Libertad Humana: Perspectivas de Freud, Marx y Ortega y Gasset

Clasificado en Psicología y Sociología

Escrito el en español con un tamaño de 4,42 KB

La Libertad Humana

Una creencia fundamental del marxismo es que no hay libertad individual si no hay libertad colectiva, si la libertad no es de todos. Es un rasgo específico del ser humano. Gracias a ella, puede vivir su vida de acuerdo con los proyectos que se marque. El ser humano, al carecer de necesidades, necesita inventar la forma de satisfacerlas. En esta carencia de respuesta innata a los estímulos que le presenta el medio en el que vive se encuentra la base de la libertad.

Para los defensores de la existencia humana hay algo llamado "la vida buena". En el siglo XX, fue sustituido porque hay muchas vidas igualmente valiosas y el mejor entorno es aquel donde los seres humanos pueden vivir la vida que desean. "El ser humano no posee naturaleza, sino historia"-> niega que los datos que proporciona su biología, virtudes y defectos puedan ayudarte a decidir los ideales sociales o individuales que debe esforzarse -> Ortega y Gasset.

Marx poseía una concepción determinista de la historia, pensaba que tarde o temprano la historia caminaría inexorablemente hacia esa situación, hacia el paraíso en la tierra. Los humanos solo podían contribuir a acelerar o a retrasar ese proceso inevitable.

Concepción Psicologista

Psicologismo -> concepción del ser humano que posee Freud -> siglo XIX.

El ser humano para Freud

El psiquismo humano está formado por tres instancias o estructuras:

  • A) El "ello": engloba las pulsaciones primarias de la naturaleza humana no controladas por la conciencia, las más importantes son las sexuales. También forman parte del ello rasgos hereditarios y los deseos reprimidos que se producen durante la historia personal del sujeto. Los contenidos del ello son energía que quiere liberarse. Además son irracionales, al ser puramente instintivos y amorales (actúa con lo que le dicen los instintos sin tener en cuenta las leyes morales. Ej. comportamiento de un niño pequeño que no sabe las normas).
  • B) El "super-yo": es el conjunto de normas, prohibiciones y amenazas morales que el ser humano adquiere desde que nace. El super-yo se opone a los impulsos primitivos del ello cuando estos entran en conflicto con la moralidad. Según Freud es una estructura inconsciente.
  • C) El "yo": es la instancia que media entre el ello y la realidad exterior, posee un papel regulador y trata de ajustar las pulsaciones del yo, dominadas por el principio del placer a las exigencias del super-yo, dominado por el deber moral. Busca satisfacer los impulsos y las pulsaciones del ello. Se rige, pues, por el principio de realidad.

El Sentido de la Libertad Humana

Para Freud el ser humano se convierte en un ser determinado psíquicamente. Sus actos responden a una motivación inconsciente. El ser humano freudiano es prácticamente un autómata instintivo al servicio de pulsiones más o menos latentes. Hablar de libertad en un ser dirigido desde el inconsciente parece un juego de palabras, aunque eso vaya en contra de la terapia psicoanalítica aplicada por Freud, para liberar el inconsciente cuyo objetivo es acrecentar el dominio consciente del sujeto sobre su vida psíquica y así aumentar su libertad.

Ese camino de liberación parece demasiado limitado -> el yo permanece bajo la influencia del conjunto de fuerzas innatas y el super-yo no es otra cosa que el conjunto de presiones que provienen del medio socio-familiar.

La Sociabilidad Humana

Para Freud la socialización es un represor del ser humano. Es la que provoca la aparición del super-yo. Las normas morales interiorizadas en el super-yo se oponen a los impulsos primitivos del ello y la represión de esos deseos se convierte en el principal mecanismo de defensa del individuo para integrarse en la sociedad. La represión es el principal mecanismo para forjar la personalidad social de los seres humanos.

Las necesidades biológicas de supervivencia y de conservación de la especie solo se pueden cumplir en sociedad. Y es esa sociedad la que establece qué es lo bueno y qué es lo malo para armonizar la convivencia de los que pertenecen a ella, qué es lo prioritario. Y la convivencia exige sacrificios muy crueles. La sociedad causa la pérdida de autenticidad; el ser humano es lo que le deja ser la cultura de la sociedad que no busca la felicidad si no la conveniencia que solo se logra limitando los deseos más fuertes del ser humano.

Entradas relacionadas: