El Marco Jurídico del Franquismo: Las Leyes Fundamentales de España
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Las Leyes Fundamentales del Franquismo: Pilares de un Régimen
El régimen franquista, establecido tras la Guerra Civil Española, se sustentó sobre un conjunto de normas jurídicas que, aunque carentes de una constitución formal, funcionaron como sus Leyes Fundamentales. Estas leyes, promulgadas en diferentes momentos, buscaban legitimar, organizar y perpetuar el sistema político, adaptándose a las circunstancias nacionales e internacionales. A continuación, se detallan las principales:
Leyes Fundamentales por Orden Cronológico
Fuero del Trabajo (1938)
Promulgado en plena Guerra Civil, fue una declaración de los derechos del trabajador y de las obligaciones de la empresa y del Estado en lo referente a la producción, con un carácter hipotético o programático que sentaba las bases del sindicalismo vertical franquista.
Ley Constitutiva de las Cortes (1942)
Promulgada cuando las potencias fascistas comenzaban a perder la Segunda Guerra Mundial, esta ley buscaba modificar la apariencia del sistema político franquista, creando unas Cortes de carácter consultivo y no representativo, con el fin de ofrecer una imagen de mayor institucionalidad.
Fuero de los Españoles (1945)
Tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, el régimen intentó readaptarse a las nuevas circunstancias internacionales aprobando esta ley como una hipotética carta de derechos y deberes de los ciudadanos. Aunque proclamaba ciertos derechos, estos estaban supeditados a los principios del Movimiento Nacional.
Ley de Referéndum Nacional (1945)
Su objetivo era otorgar una apariencia de representatividad y participación ciudadana en el poder legislativo. Esta ley permitía votar a los ciudadanos mayores de 21 años en referéndums sobre leyes fundamentales, aunque el Caudillo tenía la potestad de convocar y aprobar los resultados.
Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado (1947)
Preveía la instauración de una monarquía como sucesora del franquismo. Mediante esta ley, se declaraba a España como un Estado social y representativo (en el sentido orgánico, no democrático). Además, se otorgaba al Caudillo la potestad de nombrar a su sucesor en la Jefatura del Estado, con carácter vitalicio.
Ley de Principios Fundamentales del Movimiento Nacional (1958)
Esta ley reafirmaba los principios ideológicos fundamentales del régimen, estableciendo la doctrina del Movimiento Nacional como la base inmutable del ordenamiento jurídico y político español. Era una especie de "constitución ideológica" del franquismo.
Ley Orgánica del Estado (1967)
Considerada la última de las Leyes Fundamentales, esta ley reforzó el poder vitalicio de Franco y reorganizó la estructura del Estado, consolidando la figura del Jefe del Estado y la instauración de una monarquía vinculada al Movimiento Nacional, preparando la sucesión.