Manejo de pacientes verborrágicos

Clasificado en Psicología y Sociología

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PACIENTE VERBORRÁGICO

Se incluyen en éste lugar a todos aquellos pacientes que, como consecuencia de su estilo verborrágico de comunicación, dificultan de manera significativa, la tarea del terapeuta. Se exceptúa del análisis y abordaje a pacientes que se encuentran en un estado de euforia maníaca o hipomaníaca, como así también, de los pacientes intoxicados por sustancias.

Manejo específico

En cuanto al manejo específico de este tipo de comportamiento, se sugiere como norma general, que el terapeuta interrumpa al cliente con una actitud firme y cordial, para luego dedicarse a redirigir la entrevista hacia aquellos aspectos que se consideren más relevantes para la definición del problema y para el logro de los objetivos terapéuticos. Una manera simple, útil y efectiva para frenar el discurso verborrágico, consiste en decirle al paciente, en forma enfática y concreta lo siguiente: “perdón, pero me resulta muy difícil de entenderla” o “perdón, me cuesta mucho seguirla”. Estas expresiones deberían ir acompañadas por movimientos firmes con las palmas de las manos hacia adelante (stop), ya que, el uso del lenguaje analógico resulta mucho más apropiado en éstos casos.

Interrupciones constantes

Cuando se está trabajando con pacientes verborrágicos, quienes además interrumpen constantemente al terapeuta, una intervención adecuada es la siguiente: “tenemos algunas ideas acerca de lo que está pasando y también de lo que se podría hacer, pero quizás usted tenga más cosas para decirnos, de modo que podemos terminar esta sesión, dándole la palabra a usted y en la próxima entrevista se lo contamos”. La curiosidad así provocada en el paciente, actúa como un freno inhibitorio sobre el comportamiento disruptivo.

Estilo cognitivo disperso

En otras ocasiones, donde el discurso verborrágico se acompaña de un estilo cognitivo disperso y ramificado, el terapeuta puede intentar modificarlo, utilizando la técnica de la prescripción del estilo, y expresar en un tono desafiante algo como: “me resulta muy difícil poder seguirla, necesito que me ayude, porque estoy realmente interesado en escuchar y desde luego entender lo que usted está diciendo y no quisiera perderme nada, por lo cual, le pido que vaya más despacio, pero me parece que le va a resultar difícil, así que, es muy probable que, cuando yo necesite comentarle algo, usted se sienta tentada a interrumpirme para hablarme de otra cosa, pero de todos modos podemos intentarlo”. El trabajo con estos pacientes requiere del terapeuta, de mucha paciencia y también de un compromiso activo de este, durante todo el proceso, ya que, el paciente demanda de tiempo y de apoyo constante, de manera tal que, los objetivos más importantes, esto es, que el paciente llegue a comunicarse en forma más pausada y al mismo tiempo, más concreta, puedan ser conseguidos.

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