El Legado Almohade y Califal en Al-Ándalus: Arquitectura, Historia y Poder
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El Legado Almohade y Califal en Al-Ándalus
Arte Almohade
Los almohades eran tribus sedentarias procedentes de las montañas norteafricanas del Alto Atlas. Estos pueblos consideraban blasfemos a quienes otorgaban atributos humanos a Alá, espíritu puro, eterno e infinito. Su lucha política y espiritual se centró contra los almorávides. En 1143 se apoderaron del territorio magrebí y en 1149 atravesaron el Estrecho, ocupando Sevilla, Córdoba y Badajoz. La culminación de este nuevo poder musulmán en Al-Ándalus se alcanzó en 1195, cuando derrotaron a los castellanos en la batalla de Alarcos (Ciudad Real). Para conmemorar esto, el califa Abu Yusuf Yaqub mandó fundir al herrero Abu Layct cuatro esferas de bronce que coronarían el alminar de la Giralda. Sin embargo, desaparecieron con la entrada de los cristianos.
Los almohades despreciaban el lujo y predicaban el retorno a la sencillez. Su religiosidad se plasma en una arquitectura austera, de ladrillo y con espacios vacíos para descansar la vista. En Sevilla realizaron dos edificios emblemáticos: la mezquita mayor o mezquita aljama (Giralda) y la torre albarrana del Oro.
Arte Califal
Después del 750, el centro de gravedad del islam se trasladó de Damasco a Bagdad. Los abasíes derrotaron a los omeyas, asesinando a todos sus príncipes, menos a Abd al-Rahman I, que logró huir refugiándose en el norte de África. Su evasión terminó en Córdoba, donde estableció en 756 un emirato independiente que supuso el inicio de la fragmentación política del islam en numerosos estados. Dos siglos más tarde, su sucesor dinástico II se autoproclamó califa, rompiendo con la autoridad de los abasíes. Se inicia entonces el momento de Al-Ándalus, cuya capital, Córdoba, se convierte en la más poblada de Occidente, la más culta. Los ejércitos califales son el terror y la humillación de los cristianos. Las luchas entre los árabes de Siria, Jordania y Palestina con los bereberes norteafricanos por la sucesión dieron origen a una guerra civil que puso fin al califato cordobés de Al-Ándalus, dividiéndose su territorio en una quincena de reinos taifas. Su gloria permanece viva en la mezquita y la ciudad palatina de Madinat al-Zahra.