El Legado Románico de la Catedral de Santiago: Un Viaje Arquitectónico e Histórico

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Catedral de Santiago de Compostela: Arquitectura y Función

La Catedral de Santiago de Compostela es un edificio de naturaleza religiosa, un monumento cumbre del arte románico y destino final de la milenaria Ruta Jacobea.

Características Arquitectónicas

Planta y Materiales

  • Planta: De cruz latina.
  • Materiales: Principalmente piedra, con vestigios de policromía original.

Distribución del Edificio

Esta imponente construcción románica se organiza de la siguiente manera:

  • Nártex: Situado a los pies del edificio, alberga el célebre Pórtico de la Gloria. En la concepción primitiva, este espacio estaba flanqueado por dos torres de planta cuadrada.
  • Interior: El templo se divide en tres naves longitudinales:
    • La nave central, de 10 metros de ancho y 22 metros de altura, se cubre con una majestuosa bóveda de cañón.
    • Las naves laterales, de menor altura y aproximadamente 5 metros de anchura, se cubren con bóvedas de aristas.

    Sobre las naves laterales se elevan tribunas que se asoman a la nave central mediante arcos geminados. Los vanos exteriores de estas tribunas proporcionan iluminación a la parte superior de la nave central, creando un contraste lumínico con la mayor penumbra de la zona inferior.

    Las bóvedas se sostienen mediante pilares compuestos que presentan columnas adosadas. La columna que mira hacia la nave central se eleva a lo largo de toda la altura de la misma, hasta alcanzar el inicio del arco fajón correspondiente.

  • Transepto: También organizado en tres naves, con sendas portadas que se abren al exterior en sus extremos. En uno de sus lados mayores, este transepto presenta cuatro absidiolos, dispuestos dos a cada lado de la cabecera. Sobre el crucero se alza un cimborrio. En todo este enorme transepto, al igual que en las naves longitudinales, se alzan tribunas sobre las naves laterales.
  • Cabecera: De amplias dimensiones, dispone de una girola con cinco capillas radiales en los absidiolos. De estas, la capilla central presenta una forma absidada en su interior, mientras que al exterior se cierra con un testero plano.

Función y Significado Histórico

La Catedral de Santiago de Compostela es, ante todo, una iglesia de peregrinación que siguió las directrices arquitectónicas y organizativas de la orden de Cluny. Su especial importancia radica en ser el punto final de la Ruta Jacobea, el camino de peregrinación más relevante de la Europa medieval.

En este edificio se ensayaron experiencias constructivas novedosas para la época, adaptadas a la afluencia de peregrinos. Entre estas soluciones técnicas destacan:

  • El Deambulatorio (o girola), que permitía el flujo de peregrinos alrededor del altar mayor sin interrumpir los oficios.
  • Las Tribunas, que ofrecían espacio adicional para los fieles y reforzaban la estructura.
  • Un Transepto muy marcado, que contribuía a la monumentalidad y funcionalidad del templo.

El objetivo de todo peregrino era llegar a la tumba de Santiago, uno de los discípulos más cercanos de Jesús. Su sepulcro fue redescubierto en el siglo IX, durante el reinado del rey asturiano Alfonso II. La primitiva iglesia, construida sobre su tumba, fue destruida posteriormente por Almanzor. El rey Alfonso II necesitaba un símbolo aglutinante para luchar contra los invasores musulmanes, y el hallazgo del sepulcro de Santiago proporcionó ese elemento unificador.

Estilo y Contexto Histórico de la Construcción

Contexto Histórico

La historia de la ciudad de Santiago de Compostela gira intrínsecamente en torno al descubrimiento del sepulcro del apóstol Santiago el Mayor. El rey Alfonso II el Casto y el obispo Teodomiro de Iria Flavia convirtieron el lugar en un centro aglutinador del cristianismo, equiparable en importancia a Roma y Jerusalén.

Las sucesivas incursiones árabes, lideradas por Almanzor, destruyeron completamente la antigua iglesia construida por Alfonso III el Grande, quien se había apropiado de las campanas, llevándoselas hasta Córdoba junto con los prisioneros. Tras ser vencido por Fernando III, las campanas fueron devueltas por prisioneros islámicos.

Las obras de la actual catedral, en estilo románico, se iniciaron en el año 1075 y concluyeron en 1211. La mayor parte de la obra fue impulsada por el rey Alfonso VI y el obispo Diego Gelmírez, este último muy próximo a la orden cluniacense, entre 1122 y 1128.

Características Generales del Estilo Románico

La Catedral de Santiago de Compostela es un ejemplo paradigmático del Románico, cuyas características generales incluyen:

  • Predominio del macizo sobre el vano, lo que confiere solidez a la estructura.
  • Ausencia de grandes ventanales, resultando en interiores con iluminación tenue y mística.
  • Se trata de una arquitectura mayormente anónima, donde la gloria recae en la obra colectiva y la fe.
  • Es una arquitectura eminentemente religiosa, fuertemente influenciada por la orden de Cluny en Francia, que promovió un modelo de iglesia de peregrinación.

Autoría

Entre los maestros constructores que participaron en la edificación de la Catedral, destacan Bernardo el Joven y el célebre Maestro Mateo, a quien se atribuye la finalización del Pórtico de la Gloria y gran parte de la cabecera.

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