Lazarillo de Tormes: Travesías de un Pícaro por la España del Siglo XVI
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Prólogo: El Origen de la Narración de Lázaro
El protagonista, Lázaro de Tormes, narra su vida en primera persona, dirigiendo su relato a una figura de autoridad denominada «Vuestra Merced». El propósito de esta extensa carta es explicar las circunstancias y los motivos que lo han llevado a su situación actual, justificando así su «caso».
Los Amos de Lázaro: Un Recorrido por la Supervivencia y el Engaño
Tratado Primero: Las Enseñanzas del Ciego Astuto
Lázaro, cuyo apellido «de Tormes» proviene de haber nacido junto al río Tormes, es confiado por su madre a un ciego, quien se convierte en su primer amo. Este personaje, a pesar de su ceguera, es sumamente astuto y cruel, sometiendo a Lázaro a constantes privaciones y maltratos. Sin embargo, es bajo su tutela donde Lázaro comienza a desarrollar su ingenio y picardía para sobrevivir. Aprende a base de duros golpes, como el famoso episodio de la calabazada contra el toro de piedra, y logra engañar al ciego en diversas ocasiones, destacando el hurto de vino mediante una larga paja o un agujero en el jarro. Su relación con el ciego culmina con una venganza: Lázaro lo guía para que se estrelle contra un poste, aprovechando la ocasión para abandonarlo.
Tratado Segundo: La Avaricia del Clérigo y el Ingenio de Lázaro
Tras abandonar al ciego, Lázaro entra al servicio de un clérigo de Maqueda. Si bien esperaba una mejora, este nuevo amo resulta ser incluso más avaro que el anterior. El clérigo somete a Lázaro a una hambruna extrema, guardando celosamente el pan consagrado en un arca cerrada con llave. La desesperación agudiza el ingenio de Lázaro, quien consigue una copia de la llave y simula que los ratones son los culpables de la merma del pan. No obstante, el clérigo descubre el engaño y, tras propinarle una brutal paliza, lo despide.
Tratado Tercero: El Escudero y las Apariencias Engañosas de la Honra
En Toledo, Lázaro se pone al servicio de un escudero. Este amo representa la obsesión por las apariencias y la falsa honra. Aunque viste con elegancia y presume de nobleza, en realidad vive en la más absoluta pobreza, al punto de no tener qué comer. Paradójicamente, es Lázaro quien debe mendigar para sustentar a ambos. A pesar de pasar hambre, Lázaro desarrolla cierto afecto por el escudero, compadeciéndose de su situación. Finalmente, el escudero, acosado por las deudas, desaparece sigilosamente, abandonando a Lázaro una vez más.
Tratado Cuarto: El Fraile de la Merced y las Breves Comodidades
El siguiente amo de Lázaro es un fraile de la Merced. Este personaje es descrito como mundano y aficionado a «negocios seglares» y a caminar mucho. Con él, Lázaro obtiene su primer par de zapatos, un símbolo de un mínimo progreso material. Sin embargo, el ritmo de vida impuesto por el fraile, con sus incesantes caminatas, resulta agotador para Lázaro, quien decide abandonarlo al no poder soportar tal trajín.
Tratado Quinto: El Buldero y la Corrupción Eclesiástica
Lázaro pasa a servir a un buldero, un predicador encargado de vender bulas papales (documentos que ofrecían indulgencias). Este amo resulta ser un estafador profesional, desprovisto de escrúpulos, que utiliza todo tipo de artimañas y engaños para convencer a la gente de comprar las bulas. Lázaro es testigo de sus elaboradas farsas, como la simulación de un milagro en connivencia con un alguacil, lo que le permite observar de cerca la corrupción y la hipocresía dentro de ciertos sectores de la Iglesia.
Tratado Sexto: El Capellán y el Primer Progreso Económico
Después de su experiencia con el buldero, Lázaro encuentra trabajo con un pintor de panderos (aunque este amo es brevemente mencionado y a veces omitido en resúmenes), para luego asentarse con un capellán. Este le proporciona un asno y cántaros para que trabaje como vendedor de agua. Por primera vez, Lázaro tiene un oficio con el que puede ganar dinero de forma regular. Durante cuatro años, ahorra lo suficiente para comprarse ropa usada decente y una espada, lo que representa un significativo avance en su condición social y económica. Sintiéndose más independiente, decide dejar este empleo.
Tratado Séptimo: El Alguacil, el «Éxito» como Pregonero y el Arreglo Matrimonial
Lázaro prueba suerte trabajando brevemente para un alguacil, pero pronto abandona este oficio por considerarlo demasiado peligroso. Finalmente, gracias a la intercesión de amigos y señores, consigue un oficio real: pregonero de vinos en Toledo. Este puesto le proporciona una modesta pero estable fuente de ingresos. A instancias del arcipreste de San Salvador, Lázaro se casa con una criada de este. Aunque existen fuertes rumores de que su esposa es la amante del arcipreste, Lázaro decide ignorarlos para mantener su posición y la relativa comodidad alcanzada. Es en este punto de su vida, en la «cumbre de toda buena fortuna», donde Lázaro da por concluido el relato de «el caso» que le fue solicitado por «Vuestra Merced».
Conclusión: La Amarga Realidad de Lázaro de Tormes
A lo largo de su narración, Lázaro de Tormes detalla su evolución desde la pobreza más extrema y la inocencia infantil hasta una relativa estabilidad material en su vida adulta. Sin embargo, esta «prosperidad» se alcanza a costa de su honra y mediante la aceptación de una situación moralmente cuestionable. El Lazarillo de Tormes se erige como una profunda crítica a la hipocresía social de la España del siglo XVI, exponiendo la corrupción en diversos estamentos, especialmente el clero y la nobleza empobrecida. La obra maestra anónima muestra cómo la necesidad y el instinto de supervivencia pueden moldear el carácter de una persona, obligándola a desarrollar la astucia, el engaño y, finalmente, una amarga resignación ante las injusticias de la vida.