El Legado del Teatro Isabelino: Dramaturgos y Actores en la Inglaterra de Shakespeare

Clasificado en Griego

Escrito el en español con un tamaño de 3,75 KB

El Teatro Isabelino: Contexto y Creadores

Los Dramaturgos

Los dramaturgos eran escritores de textos literarios compuestos específicamente para ser representados en un espacio escénico. Pertenecían a distintas clases sociales y componían sin fijarse en el origen de sus materiales, atendiendo solamente a cómo los transformaban. Esto explica la variada influencia que operó sobre este teatro:

  • Greco-latina
  • Italiana
  • Francesa
  • Escandinava
  • Entre otras.

Todo valía para pintar la época, por lo que el teatro isabelino hizo desfilar todos los instintos y sentimientos humanos.

La Demanda y la Producción Literaria

Casi todos los escritores se ejercitaban en el teatro, porque, alrededor de 1600 en Inglaterra, era el género literario por excelencia. Debido a la gran demanda de obras teatrales, se hacía necesario a veces tomar textos ya escritos y reformarlos o modificarlos para adaptarlos al gusto del momento, sin alterar las características que los habían llevado al éxito.

Hubo muchos autores y una gran producción tanto en calidad como en cantidad. Entre los más destacados se encuentran:

  • Ben Jonson
  • Thomas Kyd
  • Edmund Spenser

William Shakespeare, en particular, refleja artísticamente su época en el teatro, consolidando el periodo como una cumbre cultural.

Paralelismos con el Siglo de Oro Español

Fue un tiempo de gran riqueza artística en toda Europa, destacando Inglaterra y España, que pintaron sus mundos con lenguajes espontáneos, ricos y vigorosos. Ambos países compartían muchos parecidos:

  • Imaginación vigorosa y originalidad.
  • Pasión y desarrollo intelectual.
  • Energía en sus convicciones y gran capacidad de expansión.

Los Actores y las Compañías Teatrales

Estructura y Estatus de la Profesión

Existían numerosas compañías teatrales, sostenidas económicamente por los nobles. Una de las más notables fue la de los «Hombres sin Señor», un grupo integrado por unas quince personas que llegaron a constituir fuertes sociedades económicas.

Compañías de Niños y Críticas

Hubo también «compañías de niños», que actuaban especialmente en la corte y en los teatros cerrados. Estas compañías rivalizaban con los actores adultos profesionales y eran despectivamente consideradas por estos, debido a sus ademanes afectados y a la falta de naturalidad. Shakespeare, en su obra Hamlet, les dedica una crítica demoledora.

La profesión de actor era considerada legítima ya antes de la carrera de Shakespeare, a pesar de que los puritanos los habían perseguido por considerarlos «vagabundos». Bajo el reinado de Isabel I y Jacobo I, los actores gozaron de privilegios y protecciones, y recibían instrucción y adiestramiento adecuado.

Transformación y Reconocimiento Oficial

En 1603 se firmó la «Orden Real» que transformó la compañía de Shakespeare y contribuyó a hacer desaparecer el prejuicio de ver la actuación y la profesión actoral con desprecio.

La Representación Femenina

Debido a que no se aceptaba la intervención de la mujer en el escenario, los papeles femeninos eran representados por adolescentes varones que todavía no habían desarrollado la voz.

La primera aparición oficial de la mujer en el teatro inglés ocurrió en 1660, durante la Restauración, en la obra Otelo de W. Shakespeare.

Este periodo marcó un verdadero despliegue del teatro, con momentos en que llegaron a funcionar simultáneamente once teatros en los alrededores de Londres, evidenciando la vitalidad cultural de la época.

Entradas relacionadas: