El Legado del Brutalismo: Le Corbusier, Materiales y la Nueva Concepción del Espacio

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Principios Fundamentales del Brutalismo

El Brutalismo, como corriente arquitectónica, se distingue por una serie de características esenciales:

  • 1. La importancia del impacto de la imagen, que afecta directamente a la emoción del observador.
  • 2. La exhibición consciente de la estructura, que construye la forma y relaciona la parte con el todo.
  • 3. La valoración de los materiales en bruto (hormigón, ladrillo), con texturas ásperas que no disfracen su estructura inherente.

Esta corriente utilizará un lenguaje de formas geométricas y, en otras ocasiones, formas simbólicas (normalmente inspiradas en la naturaleza), pero sobre todo apostará por la honestidad constructiva, mostrando sin artificios las vigas, las jácenas y las instalaciones.

Le Corbusier y la Evolución del Funcionalismo Brutalista

El Brutalismo de Le Corbusier no abandonará ni obviará el funcionalismo, pero sí eliminará el convencionalismo de la modernidad. (Recordemos que el funcionalismo es la corriente que exige que todo elemento formal cumpla una función práctica).

Un medio decisivo para el proceso proyectual será el cambio en la concepción del espacio: de la visión racional, abstracta y funcional de la modernidad, se pasará a entender que lo esencial es el lugar, la historia, basándose en la materia, las texturas y lo táctil.

Con una mayor sensibilidad hacia el resto de los sentidos, no solo la percepción visual, como ocurría en la primera modernidad. Es una arquitectura crítica con el Movimiento Moderno, pero que surge de él; es decir, nace de los principios del modernismo, pero con variaciones, incluyendo la belleza y los valores simbólicos al funcionalismo del Movimiento Moderno.

Transformaciones en el Urbanismo y la Concepción de la Ciudad

En el ámbito del urbanismo, se produce un cambio en la concepción de la ciudad antigua. Se revisan los planteamientos y se valora el patrimonio histórico y la memoria. La ciudad comienza a verse como algo mucho más complejo que las cuatro funciones de la Carta de Atenas. Aparece el término de preexistencia ambiental, lo que implica que no se puede construir de la misma manera en la ciudad nueva que en la antigua, otorgando importancia a la identidad y al ambiente.

El Hormigón Visto en la Obra de Le Corbusier: Hitos y Revolución Plástica

La valoración del hormigón por Le Corbusier ya en los años 30 marca un punto de inflexión: abandona el hormigón blanco y tensado para empezar a utilizar el hormigón visto. Esta tendencia eclosionará en la Unidad de Habitación (1946-1952, Marsella, Francia). La obra más pragmática y revolucionaria será la Capilla de Ronchamp (1951-1955), que generará una auténtica "revolución plástica", dejando asombrados a seguidores y discípulos y superando los límites de la arquitectura de su primera época.

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