sentimiento ha cambiado, que se ha agotado, que ha desaparecido. Qué tristeza, ¿así es la vida? ¿Uno se vuelve así?
- …
- Te quiero porque creo que entiendes como soy, te quiero porque a ti te puedo contar lo que a nadie le puedo contar, porque puedo sentir que mi vida a tu lado cobrará sentido y dejará de ser vacía… Te quiero porque me preguntaste cuántos años tenía cuando murió mi padre, y eso nadie me lo había preguntado jamás… Te quiero tanto que me gustaría…
- … ¿Qué te gustaría?
- No sé, no lo he podido escribir… se me agotaron las palabras, 65 son muy pocas ¿no?
- Si… son pocas…
Recuerdo que no hace mucho me pregunté si alguna vez volvería a sentir "eso" ya que, a pesar de las diferencias de cada beso, ninguno había conseguido provocar ese efecto en mí.
Ahora sé que esa sensación no es única, que no se identifica sólo con el primer beso. He podido comprobar que no es así, he podido volver a experimentarlo y he tirado por la borda todas mis teorías.
Ahora sólo me queda buscar el motivo, el por qué de esa pequeña corriente que aún consigo evocar. Creo que tengo una idea de lo que es... es magia.
¿Por qué la fuerza del amor es la fantasía, el deseo de amar que a veces la realidad transforma en una amarga desilusión? ¿Por qué el mero hecho de que un sueño se transforme en realidad constituye ya de por sí una decepción? ¿Por qué soñar es la auténtica fuerza del amor?
Porque es la canción de un enamorado. Y mientras busca a la mujer todo va bien, se habla de amor y se sueña con él. Pero cuando la encuentra todo se acaba, sólo es cuestión de tiempo…
Que le quieran a uno de ese modo lo cambia todo. No disminuye el terror de la caída, pero te da una nueva perspectiva de lo que significa ese terror.
Yo había saltado desde el borde y entonces, en el último instante, algo me cogió en el aire. Ese algo es lo que defino como amor. Es la única cosa que puede detener la caída de un hombre, la única cosa lo bastante poderosa como para invalidar las leyes de la gravedad.
- Tú a mí también.
Y la idea de estar en esa casa, con los padres de ambos en las habitaciones contiguas, los excita tanto que en un abrir y cerrar de ojos están desnudos bajo las sábanas y se pierden entre abrazos confusos, suspiros rebeldes y caricias prohibidas. Una sonrisa, una boca abierta, ese dulce placer, ese deseo perfecto y esas dos lenguas que hablan de amor en la penumbra.
A cierta distancia de ella, una pareja se besa apoyada en una moto como si nada, como si estuviesen solos en una playa, como si no existiera nada ni nadie. Se besan con pasión, sin parar ni por un momento, indiferentes al mundo, con las manos hundidas en el pelo del otro, hambrientos de amor, de una pasión rebelde, desconsiderada, loca, sin pensar en los demás. Pero ¿en quiénes?
Te conozco demasiado y sé que no me escribirás. Que querrás ser otro. Sé que me odiarás por no haber estado alli como te prometí. Que creerás que te fallé, que no tuve valor. Tantas veces te he imaginado convencido de que te habia traicionado... ¿Qué mentiras te contaron? ¿Qué te dijeron de mí? ¿Por qué les creístes? Ahora ya sé que te he perdido, que lo he perdido todo y aún así no puedo dejar que te vayas para siempre y me olvides sin que sepas que no te guardo rencor, que yo lo sabía desde el principio, que sabía que te iba a perder y que tú nunca ibas a ver en mí lo que yo en ti. Que sepas que te quise desde el primer día y que te sigo queriendo, ahora más que nunca, aunque te pese"
Convertimos en dioses a personas corrientes y con esto creamos auténticos monstruos de amor y pasión que solo existen porque nosotros así lo hemos decidido.
El amor no esta en el otro, sino en uno mismo... Quizás para la otra persona, cada momento que a ti te pareció maravilloso , solo fue un momento mas…uno de tantos…quizás cada palabra que convertiste en un tesoro, para la otra persona solo fuera un conjunto de letras dichos por decir.
Quizás nuestro amado no es lo que soñamos que sea, solo proyectamos en él lo que necesitábamos obtener. Quizás sea mi amor lo que lo hizo único, diferente e insustituible. Al igual que le ocurrió al mundo con los Beatles… el amor , la necesidad y la pasión, ya estaban dentro de mi, solo deje que salieran y se proyectaran en una persona.
