Literatura Española de Posguerra: Tendencias y Autores Clave (1940-1950)

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Impacto de la Guerra Civil en la Literatura Española

Años 40: Existencialismo y Tremendismo

La Guerra Civil española provocó una ruptura en la continuidad literaria del país. Se perdió el contacto con la literatura anterior; algunos escritores fallecieron y otros se exiliaron. La censura dificultó la publicación y lectura de importantes figuras españolas, por lo que muchos de los jóvenes escritores carecieron de la referencia de las décadas anteriores. Además, en ocasiones, optaron por una literatura de evasión carente de compromiso.

En la década de los 40, los escritores trataron de reflejar la angustia, el temor y la inquietud de un país recién salido de un grave conflicto. Se abrió así el camino a la literatura existencial, que tuvo importantes representantes como Carmen Laforet y Camilo José Cela. Esta tendencia existencial abrió el camino a un nuevo enfoque que sería el predominante en los años 50: el realismo social.

Autores en el Exilio

Las circunstancias políticas y sociales hicieron que algunos narradores de nuestra literatura se marchasen del país. Entre estos escritores destacan:

  • Ramón J. Sender: Réquiem por un campesino español
  • Francisco Ayala: Muertes de perro

En la década de los 40, la producción novelística estuvo marcada por una serie de circunstancias: el exilio y la muerte de algunos escritores de generaciones anteriores, y la censura. A partir del tremendismo, se publicaron novelas de tipo existencial en las que se planteaban el temor y la angustia por la situación tras la guerra, la inquietud y la búsqueda del sentido de la existencia humana. Una de las representantes más destacadas fue Carmen Laforet con su obra Nada.

Años 50: Auge del Realismo Social

En los años 50, la literatura pretendió reflejar la situación social de forma realista, dando lugar a lo que se conoce como realismo social. Sus rasgos principales son:

  • Importancia del protagonista colectivo.
  • Concentración de la acción en poco tiempo y narración lineal.
  • Argumentos que reflejan situaciones y problemas sociales variados.
  • Lenguaje sencillo que intenta reproducir el habla real.
  • Narrador objetivo que observa y refleja lo que ve, como si fuera una cámara.

El realismo social buscaba dar testimonio de la situación que se vivía y manifestar un compromiso social dentro de lo que permitía la censura. La novela realista creció con las aportaciones de Rafael Sánchez Ferlosio, entre muchos otros. En la poesía, destacó Blas de Otero. Algunas obras representativas de esta época son La colmena, de Camilo José Cela, y El Jarama, de Rafael Sánchez Ferlosio.

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