El Legado Imperecedero de Roma: Arte, Cultura y Civilización
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Introducción a la Civilización y el Arte Romano
A partir del siglo III a. C., Roma se convirtió en la potencia dominante del Mediterráneo. Desde entonces, se hizo notar la influencia del arte griego, por el que los romanos sintieron verdadera fascinación.
El arte romano va estrechamente ligado al poder político: presenta un fuerte carácter propagandístico, a mayor gloria de Roma —Caput Mundi (capital del mundo)— y de su imperio.
El Legado Cultural de Roma
Los romanos, además de la difusión del arte griego por todo el Mediterráneo, nos dejaron como legado cultural el derecho romano, base de nuestra legislación, y el idioma (el latín). Del latín derivan las lenguas romances o románicas como el castellano, portugués, rumano, catalán, francés, etc. El latín fue uno de los factores que propició la cohesión del imperio al ser vehículo de comunicación y expresión por todo el Mare Nostrum.
Formas de Gobierno en la Antigua Roma
Tres formas de gobierno se desarrollaron sucesivamente en la civilización de la antigua Roma: monarquía (herencia etrusca), república e Imperio.
Características y Aportaciones del Arte Romano
Desde el siglo I a. C., se puede hablar propiamente de “arte romano”, configurado a través de la mezcla de elementos griegos, itálicos, provinciales y los de aportación propia. De un modo general, podemos decir que las principales aportaciones romanas fueron:
- Un desarrollo de la arquitectura y la ingeniería con un sentido eminentemente práctico. Roma, la capital, se convirtió en una gran obra de arte a escala urbanística.
- En escultura, las aportaciones propiamente romanas son el retrato y el relieve histórico.
La Crisis del Siglo III y el Arte Tardorromano
En el siglo III d. C., el Imperio entró en una grave crisis, tanto interna (política, social y económica) como externa (la presión de los pueblos bárbaros sobre las fronteras). El poder se hizo más autoritario y las ciudades perdieron importancia respecto al campo. Desde un punto de vista ideológico, ganaron peso la espiritualidad y la irracionalidad.
Hasta hace poco, se consideraba una época de decadencia con escaso interés artístico. Pero, últimamente, de este arte “tardorromano” se destaca su originalidad, además de que en él hay que incluir las primeras manifestaciones del arte cristiano, que tanta importancia adquirió en la Edad Media.