El Liberalismo y las Oleadas Revolucionarias del Siglo XIX

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Principios Fundamentales del Liberalismo

Los pilares fundamentales de esta ideología se condensan en el individualismo, la libertad, la igualdad ante la ley y la confianza en la razón y el progreso. Defendía el sufragio, la división de poderes y los derechos fundamentales.

Las Oleadas Revolucionarias del Siglo XIX

Revolución de 1820

Tuvo carácter mediterráneo. En España se saldaron con el triunfo momentáneo de los liberales (1820-1823) hasta la intervención del ejército de la Santa Alianza, los Cien Mil Hijos de San Luis, para restaurar la monarquía absoluta. Sin embargo, su influencia facilitó la independencia de la América española (1824), y la independencia de Grecia respecto al Imperio turco. El Constitucionalismo va triunfando poco a poco y la burguesía se va convirtiendo en el nervio de la sociedad.

Revolución de 1830

Se inaugura en 1830 un nuevo ciclo revolucionario. Las grandes potencias se dividirán en dos bloques: las monarquías liberales (Reino Unido y Francia) y las absolutas (Rusia, Prusia y Austria). En Francia triunfó la revolución por la pretensión de Carlos X de Borbón de restablecer el Antiguo Régimen. El levantamiento expulsó al monarca y proclamó rey constitucional a Luis Felipe de Orleans. Triunfo por tanto del liberalismo doctrinario en un régimen de sufragio censitario. La ayuda de Francia y del Reino Unido hizo posible la independencia de Bélgica de los Países Bajos y el establecimiento de una constitución monárquica liberal. Sin embargo, Austria intervendrá en Italia en sentido contrario y Rusia ahogará el intento de independencia polaco en un baño de sangre.

Revolución de 1848: La Primavera de los Pueblos

Las causas fueron muy diversas:

Causas

Económicas: crisis agraria por malas cosechas (crisis de la patata) que terminó afectando a los sectores industrial y financiero.

Sociales: Malestar desencadenado por las circunstancias, la subida de precios y las ruinas.

Políticas: Se dice que fue el mayor causante.

Desarrollo Regional
Francia

En Francia una insurrección de obreros y burgueses descontentos forzaron a Luis Felipe a abdicar, y establecieron la Segunda República, que hizo a Luis Napoleón asumir la presidencia y concedió las siguientes medidas:

  • Sufragio universal masculino
  • Libertad de prensa, asociación y derecho al trabajo
  • Jornada laboral de 10 horas
Confederación Helvética

En la Confederación Helvética, 1847, los cantones radicales se opusieron a los católicos y aprobaron una Constitución federal, liberal y anticlerical.

Estados Italianos

En varios Estados Italianos estallaron también revueltas en las que triunfaron los liberales.

Imperio Austro-Húngaro

En el Imperio Austro-Húngaro triunfó la revolución en ciudades como Berlín, Praga, Viena, Milán… que deseaban gobiernos representativos y derechos nacionales. El intento de implantar una monarquía parlamentaria constitucional fracasó, pero consiguió la destitución de Metternich, y la abolición de las prestaciones personales de los siervos.

Alemania

En Alemania adquirió cariz nacionalista. Se constituyó la Asamblea de Frankfurt, que debía convocar elecciones y elaborar una Constitución para un Estado federal alemán; pero se disolvió. A partir de ese momento será Prusia (Das Kleine Deutschland) la que tome la iniciativa de la unificación, y no Austria (Das Groß Deutschland).

Consecuencias

Las consecuencias fueron la entrada de los demócratas y los socialistas. Estos solo en Francia pretendían la conquista del poder para imponer una sociedad sin propiedad privada. Las consecuencias efectivas de 1848 fueron muy limitadas. Se proclamó la Segunda República en Francia y se aprobó una Constitución democrática; se instauraron regímenes constitucionales en Piamonte y Prusia; se estableció la monarquía Dual en Austria. Además se abolió el régimen señorial en Austria y Hungría y se reafirmaron los nacionalismos.

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