Locke y Hume: Fundamentos del Liberalismo y la Crítica al Conocimiento

Clasificado en Filosofía y ética

Escrito el en español con un tamaño de 3,56 KB

El Pensamiento Político de John Locke

El Estado de Naturaleza

Según Locke, en el estado de naturaleza, los hombres son libres de forma absoluta e iguales, y disfrutan de los frutos de su trabajo personal. Las personas conocen una ley natural a través de la razón, estimulada por los sentidos. Esta ley, querida por Dios, establece que los hombres disfrutan de derechos fundamentales:

  • Derecho a la vida.
  • Derecho a la libertad.
  • Derecho a la propiedad privada de los bienes conseguidos con su trabajo.

Crítica del Autoritarismo Político

Locke propone un pacto entre iguales, de manera que el poder no debe ser ilimitado, ni absoluto, ni arbitrario. Los políticos son responsables ante el pueblo del desempeño de su misión. Para conseguir esto, es indispensable la separación de los poderes legislativo y ejecutivo, con el fin de evitar los abusos del poder.

Carta sobre la Tolerancia

Locke afirma que «la tolerancia es la característica principal de la verdadera Iglesia». Sostiene que los males que padece la sociedad son producto de la intolerancia de unos hombres con las creencias de otros. Por ello, defiende que ninguna conciencia debería ser coaccionada y que nadie debería ser obligado a entrar en un culto o a permanecer en él, ya que la verdad no es monopolio de nadie.

La Crítica Filosófica de David Hume

Crítica al Principio de Causalidad: Pensamiento y Realidad

La crítica de Hume al principio de causalidad no busca negar su existencia, sino cuestionar la forma en que tanto la filosofía escolástica tradicional como el racionalismo lo establecían o aceptaban. Para ambas corrientes, el principio de causalidad actuaba como una especie de atadura metafísica entre la causa y el efecto, convirtiéndola en una relación necesaria. Es precisamente aquí donde se dirige la crítica de Hume: su objetivo es probar que no existe tal vínculo necesario entre causa y efecto.

Al ser una cuestión de hecho, Hume argumenta que debemos atenernos a los hechos y observar lo que ocurre. Según él, la idea de una vinculación necesaria entre la causa y el efecto se origina fantásticamente en la mente humana, pero no reside en las cosas mismas. Únicamente expresa una idea metafísica fundada en la libre asociación de ideas.

Postulados sobre el Principio de Causalidad

Las experiencias anteriores nos llevan a conformar un hábito o costumbre. Este hábito provoca que la mente se acostumbre a la conjunción de determinados fenómenos y crea que todo seguirá ocurriendo de la misma manera, sintiéndose con derecho a predecir lo que sucederá.

Establecer una relación causa-efecto es, para Hume, la consagración del hábito, elaborado tras haber observado en el pasado que a un evento le sucedía otro de forma temporal, constante e inmediata. Esto significa que la causalidad se fundamenta únicamente en la costumbre. El pensamiento es incapaz por sí mismo de predecir el futuro y de descubrir la verdadera naturaleza de las cosas.

Así pues, no se puede afirmar que la idea de causalidad sea una idea innata o una vinculación necesaria entre dos cosas. Son únicamente la experiencia y la observación de múltiples casos particulares las que crean el hábito por el cual establecemos que una cosa es causa de otra. No hay, por tanto, un principio racional para establecer el principio de causalidad, sino solo la consagración de un hábito.

Entradas relacionadas: