Maquiavelo y la Ética del Poder: Reflexiones sobre Medios y Fines

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Contexto Histórico y Filosófico

Nicolás Maquiavelo es uno de los principales representantes de las teorías políticas del Renacimiento, junto a obras como Las Utopías de Tomás Moro, Tommaso Campanella y Francis Bacon.

Maquiavelo representa las teorías políticas autoritarias, donde el fin último de su obra cumbre, El Príncipe, es mantener el poder. Para lograrlo, el gobernante puede emplear todos los medios a su disposición: la fuerza o la inteligencia, la violencia o el conocimiento, las leyes o lo militar. Porque, para Maquiavelo, el fin justifica los medios.

La Pregunta Fundamental: Bien y Mal

Con esta frase, Maquiavelo plantea una de las grandes preguntas para la que, hoy, quinientos años después, el ser humano sigue sin tener respuesta: ¿Puede un mal estar justificado si conduce a un bien mayor? Para responderla, debemos plantearnos antes una duda mucho más abstracta: ¿qué son el bien y el mal?

San Agustín fue el primero en plantear la existencia del mal, atribuyéndolo a la consecuencia de un bien. Sentimos dolor porque hemos sido dotados de sensibilidad; pecamos porque se nos ha concedido libertad para hacerlo. Esta teoría, al igual que la maquiavélica, relaciona el bien y el mal como elementos interdependientes que no pueden existir separados.

Sin embargo, la popularización del concepto del mal como un medio para obtener beneficios superiores no se produce hasta la publicación de El Príncipe de Maquiavelo en 1513. En esta obra, su autor proponía el uso de cualquier medio a disposición del monarca con el objetivo de conservar el poder.

Dilemas Éticos Contemporáneos

Hoy en día, la mayor parte de la población condenaría de forma absoluta esta idea. Pero, ¿qué pasaría si conserváramos la pregunta modificando solo el contexto en el que está formulada? ¿Y si la muerte de una persona fuera todo lo que se necesitara para encontrar una cura para enfermedades letales como el cáncer? ¿Se sacrificaría esa vida por la salvación de muchas otras? ¿Sería un fin lo suficientemente noble como para eclipsar todos los medios empleados para alcanzarlo?

El Ser Humano como Juez Moral

En última instancia, todo se reduce a un solo ente: el ser humano. Pues es él quien decide y redefine cada día la línea entre la maldad y la bondad, lo moral y lo inmoral. La moralidad es una construcción social, reforzada por un conjunto de leyes destinadas a consolidar ciertas conductas y castigar otras. Somos nosotros quienes, en última instancia, adoptamos el papel de jueces morales, eligiendo una y otra vez dónde establecer la diferencia.

Reflexión Final

A modo de conclusión, a mi parecer, esta frase de Maquiavelo debería plantearse como una pregunta que todos debemos hacernos, más que como una afirmación.

Mi respuesta personal:

El fin justifica los medios, hasta que los medios eclipsan el fin.

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