El Legado de Velázquez: Interpretación y Simbolismo en Las Hilanderas
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El Legado de Velázquez: Contexto y Creación de Las Hilanderas
Las Hilanderas, también conocida como La Fábula de Aracne, es una de las últimas obras maestras de Diego Velázquez. Fue pintada unos años después de su segundo viaje a Italia (1649-1651), periodo en el que parece que volvió a revivir su gusto por la fábula clásica. Durante esta última etapa de su vida, Velázquez realizó varias obras con esta temática, como Marte, La Venus del Espejo y otras, hoy desaparecidas, como Venus y Adonis, Psiquis y Cupido y Apolo y Marsias.
A diferencia de muchas de sus obras, La Fábula de Aracne no fue pintada para el rey, sino para su montero mayor, Don Pedro de Arce. No llegó a las colecciones reales hasta el siglo XVIII. Una vez en el Alcázar madrileño, la obra resultó afectada por el devastador incendio que se originó en ese palacio en 1734. Para remediar los daños sufridos, se le añadieron cuatro franjas en los bordes, de tal modo que algunas partes del cuadro, como el arco de la habitación del fondo, no fueron pintadas por Velázquez.
Composición y Escena: Un Vistazo a Las Hilanderas
Los dos títulos por los que se conoce el cuadro, Las Hilanderas y La Fábula de Aracne, están en relación directa con la actividad de sus protagonistas. La escena está ingeniosamente dividida en dos partes o zonas principales: una primera, en la que aparecen trabajando unas hilanderas en un taller madrileño al servicio de la corte, y una segunda, una especie de escenario iluminado, en el que tres mujeres observan con interés un tapiz, en el que se representa la disputa entre Aracne y Atenea.
Estructura en Planos: Profundidad y Narrativa
La obra está magistralmente estructurada en tres planos:
- Primer plano: Aquí se encuentran cuatro de las cinco hilanderas. Las figuras que representan a Atenea (disfrazada de anciana) y Aracne aparecen colocadas de manera contrapuesta, posiciones inspiradas en los efebos que flanquean a La Sibila Pérsica en la bóveda de la Capilla Sixtina.
- Segundo plano: Ocupando el centro del cuadro, se sitúa la joven que recoge madejas del suelo. Su rostro en penumbra parece separar las dos partes luminosas de la composición, creando un punto de transición visual.
- Tercer plano (fondo): En un recinto inundado de luz, aparecen las damas y el tapiz. En este tapiz, además de Atenea y Aracne, hay una reproducción del Rapto de Europa de Tiziano, lo que puede considerarse un homenaje al pintor veneciano que tanto admiraba Velázquez.
Simbolismo y Mensaje: La Nobleza del Arte en Velázquez
La composición de Las Hilanderas produce un marcado efecto teatral, tan del gusto de los artistas barrocos. La evocación escénica comienza con la mujer de la izquierda, que parece dar inicio a la representación corriendo el telón. Una vez dentro del escenario, en primer lugar, tenemos el proscenio, que es el taller; en segundo lugar, con una intensa iluminación, el escenario principal, en el cual una de las damas, con la cabeza vuelta, parece invitarnos a entrar en el espacio escénico, reflejando esa idea tan barroca de comunicar los personajes de los cuadros con el público.
En la misma línea que obras como La Fragua de Vulcano o Los Borrachos, en este cuadro se observa una desmitificación de la mitología, dotando a los temas mitológicos del realismo de lo cotidiano.
La ubicación de la escena, que representa la interpretación idealista al fondo y la realista en primer plano, podría interpretarse como una mayor valoración del mundo real. Sin embargo, la fuerte carga simbólica que se esconde bajo la apariencia de la cotidianidad del taller de hilado nos lleva a otra interpretación. Atenea y Aracne son los personajes clave que aparecen tanto en el primer plano como en el tapiz del fondo: en el primero, como símbolos de las artes manuales; y en el tapiz, como símbolos del arte de la pintura, cuya luz ilumina el oficio servil del primer plano. Una vez más, el pintor defiende la nobleza de la pintura como algo diferente de un oficio artesano, y la posición de los pintores como artistas frente a los trabajadores manuales.
Innovación Técnica y Legado Pictórico
Desde el punto de vista técnico y pictórico, este lienzo anticipa novedades que se desarrollarían en siglos futuros, consolidando a Velázquez como un visionario de la pintura.