Manual de buenas prácticas de higiene en instalaciones pecuarias

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1. Recogida del estiércol y limpieza de deyecciones

Conforme menor sea el lapso de tiempo que se deja transcurrir entre limpiezas consecutivas de establos y cuadras, menor producción de olores, menor presencia de moscas y parásitos y mejor estado sanitario.

  • Los procedimientos mecánicos son siempre preferibles a los manuales.
  • El empleo de agua a presión consigue un adecuado grado de limpieza, pero implica grave problema de lixiviados.
  • Respecto al estiércol, conforme menores volúmenes se acumulen, menores problemas sanitarios.

2. Desinfección de instalaciones y accesorios

Cuanto más frecuente, mejor.

  • En caso de aparición de animales enfermos, abortos, etc. es una medida imprescindible de profilaxis.
  • La mayoría de las sustancias empleadas en desinfección de cuadras e instalaciones son lesivas para el operario. Se leerán detenidamente las observaciones que figuren en la etiqueta de la sustancia, y en su manejo se atenderá estrictamente a lo dispuesto en ella.
  • Los tratamientos de desinfección deben efectuarse siempre con una buena ventilación. Y el operario debe portar, como mínimo, buzo, botas, gafas de protección y guantes. En el caso de las sustancias que generan vapores tóxicos y/o irritantes, mascarilla o máscara completa.

Estas son las sustancias más ampliamente usadas en labores de limpieza y desinfección, así como sus riesgos específicos.

3. Eliminación de cadáveres

  • Para su manipulación se debe portar el mismo equipo de protección recomendado para las labores de desinfección.
  • En el caso de cerdos y ejemplares de ganado mayor, ayudarse del hidráulico del tractor y eslingas para colocar el cadáver sobre el remolque, que deberá ser volquete. Efectuar dichas operaciones con cuidado, dado que es fácil la aparición de sobreesfuerzos en el transcurso de las mismas.
  • Las únicas alternativas sanitariamente válidas son el traslado a muladar municipal o enterramiento con cal viva.
  • Jamás y bajo ninguna circunstancia, se abandonarán animales muertos.

4. Higiene personal

Todo trabajador de instalaciones pecuarias debe emplear unas rutinas de higiene muy estrictas. Aparte de las especies puramente patógenas, muchas de las especies saprófitas inherentes a las instalaciones pecuarias, como Staphilococcus aureus, pueden convertirse en patógenas al infectar pequeñas heridas.

Es IMPRESCINDIBLE disponer en la granja de un área habilitada para vestuarios, donde poder ducharse y cambiarse totalmente de ropa.

  • Dicha área comunicará de forma independiente con la granja y con el exterior, de tal modo que el operario pueda volver a su casa duchado y cambiado sin necesidad de volver a atravesar el área de trabajo.
  • Por el problema del olor de ciertas sustancias, es recomendable cambiarse de buzo todos los días, aunque ello implique un esfuerzo supletorio en forma de colada.
  • Cuando se está en un entorno constante de trabajo es fácil caer en la rutina, y de la rutina al descuido, existe una corta distancia. Pero, desde muchos puntos de vista, seguir una higiene personal estricta en las explotaciones pecuarias es un aspecto de gran importancia sanitaria y psicosocial.

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