Marx: Materialismo, Lucha de Clases y Sociedad
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El Materialismo Histórico de Karl Marx
Karl Marx fue heredero de la filosofía de Hegel y adoptó su método dialéctico para el análisis de la realidad, pero desde una perspectiva opuesta. Rechazando el punto de vista intelectualista y espiritualista de Hegel, Marx propuso el materialismo histórico. Según esta teoría, la realidad histórica no es producto de la tensión entre ideas, como pensaba Hegel, sino del conflicto entre las relaciones socioeconómicas de las personas.
La filosofía de Marx se enmarca en el contexto de la Revolución Industrial del siglo XIX. Durante este periodo, se produjo un éxodo rural masivo, llevando a los campesinos a las ciudades para trabajar como obreros. Estos obreros eran explotados por sus patronos, impulsados por la lógica del capitalismo, que busca el mayor beneficio posible. Esto se traducía en míseros jornales a cambio de largas horas de trabajo. Como consecuencia de esta explotación, los obreros, influidos por los movimientos socialistas y anarquistas, se rebelaron y lograron mejorar sus condiciones laborales.
Marx consideró su materialismo histórico no tanto un nuevo sistema filosófico, sino un método práctico de análisis social e histórico y una base para la estrategia política. Desde la perspectiva del materialismo histórico, se busca comprender las fuerzas que potencialmente llevarán al derrocamiento del capitalismo.
La Estructura Hegeliana y el Sujeto de la Historia
La estructura conceptual de la teoría de Marx es rigurosamente hegeliana en su forma. Reconoce que la historia de la humanidad es un proceso único, sin repeticiones exactas, que obedece a leyes susceptibles de ser descubiertas. Sin embargo, el sujeto de la historia, para Marx, no es el espíritu o la idea, sino las tensiones derivadas de las relaciones socioeconómicas entre los individuos. De este modo, el verdadero sujeto de la historia es la sociedad en su estructura económica, es decir, el hombre material.
La Lucha de Clases como Motor Histórico
Para Marx, el desarrollo histórico es fundamentalmente producto de la lucha de clases. Esta lucha tiene sus orígenes en el momento en que el ser humano deja de ser nómada y se asienta con el surgimiento de la agricultura, dando lugar al sedentarismo. Por primera vez en la historia, aparecen los excedentes de producción. Con ellos, surge la problemática de su control y reparto, convirtiéndose en un medio de dominación al privar a otros de sus beneficios. Así nació la explotación, manifestada en la división del trabajo y, crucialmente, en la división de la sociedad en clases: entre quienes controlan los medios de producción y los excedentes, y quienes solo poseen su fuerza de trabajo. Como consecuencia directa de esta división, surge la lucha de clases, impulsada por la desigualdad inherente donde un grupo se enriquece sin trabajar, a expensas de quienes sí lo hacen.
Alienación y Enajenación
Desde que se instaura la lucha de clases, el ser humano vive en un estado de alienación o enajenación. Esto implica una deshumanización y perversión en las relaciones humanas; el hombre no se reconoce plenamente en el otro como ser humano. La alienación económica, derivada de la explotación y la división del trabajo, es la base que da lugar a otras formas de enajenación: social, política, religiosa, filosófica. En este contexto, la clase dominante, poseedora de los medios de producción y los excedentes, falsificará las representaciones sobre la realidad con el objetivo de mantener el orden establecido y ocultar la auténtica realidad. Su fin es hacer creer a los dominados que la realidad es como ellos la presentan, entorpeciendo así cualquier proceso de cambio radical (el texto original menciona "la evolución del Absoluto", que se mantiene por la instrucción de no eliminar contenido, aunque su interpretación en este contexto marxista es debatible).
Sistemas de Producción Históricos
Según Marx, a lo largo del devenir histórico se han sucedido diferentes sistemas de producción, cada uno caracterizado por una forma específica de lucha de clases:
- En la Antigüedad: Lucha entre amo y esclavo.
- En el Feudalismo: Lucha entre siervo y señor feudal.
- En la época industrial (Capitalismo): Lucha entre obrero y patrono.
Infraestructura y Relaciones Dialécticas
La totalidad de los sistemas de producción constituye la infraestructura de una sociedad, es decir, el conjunto de sus relaciones socioeconómicas. La infraestructura está configurada por dos relaciones dialécticas fundamentales:
- Hombre-Naturaleza: Esta relación da lugar a las fuerzas de producción. Son las capacidades y medios que una sociedad utiliza para producir bienes y riqueza. Esta producción genera productos con un valor de uso (su utilidad) y un valor de cambio (su valor en el mercado).
- Hombre-Hombre: Esta relación constituye las relaciones de producción. Reflejan cómo se organizan socialmente los individuos para producir. En las sociedades de clases, esta relación está polarizada, generando un antagonismo entre los dueños de los medios de producción (la clase dominante) y quienes solo poseen su fuerza de trabajo (la clase dominada).