La Lucha por la Autonomía Vasca: De Estella (1931) al Estatuto de Guerra (1936)
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El Movimiento Autonomista Vasco y la Segunda República
Todo ello no impidió que el republicano Sasiáin y el socialista Indalecio Prieto gestionaran la inclusión de la autonomía vasca en la organización republicana. El movimiento autonomista vasco se puso en marcha el 4 de abril de 1931.
El alcalde nacionalista de Getxo, José Antonio Aguirre, encabezó un movimiento de ayuntamientos en pro de la autonomía, que culminó en la reunión de Estella, del 14 de junio de 1931, con apoyo de nacionalistas y carlistas.
El Estatuto de Estella (1931)
Se aprobó un proyecto de estatuto, conocido como el Estatuto de Estella, cuya redacción se había encargado a la Sociedad de Estudios Vascos. Nacionalistas y carlistas optaban por el estatuto con la esperanza de convertir al País Vasco-Navarro en un territorio a salvo de la legislación anticlerical republicana.
El artículo más conflictivo era que el poder autonómico se reservaba la facultad de negociar concordatos con la Santa Sede. El Estatuto de Estella fue aprobado por 427 alcaldes en el País Vasco y Navarra, gracias al apoyo de nacionalistas, carlistas y católicos independientes.
Sin embargo, el proyecto quedó en suspenso al ser el texto estatutario declarado anticonstitucional por reservarse una facultad del ejecutivo nacional: la negociación con el Vaticano, que iba contra el espíritu de la Constitución de 1931.
La Búsqueda de un Nuevo Estatuto (1931-1933)
El 8 de diciembre de 1931 se encargó la elaboración de un nuevo proyecto de estatuto a las comisiones gestoras de las disueltas diputaciones. El Gobierno se aseguraba de que el estatuto se haría conforme al espíritu laico y republicano de la Constitución.
La izquierda republicana y socialista apoyó el proyecto, y los nacionalistas lo aceptaron con agrado. No obstante, los carlistas y el resto de fuerzas católicas lo rechazaron por tener un carácter antirreligioso y antiforal.
Características del Nuevo Proyecto
Comparado con el de Estella, el nuevo estatuto:
- Recortaba las facultades autonómicas vascas.
- Era más democrático, al reconocer el principio de representación proporcional en las elecciones al futuro Parlamento Vasco.
- Su espíritu se adaptaba al de la Constitución de 1931.
En 1932, en Pamplona, la mayor parte de los alcaldes aceptaron el estatuto. Navarra rechazó el proyecto, por la oposición de la izquierda de la Ribera y el carlismo de la Montaña.
En 1933, los ayuntamientos vascos aceptaron el nuevo proyecto, que excluía a Navarra del estatuto. Este nuevo proyecto contó con el fervor del nacionalismo.
El Referéndum y la Exclusión de Álava
La aprobación definitiva del estatuto requería referéndum. En Bizkaia y Gipuzkoa el proyecto fue aprobado por una gran mayoría; sin embargo, en Álava la oposición al estatuto estaba encabezada por José Luis de Oriol y los carlistas, y se rechazó el proyecto.
El Estatuto de Autonomía de 1936 (Estatuto de Guerra)
En 1936, con el Frente Popular, se llevó a cabo la redacción del cuarto Estatuto. Fue Indalecio Prieto quien lo redactó, aunque era breve y simple, y fue aprobado en plena Guerra Civil (1936-1939) el 1 de octubre de 1936 por unas Cortes reducidas.
Contenido del Estatuto de 1936
El Estatuto de 1936 establecía:
- El primer artículo mostraba los territorios a los que afectaba el Estatuto y la oficialidad del euskera como lengua.
- El artículo n.º 5 exponía la creación de un cuerpo autonómico de policía.
- El artículo n.º 10 trataba la división de poderes, el sufragio universal y la soberanía nacional.
- Finalmente, se mostraba una disposición transitoria sobre la organización del proceso electoral.
Este Estatuto de Autonomía estuvo en vigor durante 9 meses en Bizkaia hasta que fue conquistada en julio de 1937 por las tropas navarras.
Consecuencias de la Guerra Civil y la Transición
Tras la Guerra Civil Española, Álava y Navarra mantuvieron sus diputaciones y los conciertos económicos, ya que habían apoyado a Franco. Gipuzkoa y Bizkaia, sin embargo, perdieron sus privilegios tras la abolición de los conciertos económicos en 1937.
Ya en la Transición, con la Ley para la Reforma Política, se elaboró la Constitución de 1978, que permitió la elaboración del Estatuto de Gernika (1979). Este documento ha sido de gran importancia, especialmente en el País Vasco, ya que trata del primer Estatuto de Autonomía del País Vasco aprobado. Además, sirvió de modelo en cierto aspecto para la elaboración del Estatuto de Gernika (1979), actualmente en vigor.