Literatura Española del Siglo XV: Vitalismo, Moralismo y Prosa Clásica

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La Literatura Durante el Siglo XV: Vitalismo y Moralismo

La sociedad estaba profundamente preocupada por la muerte, en gran parte a causa de las guerras y la Peste Negra. Ante esta realidad, surgieron dos posturas principales:

  • Postura vitalista: Ante la certeza de la muerte, se aprovecha la vida disfrutándola al máximo.
  • Postura moralista: Reflexionar sobre la brevedad de la vida y la necesidad de conducirse para alcanzar la vida en el más allá.

La Poesía

El Mester de Clerecía se prolonga hasta adentrarse en el siglo XIV.

  • Punto de vista formal: Relajación de la regularidad métrica. Encontramos la cuaderna vía de tres o cinco versos irregulares y rima asonante.
  • Punto de vista temático: Retroceso en el cultivo de las vidas de santos y de obras marianas.

Libro de Buen Amor

Obra compuesta por 1782 estrofas. Fue conocida hasta principios del siglo XX como el Libro del Arcipreste por Ramón Menéndez Pidal.

Autoría y Fecha de Composición

La obra nos ha llegado a partir de tres manuscritos distintos, redactados por el propio autor: dos más breves (1330) y otro más extenso (1343). El autor se llamaba Juan Ruiz, Arcipreste de Hita (Guadalajara). Su condición de clérigo se pone de manifiesto por los conocimientos litúrgicos y del mundo religioso que muestra. Aparece un espíritu burlón, jocoso e irónico que convierte el libro en una de las figuras más atractivas de la Edad Media.

Estructura

Formado por elementos de procedencia muy diversa:

  • Prólogo en prosa: Se explica el sentido moralizador de la obra: enseñar al hombre a elegir siempre el buen amor.
  • Narración amorosa ficticia: Autobiografía donde nos cuenta sus historias de amor fracasadas.
  • Colección de fábulas: Sirven como ejemplificación de alguna enseñanza que se acaba de dar.
  • Paráfrasis: Comedia latina del siglo XII que se atribuía a Ovidio.
  • Narración alegórico-burlesca: La batalla de Don Carnal y Doña Cuaresma.
  • Reflexiones morales: Sobre la confesión y las armas que tiene el cristiano para combatir el pecado.
  • Serie de sátiras: El poder del dinero sobre el mundo.
  • Serie de poesías líricas: Repartidas a lo largo de toda la obra.

Argumento

Aventuras amorosas, fracasadas por distintas razones. Don Amor se le presenta para darle consejos sobre cómo ser un buen amante. Le aconseja los servicios de una tercera persona, una vieja que puede entrar en casa de cualquier mujer y convencerla de su amor por él: la Trotaconventos.

Estilo

El Arcipreste hace que sus personajes se expresen en una lengua muy viva y expresiva, con abundante vocabulario y giros sintácticos. Contiene un carácter juglaresco.

Sentido

  • Carácter didáctico: El libro se interpreta como una lección moral.
  • Tono vitalista y divertido: Alejado del didactismo habitual en obras medievales.

La Prosa Literaria

La prosa castellana fue creada en el siglo XIII por Alfonso X. Un siglo más tarde, la prosa castellana adquiere la madurez suficiente para convertirse en un vehículo de expresión literaria. En esta época se tradujeron al castellano colecciones de cuentos orientales, como el Calila e Dimna o el Libro de los engaños de las mujeres. Con obras así, la lengua castellana va adquiriendo riqueza, tanto léxica como sintáctica. Don Juan Manuel hace entrar en pie firme a nuestra prosa en el terreno de la creación literaria original.

Don Juan Manuel

(1282-1348) Representa el prototipo de escritor exigente consigo mismo, que depura su prosa hasta obtener de ella los acordes que deseaba. Fue el primer autor literario español que compuso sus obras personalmente y pudo imprimirles sus características estilísticas personales. Fue el primer autor que se preocupó de que sus obras se fueran transmitiendo sin que las erratas las desvirtuaran. La biblioteca en la que se conservaban sus manuscritos sufrió un incendio y se perdieron.

  • Estilo: Muy depurado, con el objetivo principal de la claridad. Cuidaba muy bien el vocabulario y las estructuras sintácticas, logrando un estilo conciso en su expresión.

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