El Legado de los Austrias: Carlos I y Felipe II en el Imperio Español
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Carlos I: El Inicio de la Dinastía de los Austrias
La muerte de Fernando II el Católico supuso la proclamación como rey de Castilla y Aragón de su nieto Carlos, hijo de Juana y Felipe de Habsburgo. Su llegada al trono puso fin a la dinastía Trastámara y marcó el inicio de la dinastía de los Austrias o Habsburgo.
El Imperio de Carlos I
Carlos de Habsburgo se convirtió en el monarca más poderoso de Europa gracias a la herencia que recibió de sus abuelos. Fue proclamado Carlos I de Castilla y de Aragón en 1516 y emperador Carlos V de Alemania en 1519.
Política Interior bajo Carlos I
Su reinado unió por primera vez las coronas de Castilla y Aragón en una misma persona. El rey había sido educado en Flandes, por lo que, al llegar a Castilla, se rodeó de consejeros flamencos. Esto marginó a la nobleza castellana y generó un gran descontento que provocó en 1520 el Levantamiento de las Comunidades, una revuelta de carácter urbano y burgués.
Política Exterior de Carlos I
Carlos I quería crear un gran imperio europeo católico bajo su mandato, lo que le llevó a emprender varias guerras. Así se enfrentó a:
- La monarquía francesa: Francia era su principal rival por la hegemonía en el continente.
- El Imperio Turco: Una amenaza constante en el Mediterráneo y Europa Oriental.
- Los príncipes alemanes protestantes: La Paz de Augsburgo estableció en 1555 la libertad religiosa en Alemania, reconociendo el luteranismo.
El Reinado de Felipe II: Consolidación y Desafíos
Felipe II sucedió a su padre Carlos I en 1556 y reinó hasta su muerte en 1598. En 1580, incorporó al territorio que había heredado Portugal y sus colonias, formando así la Unión Ibérica.
Política Interior bajo Felipe II
Felipe II se ocupó personalmente de los asuntos del Estado. Instauró la corte de manera permanente en Madrid (1561) e intentó aislar a España de influencias extranjeras. Fue el gran defensor del catolicismo. Bajo su reinado, la Inquisición persiguió las desviaciones de la doctrina católica.
El Inicio de la Crisis Económica en el Imperio Español
La agricultura española era poco productiva y la industria estaba muy poco desarrollada. El oro y la plata que llegaban de América se gastaban en comprar productos europeos, por lo que estas riquezas iban a parar a manos de comerciantes y banqueros extranjeros. A mediados del siglo XVI se manifestaron los primeros síntomas de crisis económica. Los enormes gastos de la monarquía y las numerosas guerras provocaron un aumento de los impuestos y la demanda de créditos de banqueros extranjeros. Finalmente, la hacienda española entró en bancarrota.