Madrid: Configuración Geográfica y Desarrollo Urbano de la Capital

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Madrid: Situación, Emplazamiento y Morfología Urbana

Un emplazamiento de origen defensivo junto al río Manzanares fue el punto de partida para Madrid. Allí se situó una pequeña fortaleza musulmana. El río y su valle no solo actuaron como un eficaz parapeto defensivo, sino también como un obstáculo que determinó que la ciudad se ampliara predominantemente hacia el este, norte y sur. Esta particularidad geográfica ha propiciado que en el lado oeste se encuentren algunas de las zonas verdes más importantes de la ciudad.

Su situación, prácticamente en el centro geográfico de la Península Ibérica, fue un factor clave para que Felipe II la eligiera como capital del reino.

En cuanto a su morfología, Madrid es una ciudad con un plano compuesto. En ella se observa:

  • El plano desordenado o irregular, característico de la ciudad medieval y moderna.
  • El plano reticulado, presente en diversos ensanches y zonas que rodean el casco antiguo.
  • Algunos planos lineales, correspondientes a ejes de crecimiento.

Evolución Urbana: El Casco Antiguo de Madrid

El casco antiguo se corresponde con la ciudad preindustrial. En él se pueden distinguir dos sectores principales:

Sector Medieval

Este sector presenta un carácter defensivo, típico de las ciudades medievales. Su origen se remonta a la dominación musulmana y se caracteriza por un plano irregular.

Sector Moderno (Siglos XVI-XVIII)

El resto del casco antiguo se desarrolló principalmente a partir del siglo XVI. Durante este periodo, la Puerta del Sol comenzó a sustituir a la Plaza Mayor como centro neurálgico de la ciudad. La expansión urbana de esta época respondió al aumento de la población y a la tendencia de construir viviendas de una sola planta. Surgieron también edificios emblemáticos que simbolizaban el poder real.

Posteriormente, procesos como la desamortización contribuyeron a remodelar el tejido urbano, abriendo y ampliando nuevas calles que mejoraron las comunicaciones con el centro.

Expansión Urbana: Ensanches y Periferia

Con la desaparición de la muralla, se inició la expansión planificada de nuevas áreas residenciales: los ensanches. El Paseo de la Castellana se consolidó como la principal arteria de la ciudad. Los ensanches presentan un trazado regular y ortogonal, diseñado para facilitar la parcelación y la venta de los terrenos. Las edificaciones típicas son bloques de viviendas cerrados, conformando manzanas con estrechos patios de luces. Tanto en el casco antiguo como en los ensanches del siglo XIX, la industria del ocio adquirió una notable importancia.

Crecimiento en el Siglo XX

Durante el siglo XX, la ciudad continuó su crecimiento. Los ensanches se ampliaron progresivamente hasta alcanzar y englobar núcleos de población preexistentes en los alrededores.

La Periferia Madrileña

En la periferia se pueden identificar, a grandes rasgos, dos sectores principales: aquel que surgió a partir del enorme crecimiento de la ciudad desde la posguerra y el área delimitada por la ronda de la M-30. Dentro de la periferia, se distinguen diferentes tipos de áreas:

Áreas Residenciales

Son de muy diversa categoría social y tipología, abarcando desde lujosas urbanizaciones hasta antiguos barrios de chabolas hoy transformados o en proceso de renovación.

Áreas Industriales

También presentan diversidad: desde polígonos industriales tradicionales hasta nuevos espacios industriales y tecnológicos de mayor calidad y con mejores infraestructuras.

Áreas de Servicios y Equipamientos

Estas áreas buscan en la periferia suelos más amplios y baratos para su implantación. Incluyen grandes zonas verdes, centros comerciales, complejos de ocio, hoteles, hospitales y campus universitarios, entre otros.

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