El Legado Romano en Hispania: Cultura, Lengua y la Resistencia Vasca

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La Romanización y su Impacto en la Península Ibérica

1. La Influencia del Latín en el Euskera

En el ámbito del comercio, la industria y la Iglesia, el influjo del latín en el euskera se manifestó principalmente en el léxico, con la incorporación de nuevas palabras. Los préstamos más antiguos del latín se adaptaron a la fonética vasca y evolucionaron, dando lugar a las formas que conocemos actualmente.

2. La Romanización de Hispania

La romanización fue un proceso de asimilación cultural que tuvo lugar en gran parte de Europa occidental y los Balcanes durante la Antigüedad. En este proceso, diversas regiones bajo el poder político de Roma adoptaron sus instituciones, costumbres, organización social y lengua.

Comenzó en el 218 a.C. cuando Aníbal destruyó Sagunto (ciudad aliada de Roma) y cruzó el río Ebro y los Pirineos en dirección a Italia. Factores clave que influyeron en su intensidad fueron el tiempo, la geografía y la sociología. Fue más intensa en las clases sociales altas y menos en los pueblos con menores recursos. La latinización fue una consecuencia directa de la romanización.

2.1. Latinización en Occidente y Oriente

  • En Occidente, la latinización supuso la pérdida de la mayoría de las lenguas preexistentes, con la notable excepción de Britania.
  • En Oriente, el griego logró mantenerse como lengua predominante.

2.2. Vascos y Pueblos Vecinos

Es importante diferenciar entre el vasco (la lengua) y el vascón (el pueblo). Los núcleos romanos en el Pirineo, como Huesca (considerada capital cultural) y Pamplona, fueron clave en el retroceso del vasco en ciertas zonas.

2.3. Transformación de Hispania

La romanización de Hispania transformó profundamente las estructuras económicas y sociales básicas. Las regiones del Noreste, Levante y Sur se romanizaron más rápidamente, mientras que en el Norte y el valle del Duero, la romanización fue menos intensa, perdurando organizaciones gentilicias anteriores.

2.4. Etapas de la Romanización en Hispania

  • Primera etapa (218 a.C. - 133 a.C.): Desde el desembarco en Ampurias hasta la toma de Numancia.
  • Periodo intermedio: Los 100 años siguientes se caracterizaron por una gran actividad militar.
  • Conquista final (29-19 a.C.): Conquista de las regiones septentrionales y de Aquitania.

3. Pueblos Prerromanos y Factores de la Romanización

3.1. Factores clave de la Romanización Peninsular

  • Presencia constante del ejército romano.
  • Creación de centros itálicos (colonias y municipios) en provincias como la Bética y Lusitania.
  • Concesión del derecho de ciudadanía.
  • Establecimiento de una estructura administrativa romana.
  • Desarrollo de vías de comunicación y fomento del comercio.
  • Integración de tropas hispanas en los ejércitos romanos.
  • Influencia de figuras políticas y militares como Graco, Sertorio y Pompeyo.
  • Implantación progresiva del latín como lengua vehicular.

3.2. Intensidad de la Romanización

La romanización fue temprana e intensa en ciertas áreas: penetró rápidamente en la zona del Ebro, fue muy intensa en la cuenca de Aragón y aún más en Álava, debido a las guerras cántabras.

3.3. Factores de la Latinización

El cristianismo contribuyó a la desaparición de muchas lenguas primitivas. Sin embargo, los vascos encontraron en su religión un apoyo para mantener su identidad, y la liturgia en la lengua nacional era impensable en ese contexto. A pesar de ello, aún quedan reductos prerromanos.

3.4. Vascones y su Relación con la Romanización

Los vascones se caracterizaron por vivir en constante insumisión. De hecho, mercenarios vascones lucharon junto a Aníbal durante la Segunda Guerra Púnica.

3.5. Creación de Nuevas Lenguas

A pesar de la romanización, surgió una nueva lengua romance pirenaica que, sorprendentemente, no supuso la pérdida total del euskera.

3.6. Limitación Territorial de los Vascos durante la Romanización

Sus fronteras eran:

  • Oriente: Iacetanos, suesetanos, ilergetes, sedetanos y lusones.
  • Occidente: Várdulos, caristios y autrigones.
  • Sur: Berones, arévacos y celtibéricos.

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