Literatura española de posguerra (1940-1950): contexto, narrativa y autores
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Literatura española de posguerra (1940-1950)
Contexto histórico y cultural
En España, la Guerra Civil finalizó en 1939 con la victoria del bando franquista y el establecimiento de la dictadura del general Franco. Los primeros años de posguerra fueron de miedo, censura, desolación, penuria y represión. El panorama cultural era desolador. Muchos escritores, ante el miedo de expresarse libremente, optaron por el exilio. Quienes permanecieron en España no podían publicar con libertad, sometidos a la censura oficial y a la autocensura, producto del miedo y la represión.
En este contexto, la literatura se convirtió, en muchas ocasiones, en un mero medio de evasión de la realidad. Se produjo una literatura de exaltación patriótica y apoyo al régimen. Sin embargo, poco a poco, surgieron voces disidentes que expresaban su descontento con la situación política y social, a menudo a través de ideas existencialistas. No debemos olvidar la literatura del exilio español, caracterizada por temas como la evocación de la España perdida, la nostalgia de la patria, el recuerdo de la Guerra Civil, la angustia del destierro y la soledad.
La narrativa de posguerra
La novela española acusó la postración del momento. La censura prohibió parte de la narrativa española desde el Realismo, y del extranjero solo se traducían autores de ideología afín al régimen. En la narrativa de estos años se distinguen dos orientaciones: la novela conformista y la novela existencial.
Novela conformista
La novela conformista seguía un estilo e ideología tradicionales, sin reflejar el malestar de la posguerra. Dentro de ella se distinguen:
- Novela "rosa": de carácter evasivo.
- Novela "de guerra": favorable al régimen.
- Novela realista tradicional: de estilo decimonónico, con argumentos extensos y ambientes y conflictos burgueses recreados con precisión.
Novela existencial
La novela existencial se caracterizó por su inconformismo, alejada del triunfalismo o la evasión dominantes. Sus personajes, generalmente desorientados y frustrados, expresaban el malestar del momento. Autores destacados de esta corriente son Cela, Laforet y Delibes.
Camilo José Cela, con La familia de Pascual Duarte (1942), inició el "tremendismo", una corriente que acentuaba la ambientación sórdida, la violencia y los aspectos más negativos de la realidad para contar historias truculentas y desagradables. La colmena (1951) pertenece al realismo social, reflejando la vida y la sociedad del Madrid de posguerra a través de un elevado número de personajes. Se trata de una novela de personaje colectivo, sin un protagonista definido, organizada en breves secuencias que se conectan entre sí, mostrando la gigantesca colmena en la que viven, sufren, aman y mueren los personajes. Esta novela marca la transición entre la novela existencial y el realismo social.