Literatura Española: Edad Media al Siglo de Oro - Evolución y Obras Clave
Clasificado en Español
Escrito el en español con un tamaño de 8,32 KB
Lírica Popular en la Edad Media
Durante la Edad Media, la lírica popular se convirtió en una de las principales formas de expresión artística entre las clases humildes. Esta poesía, transmitida de manera oral, destacaba por su sencillez, musicalidad y cercanía al pueblo, reflejando sus emociones, tradiciones y preocupaciones.
Entre los géneros más representativos de la lírica popular medieval se encuentran las jarchas, breves composiciones líricas en mozárabe que expresaban lamentos amorosos en voz femenina, y los villancicos, que abordaban temas cotidianos como el amor, la naturaleza y las festividades. Estas formas poéticas se caracterizan por su estructura breve y repetitiva, lo que facilitaba su memorización y difusión oral.
La lírica popular medieval no solo refleja el sentir del pueblo de la época, sino que también constituye un valioso testimonio de la diversidad cultural de la península ibérica. Su legado perdura en la tradición poética posterior y en la música popular española.
Jorge Manrique y las Coplas por la muerte de su padre
Jorge Manrique, poeta destacado del siglo XV, es conocido principalmente por sus Coplas por la muerte de su padre. Esta obra es una elegía en la que reflexiona sobre la fugacidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte, al tiempo que exalta las virtudes y el legado de su padre, Rodrigo Manrique.
La obra está compuesta en pie quebrado, una estructura métrica que alterna versos octosílabos y tetrasílabos, y se inscribe en la tradición medieval del ubi sunt, que interroga sobre el paradero de las glorias terrenales. A través de un lenguaje sencillo pero profundo, Jorge Manrique logra una poesía universal que trasciende su contexto histórico, invitando al lector a reflexionar sobre temas existenciales como la vida, la memoria y la trascendencia.
Las Coplas por la muerte de su padre se han convertido en un clásico indiscutible de la literatura española, gracias a su equilibrio entre emotividad y sabiduría filosófica.
El Mester de Clerecía
El Mester de Clerecía surgió en contraposición al Mester de Juglaría, consolidándose como una corriente literaria culta durante los siglos XIII y XIV. Fue desarrollado principalmente por clérigos y escritores eruditos, quienes buscaban transmitir mensajes religiosos, didácticos y morales a través de textos escritos.
A diferencia del Mester de Juglaría, esta corriente utilizaba una métrica regular conocida como cuaderna vía, que consiste en estrofas de cuatro versos alejandrinos (14 sílabas) con rima consonante. Sus obras destacaban por su lenguaje más elaborado y por el uso de recursos literarios propios de autores instruidos. Ejemplo paradigmático de esta tradición es Gonzalo de Berceo, con su obra Milagros de Nuestra Señora, que busca instruir al público en la fe cristiana mediante relatos piadosos.
El Mester de Clerecía refleja la transición hacia una literatura escrita y organizada, promoviendo valores culturales y religiosos que marcaron la sociedad medieval. Su influencia sentó las bases de la literatura culta en España y abrió el camino hacia nuevas formas de expresión literaria en la península.
La Celestina de Fernando de Rojas
La Celestina, escrita por Fernando de Rojas y publicada en 1499, es una tragicomedia que ocupa un lugar destacado en la transición entre la literatura medieval y el Renacimiento. La obra narra la trágica historia de amor entre Calisto y Melibea, intermediada por la figura de Celestina, una astuta y manipuladora alcahueta que busca aprovecharse de los deseos de los jóvenes.
La obra se caracteriza por la evolución psicológica de los personajes (personajes redondos), su lenguaje rico en matices y porque a partir de esta obra se empieza a dar importancia a los sentimientos de la clase baja. A través de sus diálogos extensos se desarrollan temas como el amor pasional, la codicia, el individualismo y el fatalismo, que reflejan una visión desengañada del mundo. Aunque comienza con un tono cómico, el desenlace trágico de los protagonistas evidencia la futilidad de los deseos humanos en un contexto marcado por la moral y el destino.
La Celestina es considerada una obra fundacional de la literatura española por su profundidad narrativa y su capacidad para explorar la naturaleza humana, siendo también una influencia el desarrollo posterior de la novela y el teatro.
La Lírica Renacentista del Siglo XVI: Garcilaso de la Vega
La lírica del siglo XVI marca la transición al Renacimiento, influenciada por las corrientes italianas que introdujeron nuevos temas y formas métricas. Garcilaso de la Vega es el principal exponente de esta etapa, junto con poetas como Juan Boscán. Su obra refleja los ideales renacentistas de equilibrio, belleza y armonía.
Entre las innovaciones métricas destacan el uso del soneto, la lira y otras formas poéticas italianas. Los temas predominantes incluyen el amor platónico, la naturaleza idealizada y la mitología clásica, expresados con un lenguaje refinado y emocional. Garcilaso introdujo un tono introspectivo y melancólico en sus poemas, como se aprecia en sus églogas, donde la naturaleza sirve como espejo de los sentimientos humanos.
La lírica del siglo XVI marcó un cambio profundo en la literatura española, al incorporar influencias humanistas y acercarse al ideal renacentista de la perfección artística. Su impacto se extendió a los siglos posteriores, consolidando la poesía como una de las expresiones más elevadas del arte literario.
El Teatro Barroco Español del Siglo de Oro: Lope de Vega y Calderón de la Barca
El teatro barroco español, desarrollado durante el Siglo de Oro, es un reflejo del esplendor cultural de la época y una de las manifestaciones más importantes de la literatura mundial. Este tipo de teatro rompió con las normas clásicas de la dramaturgia, estableciendo un modelo dinámico, variado y adaptado al gusto del público de la época.
Lope de Vega, conocido como "el padre del teatro moderno", transformó la escena teatral con su Arte nuevo de hacer comedias. En sus obras, mezcló elementos trágicos y cómicos, introdujo personajes de diferentes clases sociales y utilizó un lenguaje accesible. Obras como Fuenteovejuna, donde el pueblo se une contra la injusticia, o El caballero de Olmedo, que combina amor, honor y tragedia, reflejan su genialidad. Por otro lado, Calderón de la Barca llevó el teatro barroco a un nivel más filosófico y simbólico. En La vida es sueño, Calderón aborda temas universales como la libertad, el destino y la realidad, creando un drama profundo y reflexivo.
El teatro barroco no solo era entretenimiento, sino también un espacio para explorar los valores y dilemas humanos, como el honor, la fe y la justicia. Su impacto en la cultura española y universal es inmenso, pues sentó las bases de la dramaturgia moderna y sigue siendo representado y admirado en todo el mundo.