Fui yo misma la que se volvió loca, porque necesitaba volverme loca, seguramente el ser amado no tuviera la culpa. No existen los amores irremediables, ni las personas únicas. No necesitamos a nadie para poder seguir viviendo. Todo es fruto de nuestra imaginación, y del mismo modo que un día abrimos el corazón para dejar salir todo lo que llevábamos dentro, también podemos volver a recoger todo nuestro cariño y cerrar de nuevo… Somos los dueños. Nosotros decidimos.
Creamos y destruimos, solo hace falta ser conscientes de que tenemos el poder… Y que solo nosotros tenemos la llave.
Sara...*]
- Porque soñaba contigo.
- ¿Sólo por eso?
- Sólo. Mira, cada noche me dormía y soñaba contigo, y todas las mañanas me acordaba de los sueños. Yo no sé cómo la gente sabe que está enamorada, pero yo lo se porque cada día sueño con la misma persona.
- Yo también soñaba contigo.
- Tú no sabes ni con quien soñar. Y es una pena, ¿sabes? Porque el euro millón a tu lado es calderilla. Y cuando te sentía ahí atrás en el asiento de mi moto, hubiese reventado todos los índices de la felicidad…
* Para cuando la razón entiende lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas
Que lo único que quiero a estas horas es poner besos en cada paralelo y meridiano de tu cuerpo
Así que déjame creer que aun me quedan mil maneras de amarte coordinando mi oleaje y tus caderas
Y ahora leo los mensajes y me doy cuenta de que tenía toda la pinta de ser el principio de una historia preciosa. Y no lo fue por mi culpa. No vengo a pedirte una segunda oportunidad. Ya me la diste y lo volví a estropear. No vengo a pedirte perdón, porque la única dañada en esta historia he sido yo. Sólo quiero contarte, aunque probablemente ya no te interese, que no soy así, no soy la mujer que has visto todo este tiempo. No soy manipuladora, ni celosa, ni protectora, ni dependiente. No soy nada de eso, aunque hasta ahora te haya enseñado todo lo contrario. No sé qué me ha pasado contigo, me encantaría saberlo porque quizá así comprenderías mis actos, quizá así me entenderías.
Puedo decirte que ha sido un error, uno de tantos... Con el corazón en la mano, te digo que me da muchísima pena que lo que hemos vivido no vaya a repetirse. Me da igual que los de ahí fuera no entiendan nada. Tú y yo lo sabemos. Siempre he sabido que desde el primer momento tuvimos una conexión especial, un algo que yo jamás había tenido con nadie más que conmigo misma. Sé que contigo he perdido a la casualidad más grande de toda mi vida. Y sé que jamás voy a perdonármelo. Necesito muchas cosas de ti pero no puedo pedirte nada, no tengo derecho. Sólo quiero que sepas que ha sido perfecto compartir un trozo de vida contigo, que estás en mi historia y formarás parte de ella hasta que me muera. Y, que aunque intento aprender a vivir sin ti, no pienso borrarte de mi mente.
A partir de ahora conocerás a otras mujeres, y aunque yo jamás me perdonaré haberme dedicado a perderte, realmente espero que te valoren y os rocéis al menos con la mitad de la pasión con la que nos hemos rozado tú y yo. Me hubiera encantado quererte un poco, lo justo para que tú me quisieras.
Ojalá yo hubiese sido la mujer de tu vida...
Siempre te llevaré presente, aunque jamás volvamos a mirarnos, aunque jamás volvamos a tocarnos como aquella vez, siempre te recordaré como lo más grande que pasó por mi vida. Nunca te voy a olvidar Lucas, porque lo fuiste todo, fuiste la noche y el día, fuiste todo el agua del mar, fuiste mi sueño.
Tal vez alguna vez volvamos a encontrarnos, y nos volveremos a saludar como tantas veces lo hemos hecho, disimulando que nunca hubo nada entre nosotros, ocultando que tuvimos la historia de amor más bonita que jamás ha existido, y creo que tendrán que pasar muchos siglos por aquí para que algo así se vuelva a repetir, porque tú y yo formábamos el eclipse total, éramos únicos mi vida, únicos.