Literatura Española Post-Guerra: Realismo Social y Teatro de Humor

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La Literatura Española de Posguerra

La Guerra Civil de 1936 supuso un trauma en la vida social y cultural de los españoles. A muchos les llevó a la muerte, a otros al exilio. La actividad literaria quedó interrumpida. Una vez finalizada la guerra, nació una fuerte censura, de ahí que se hable de los oscuros y difíciles años 40.

La Narrativa de Posguerra

El Realismo Social y Camilo José Cela

Surgirá así una literatura que pone de manifiesto las injusticias y lacras sociales, y que constituye el llamado realismo social de los años 50. La obra más representativa de este periodo es La Colmena (1951).

La Colmena

Fue censurada en España en el año 1946 y publicada finalmente en Buenos Aires en 1951. La obra recoge la vida de unos 300 personajes mediocres, a lo largo de tres días cualesquiera, en la ciudad de Madrid. A través de ellos quedan retratados todos los ciudadanos hambrientos, dolientes y cínicos de una España recién salida de la Guerra Civil. Es una novela abierta, sin argumento y sin final, según las técnicas de la narrativa contemporánea.

La Narrativa de la Democracia: Miguel Delibes

Existiendo un rechazo o cansancio hacia el realismo social de épocas anteriores, se impone en los últimos tiempos una vuelta a la narratividad, es decir, al gusto por contar historias, sin pretensiones de cambiar el mundo. Miguel Delibes es un autor destacado en esta época. Una de sus obras más importantes es Los Santos Inocentes. Se trata de una novela de trama muy simple, pero de mucha humanidad.

El Teatro Español Posterior a 1936

El Teatro de la Inmediata Posguerra: Miguel Mihura

Destaca con un teatro de humor. Escribió Tres Sombreros de Copa, una obra de vanguardia que establecía una nueva forma de humor basada en el absurdo, que chocaba con la mentalidad del público y la crítica de la época.

Tres Sombreros de Copa

A través del lenguaje irracional (expresiones absurdas, situaciones ilógicas…) el autor muestra lo absurdo del ser humano, sus contradicciones y su estupidez; y por este camino nos lleva a comprender mejor lo racional.

El Teatro Realista y Social: Antonio Buero Vallejo

Se impone el realismo como una necesidad social, aunque debido a la censura existente no se llegue a hacer una crítica política. La renovación llega de la mano de Buero Vallejo, con Historia de una Escalera, que tuvo un éxito rotundo. A través de ella, todas las clases sociales se veían retratadas, con sus problemas cotidianos, propios de una sociedad deprimida por la crisis de la que no era aún capaz de salir.

Historia de una Escalera

El Teatro de la Democracia

En la década de los 80 resurge el teatro de autor. También se produce una vuelta a las obras clásicas. En 1982 destaca el estreno de Las Bicicletas son para el Verano del actor y director Fernando Fernán Gómez, que retoma el tema de la Guerra Civil y que cosechó un enorme éxito popular.

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