Literatura Neoclásica del Siglo XVIII: Teatro, Fábula y Ensayo

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Literatura del Siglo XVIII: Neoclasicismo

La literatura del siglo XVIII es un fiel reflejo del pensamiento ilustrado. Se denomina neoclásica debido al renovado interés por los gustos, los temas y los autores grecolatinos. Se dan diferentes géneros literarios:

  • Lírica: La poesía fue escasa. Destacan los poemas de signo amoroso y pastoril. Se caracteriza por seguir los preceptos del buen gusto.
  • Narrativa: El siglo XVIII es una época caracterizada por la crisis de la novela.
  • Didáctica: Hay varios subgéneros que cumplen esta función:
    • Prosa didáctica: Es el género más cultivado.
    • Se incorporan también subgéneros nuevos: el ensayo y la carta.
    • La fábula, de carácter educativo, ofrece al lector enseñanzas.
  • Teatro: Se caracteriza por el abandono de los preceptos del barroco y la vuelta a las normas clásicas. El subgénero más representativo fue la comedia burguesa.

El Teatro de Leandro Fernández de Moratín

Leandro Fernández de Moratín fue fiel seguidor de las reformas dramáticas mencionadas anteriormente. Escribió cinco comedias, de las que podemos destacar estos aspectos:

  • Sus obras tienen una doble finalidad:
    • Poseen un carácter satírico: es el caso de La comedia nueva o El café, en la que se critica a los malos autores dramáticos que no tenían en cuenta las reformas llevadas a cabo en el teatro neoclásico.
    • Pretende aleccionar y entretener al espectador por medio de la actuación de los personajes. El sí de las niñas es un ejemplo de este tipo de teatro.
  • Su estilo es llano y natural, y el lenguaje de los personajes responde a la posición social que estos ocupan, logrando así verosimilitud.
  • El contenido de sus obras refleja situaciones cotidianas de la sociedad del momento.

La Fábula

La fábula recrea escenas entre animales personificados o seres inanimados con una finalidad didáctica y moralizante. Presenta una gran variedad de métrica (versos alejandrinos...) y estrófica (silvas, décimas...), pero siempre buscando el equilibrio y la armonía. Los fabulistas más destacados de este siglo son Félix María Samaniego y Tomás de Iriarte. Samaniego recoge en sus obras las enseñanzas de los fabulistas clásicos e Iriarte aúna en muchas de sus obras la intención didáctica con el empleo de los recursos literarios de la lírica.

El Ensayo

El ensayo consiste en la exposición clara sobre un asunto, aportando pruebas y comentarios, y suscitando la reflexión del receptor. El ensayo sirvió para tratar temas variados (política, educación...) y se utilizó con una doble finalidad: divulgar las nuevas teorías de la ciencia y combatir las falsas creencias populares. Una de sus figuras relevantes fue Benito Jerónimo Feijoo. Otro de los autores destacados fue Jovellanos. Su obra denuncia la situación del país y propone reformas necesarias. Trata diversos temas y presenta un estilo elegante y sobrio.

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