El Leviatán y la Política del Conflicto

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Hobbes, el Estado de Naturaleza y el Estado como Leviatán

Thomas Hobbes, considerado el padre de la filosofía política moderna, plantea en su obra Leviatán una visión pesimista de la política, entendiéndola como un reflejo de la dominación y la violencia. Su análisis parte del concepto de Estado de Naturaleza, un escenario pre-social donde, en ausencia de leyes, impera una guerra de todos contra todos. Esta situación, caracterizada por la inseguridad y la precariedad, impulsa a los hombres a establecer un contrato social.

En este contrato, los individuos ceden su poder a un soberano (individuo o asamblea) a cambio de orden y seguridad. El soberano concentra todo el poder político y militar, incluyendo el control de las opiniones públicas. El único derecho que conservan los individuos es el de defender su propia vida, la razón fundamental del pacto. Para Hobbes, la naturaleza humana, marcada por la premisa de que "el hombre es lobo del hombre", justifica esta renuncia a la libertad individual en pos de la paz. El miedo a la violencia es el motor que impulsa a los hombres a ceder el uso de la fuerza al soberano.

Si bien el soberano no tiene obligaciones directas con sus súbditos, se espera que actúe para el bien común. El contrato social, según Hobbes, fusiona sociedad, consenso y coerción, anulando la posibilidad de disidencia. Aunque sus ideas absolutistas fueron objeto de críticas, la figura del Leviatán (representado como un cuerpo humano compuesto por miles de hombres, portando una espada y un báculo, símbolos de la violencia y la creencia, respectivamente) se interpreta como una metáfora del Estado y la ley. La idea central, vigente en la actualidad, es que la ley y las instituciones públicas son las únicas entidades legitimadas para ejercer la violencia.

¿El hombre es el lobo del hombre?

Hobbes argumenta que en el Estado de Naturaleza, el hombre, a pesar de su racionalidad, vive en un estado de guerra permanente. Sin embargo, esa misma racionalidad lo impulsa a buscar el orden y la seguridad, cediendo sus derechos al Estado. Para Hobbes, el Estado absolutista es la fuente del derecho, la moral y la religión.

Eventos recientes, donde ciudadanos toman la justicia por su mano, sometiendo a delincuentes a la violencia, invitan a la reflexión sobre el rol del Estado. La ausencia del Estado como garante de la seguridad, el discurso político agresivo, la manipulación informativa, la creciente exclusión social y la ineficacia de las políticas de seguridad contribuyen a esta realidad. El valor de la vida se ve depreciado por la ausencia estatal, la exclusión social y la necesidad de defensa propia ante la delincuencia.

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