El Margen en Economía: Valor, Precio y Utilidad Marginal
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David Beckham fue noticia en el mundo entero al dejar el Real Madrid por la liga estadounidense, y firmar un contrato de cinco años con Los Angeles Galaxy. Lo que generó más interés fue el monto del acuerdo: doscientos cincuenta millones de dólares. Pese a lo antieconómico que pueda sonar, parece ser que el precio convenido era en realidad el apropiado. El club no habría aprobado un acuerdo semejante si no hubiera tenido expectativas de que este le permitiría generar unos buenos beneficios.
El Margen
¿Por qué atribuimos muchísimo más valor a un ser humano que a otro? Los grandes atletas pueden ser muy buenos en su especialidad deportiva, pero ¿por qué tienen que ganar tantísimo más que incluso profesionales que realizan trabajos esenciales para nuestro bienestar como, por ejemplo, los maestros y los médicos? La respuesta se halla en lo que los economistas denominan el margen.
Hace unos trescientos años, Adam Smith mencionó una paradoja no muy distinta de la de Beckham en La riqueza de las naciones. ¿Por qué, se preguntaba, había una diferencia tan grande entre el precio del agua y el de los diamantes? A diferencia del agua, los diamantes no son esenciales para la existencia humana; son solo fragmentos de carbono cristalizado, aunque se trata de unos fragmentos especialmente atractivos. Smith razonó que lo que justificaba la diferencia era el hecho de que se necesita más trabajo para producir un diamante (hay que extraerlo, cortarlo, pulirlo, etc.) que para obtener agua. Es con la mirada puesta en el margen, y no en la imagen completa, que tomamos decisiones económicas.
La Utilidad Marginal
Volvamos a nuestro vaso de agua. Para alguien que ha padecido sed durante días en un desierto, un vaso de agua tiene un valor incalculable; probablemente pagaría cualquier cantidad de dinero por él, e incluso un diamante, si lo tuviera. Pero cuantos más vasos de agua tenga esa persona a su disposición, menos será lo que esté dispuesta a pagar por uno. Lo que necesitamos determinar no es el valor de toda el agua del mundo, sino el valor de cada vaso de agua particular. La satisfacción que nos proporciona cada ración adicional de agua es lo que los economistas llaman su utilidad marginal.
Pensar en el Margen
Marshall hizo hincapié en lo marginal: las personas solo hacen algo, ya sea fabricar bombillas o preparar un examen, mientras ese trabajo o estudio extra valgan la pena.