Magistraturas Romanas Clave: Poder y Función en la República
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El Dictador Romano: Poder Extraordinario en Tiempos de Crisis
El dictador era un magistrado extraordinario, pues no aparecía habitualmente, sino en caso de necesidad pública. No era un cargo de duración anual ni elegido en los comicios, y cayó en desuso tras el asesinato de César. Solo podía ser nombrado en un acto ritual de carácter augural por un cónsul o un tribunus militum consulari potestate, y no por el praetor. El poder público o imperium lo recibía posteriormente ante la asamblea centuriada. Su designación era irrevocable, y solo la renuncia o la deposición del magistrado proponente provocaban la extinción de la dictadura.
Su nombramiento se producía en momentos de peligro militar para Roma. El uso habitual de este recurso provocó que, tras la muerte de César, la dictadura fuera abolida de las magistraturas romanas.
El Censor Romano: Custodio de las Costumbres y el Censo
El censor era una magistratura singular o extraordinaria que apareció como consecuencia de la nueva estructura implantada por el ejército centuriado, organizado con base en la situación económica de sus miembros, y que también estaría relacionada con las obligaciones tributarias de los ciudadanos. La regulación de este cargo colegiado sería una consecuencia de la reforma constitucional mencionada del año 367 a.C. por las Leyes Licinias, con una duración de 18 meses, y era elegido cada cinco años con la finalidad de elaborar el censo. Eran magistrados electos por las asambleas centuriadas a los que se les confería una potestas censoria, pero que carecían de imperium. Controlaban las costumbres de la vida ciudadana y declaraban, en el caso de observarse alguna tacha moral, la consiguiente infamia limitativa de la capacidad de obrar de los ciudadanos. Esta función fiscalizadora explica el gran prestigio de la magistratura y que el desempeño del cargo fuera reservado a personas relevantes de la vida romana. Ni los cónsules ni los praetores podían vetar sus decisiones, pues sus auspicia eran de diversa naturaleza y, por tanto, no eran colegas entre sí.
Los Cuestores Romanos: Administradores del Erario Público
Etimológicamente, la voz quaestor significaría 'investigador' en materia criminal, y se trató de una magistratura menor elegida por las asambleas de la tribu con funciones administrativas del erario público romano. Bajo la dirección del Senatus, otorgaban los medios económicos a los cónsules para sus campañas militares, perseguían a los deudores del Estado y controlaban los botines de guerra.
Desde la creación de las provincias, cada gobernador contaba a su lado con un quaestor, y era este quien respondía de la administración provincial, rindiendo cuentas al final de la misma.