Legado de la Transición Española: Constitución de 1978 y Contexto Político Vasco
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Comentario sobre la Constitución Española de 1978
Este texto es de naturaleza jurídica, ya que se trata de la Ley Fundamental, la Constitución, es decir, la fuente primaria del ordenamiento jurídico español. Corresponde a la Constitución de 1978, aprobada en referéndum el 6 de diciembre y promulgada el 29 de diciembre de 1978, dentro del periodo de la Transición Española.
Fue elaborada por políticos de las Cortes Constituyentes, convocadas tras las primeras elecciones libres que hubo en España, con el partido liderado por Adolfo Suárez. No es una Constitución de partido, sino que fue fruto de un amplio consenso político entre las fuerzas de izquierda y de derecha.
Su contexto histórico es la Transición Democrática (1975-1982), que comenzó con la muerte de Franco y concluyó con la llegada al poder del PSOE. Esta ley hizo posible la creación del nuevo Estado democrático y diseñó la España de las Autonomías. Plantea elementos esenciales que no habían sido posibles en el régimen anterior.
Comentario sobre el Documento del Obispo de Bilbao (1974)
Este documento, firmado por el Obispo de Bilbao, fue leído en las iglesias de Bizkaia el 24 de febrero de 1974. Se centra en las dificultades que enfrenta el pueblo vasco para desarrollar su propia identidad.
Es un texto narrativo, pues su contenido es subjetivo, de carácter social y religioso, y por su origen, una fuente histórica. La autoría es individual, y su destinatario y finalidad son de ámbito territorial y público. Data de aproximadamente medio año antes de la muerte de Franco.
Sus ideas principales incluyen:
- La diversidad de opiniones acerca del problema.
- La existencia de rasgos peculiares del pueblo vasco.
- El derecho a conservar dichos rasgos.
- Los obstáculos que presenta la situación política.
- La actitud de la Iglesia ante esta situación.
El País Vasco durante el Franquismo
El régimen de Franco contó con el apoyo del ejército, la Iglesia, el empresariado, parte de la clase media urbana y el campesinado proletario. El nuevo régimen prometía progreso. Así, la burguesía vasca no solo pudo recuperar el poder perdido durante la República, sino que consiguió ser tenida en cuenta, llegando a alcanzar una gran representación.
También apoyaban a Franco en el País Vasco sectores de la mediana y pequeña burguesía, junto con un carlismo sociológico rural. El desarrollo económico favoreció, además, el surgimiento de un clientelismo del régimen, confusamente apolítico, pero con estrechas vinculaciones al mantenimiento del sistema.
La pequeña burguesía, el empresariado medio, el funcionariado, los profesionales del sector servicios y los baserritarras (labradores y ganaderos) componían la textura social del franquismo en la región.