Marco Tulio Cicerón: Vida, Obra y Legado del Orador Romano
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Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C.)
Marco Tulio Cicerón nació en Arpino en el año 106 a.C., en el seno de una familia de caballeros. Recibió una educación completa en Roma y en Grecia. Alumno de los más célebres oradores y juristas de la época, pronunció sus primeros discursos judiciales después del triunfo político de Sila y se dio a conocer al tomar valientemente la defensa de Roscio de Ameria, víctima de una sórdida maquinación.
Fue elegido cuestor en 76 a.C. y ejerció este cargo en Sicilia, donde tuvo ocasión de defender a los sicilianos contra las exacciones y robos cometidos por Verres. Siguió el cursus honorum: edil en 69 a.C., pretor en 67 a.C. y cónsul en 63 a.C. Su consulado está marcado por su acción y éxito contra la conjuración de Catilina. Sin embargo, el clima político en Roma se ensombreció y pronto la ambición de los candidatos al poder personal hizo nacer las luchas fratricidas que anunciaron el fin cercano de la República.
En el año 58 a.C., un tribuno de la plebe, Clodio, hizo votar una ley contra Cicerón, quien consideró prudente exiliarse. Sus bienes fueron confiscados. En 52 a.C. volvió a Roma ayudado por Milón, al que defendió por la muerte de Clodio con menos brillantez de lo que se podría suponer por el discurso que escribió (Pro Milone) después del proceso. En 51 a.C. fue nombrado procónsul en Cilicia.
Se agudizó la rivalidad entre César y Pompeyo. Cicerón tomó el partido de Pompeyo, que era el del Senado y la aristocracia. Derrotado Pompeyo en Farsalia (48 a.C.), Cicerón se retiró de la vida política, después de haber sido perdonado por César. En su retiro de Túsculo se dedicó a las letras y a la filosofía. No obstante, tras el asesinato de César en 44 a.C., volvió a la acción.
Se enfrentó al poderoso triunviro Marco Antonio, contra el que pronunció catorce discursos de extrema violencia, a los que denominó Filípicas (en recuerdo de los discursos de Demóstenes contra Filipo). Cicerón pagó con su vida este error político y fue asesinado en Formio en octubre de 43 a.C.
Retórica y Oratoria
Cicerón es el principal representante de la oratoria en Roma, ya que llevó la prosa clásica latina a su máxima perfección. Por encima de su vocación política y profesional, y de su apasionamiento por la filosofía, hay en su extensa obra una total entrega a la literatura y, más concretamente, al arte del bien decir, de llevar la lengua a los más expresivos y bellos aciertos.
El entusiasmo que sentía por su arte y su profesión de orador le llevó a escribir obras preceptivas sobre retórica, como el De Inventione, compuesto en su juventud, y los tratados escritos en su época madura: el De Oratore, el Brutus y el Orator, obras basadas no solo en las enseñanzas de los rétores griegos y latinos, sino también en su propia experiencia.
De Oratore
En el De Oratore, escrito en el año 55 a.C. en forma de diálogo, Cicerón expone las cualidades que deben adornar al orador: unas, naturales (aptitudes, prudencia, sentido común, perspicacia, etc.), y otras, adquiridas (técnicas oratorias, práctica, formación filosófica y jurídica).
Brutus
El Brutus es un tratado escrito con motivo de la muerte de Hortensio (50 a.C.) en forma de diálogo entre M. Junio Bruto, Hortensio y Cicerón. En él traza la historia de la oratoria romana.