Legado Romano en Galicia: Descubre su Arquitectura y Obras Milenarias
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Arquitectura Romana en Galicia: Un Legado Imperecedero
La conquista romana de Galicia fue un proceso largo y complejo, que se extendió durante un periodo de cien años y estuvo marcada por tres campañas militares. Entre los años 137 y 138 a.C., Decio Junio Bruto conquistó parte de Galicia en la primera campaña. Tras su regreso a Roma, la conquista no se retomó hasta el año 27 a.C.
La dificultad de la conquista se debió a las numerosas tribus que debían ser derrotadas. El interés romano en Galicia radicaba en su posición como el extremo occidental del mundo conocido en aquel entonces, además de albergar numerosas explotaciones mineras, ricas en oro, estaño y otros materiales valiosos.
La Huella Romana en la Organización y las Infraestructuras
Las influencias romanas en Galicia fueron significativas, especialmente en la organización administrativa del territorio. Se generó la primera red viaria gallega, dejando un esquema base muy similar al existente en la actualidad. Los romanos aportaron una cultura constructiva y artística mucho más avanzada, así como un idioma.
La denominada Gallaecia dependía inicialmente de la provincia Tarraconensis. Este territorio, a su vez, se dividía en conventos jurídicos:
- El Conventus Lucensis (con capital en Lucus Augusti) abarcaba prácticamente todo el territorio gallego.
- El Conventus Bracarensis (Bracara Augusta).
- El Conventus Asturicensis (Asturica Augusta).
Tres vías romanas principales conectaban Brigantium, Lucus Augusti y Bracara Augusta, facilitando la comunicación y el comercio.
Ingeniería Romana: Vías y Puentes
La ingeniería romana destacaba por su meticulosidad. En la construcción de vías, se tenían en cuenta las pendientes para evitar que fueran demasiado pronunciadas para el transporte en carro. Se diseñaban con peraltes mínimos para evitar el vuelco de los carros y un abombamiento central para verter el agua hacia canalizaciones laterales, garantizando la durabilidad de las calzadas.
Los puentes romanos eran siempre planos, sin pendientes, a diferencia de los puentes medievales que sí las presentaban.
Puente Bibei (Trives, Ourense)
Construido a principios del siglo II d.C., su diseño buscaba dejar siempre libre el cauce para evitar la erosión. Se conservan los mechinales del andamio y la cimbra, previendo futuras reparaciones del arco. Algunos sillares sobresalen, característica de la construcción con cimbras. El interior está compuesto por hormigón romano (opus caementicium: mortero de cal, arena, grava y agua), cubierto por sillería bien labrada a hueso. Los sillares exteriores presentan una superficie rugosa para dificultar la erosión.
Explotación Minera: La Ruina Montium
La ruina montium era un método de explotación minera a gran escala. Consistía en la excavación de galerías que, posteriormente, se llenaban de agua para provocar el colapso y la fragmentación de la roca, facilitando la extracción de minerales.
Túnel de Montefurado
Esta impresionante obra de ingeniería hidráulica creaba una zona propicia para el bateo de oro, desviando el curso de un río para acceder a depósitos auríferos.
Monumentos Emblemáticos de la Gallaecia Romana
Torre de Hércules (A Coruña)
Un faro, esencial para la comunicación marítima nocturna. La mayoría de las obras romanas son anónimas, pero este faro es una excepción notable. La Torre de Hércules fue reformada y reconstruida en el siglo XVIII, pero su base y estructura original son romanas.
Muralla de Lugo
Construida entre los años 269 y 310 d.C., es un impresionante ejemplo de fortificación romana con un perímetro de 2120 metros. Edificada con lajas de pizarra, presenta un paramento liso al interior y torreones al exterior. Algunos torreones han colapsado debido a un relleno poco estable, la acción del agua y las vibraciones del tráfico rodado. Las puertas de la muralla combinan sillería en la parte inferior y pizarra en la superior.
Ninfeo de Bóveda (Lugo)
Un lugar de culto dedicado a las ninfas, deidades de los manantiales. Originalmente constaba de dos volúmenes, conservándose el inferior. Presenta un pórtico dístilo in antis. Su fachada, de sillería a hueso, está finamente trabajada. El arco de acceso está construido con ladrillo romano y presenta decoraciones esculpidas en la piedra. Destaca un arco de herradura parcial y dos ventanas laterales con un hueco triangular superior, conocido como arco en micra, diseñado para aliviar el peso sobre el dintel de la ventana.
Mausoleo Romano de Santiago (Santiago de Compostela)
Ubicado en la zona de la Catedral de Santiago, fue construido por una matrona para sí misma y su nieta. No obstante, se cree que en este lugar fue enterrado el Apóstol Santiago, y se crearon dos nichos laterales para sus discípulos. La Catedral de Santiago se erigió sobre este mausoleo, eliminándose su parte superior. Actualmente, constituye la cripta del Apóstol.