El Legado de Napoleón: Del Consulado al Ocaso del Imperio Francés
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El Consulado (1799-1804)
Tras el golpe de Estado de Napoleón, se promulga una nueva Constitución que establece el Consulado. Dicha Constitución lo nombra Primer Cónsul, quien controlará todos los poderes durante 10 años. Al Primer Cónsul lo acompañarán otros dos cónsules, pero estos no tendrán poder; solo aconsejarán y asesorarán al Primer Cónsul.
Por lo tanto, estamos ante una dictadura apoyada por el ejército y por la alta burguesía.
La Revolución Francesa se ha detenido. Napoleón establece el orden interior. La nobleza que había huido regresa, y la Iglesia, que había sido prohibida, es legalizada. Napoleón lleva a cabo un gran número de reformas administrativas, en educación y en la justicia.
En lo que se refiere a la política exterior, Francia continúa luchando contra los países europeos. Los éxitos de las tropas napoleónicas se suceden uno tras otro. Napoleón cada vez tiene más fama. Aprovechando esta circunstancia, en el año 1802 convoca un referéndum en el que es elegido Emperador de Francia.
Entonces, ¿se ha vuelto hacia el pasado? ¿No ha servido de nada la Revolución Francesa?
Sí ha servido, aunque aparentemente no lo parezca, porque Napoleón no se titula rey, sino Emperador, y porque su poder no proviene de Dios, sino de la voluntad popular.
El Imperio (1804-1812)
Durante esta etapa, Napoleón Bonaparte construye un inmenso imperio en Europa, a pesar de que casi todos los países europeos luchan contra él.
Se crea una coalición contra Napoleón integrada por Inglaterra, Rusia, Austria y Suecia. Los triunfos napoleónicos se suceden uno tras otro.
En 1806 se crea una nueva coalición entre Inglaterra, Rusia y Prusia. Napoleón sigue venciendo.
En 1808 invade España, y en 1809 se crea una nueva coalición entre Inglaterra y Austria.
La Europa de Napoleón comprende:
- Francia
- Bélgica
- Renania
- Piamonte
- Toscana
- Roma
- Centro y sur de Alemania
- Suiza
- Polonia
Además, sus familiares serán reyes de Holanda, Nápoles y España.
Mientras Napoleón siga consiguiendo victorias militares, la burguesía francesa seguirá apoyándolo.
Fin del Imperio (1812-1814)
A partir de 1812 comienza la crisis del Imperio Napoleónico. Dos países son determinantes en esta crisis: Rusia y España. En ambos países, las tropas napoleónicas son derrotadas. Aprovechando este contratiempo, se crea una nueva coalición en la que intervienen Inglaterra, Austria, Prusia, Rusia y España. En 1814, las tropas de esta coalición entran en la propia Francia. Napoleón es derrotado.
El Imperio se hunde, la burguesía ya no lo apoya, y Napoleón se ve obligado a abdicar. De nuevo se restaura la monarquía borbónica con la llegada de Luis XVIII. Napoleón es derrotado y exiliado a la isla de Elba. Pero todavía tiene fuerzas para hacerse con el poder en 1815. Su gobierno dura Cien Días. En la Batalla de Waterloo es derrotado definitivamente. Después es desterrado a la isla de Santa Elena, en el Atlántico Sur.