Marx y Nietzsche: Trabajo, Alienación, Voluntad de Poder y Crítica Cultural

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Karl Marx: Materialismo Histórico y Alienación

Según Karl Marx, el ser humano es fundamentalmente un ser material que desarrolla su esencia a través del trabajo. Esta capacidad productiva es lo que nos distingue de los animales.

Sin embargo, Marx argumenta que la sociedad capitalista impone un modelo de trabajo que impide este desarrollo pleno. En este sistema, los trabajadores (el proletariado) se ven obligados a vender su fuerza de trabajo como una mercancía a aquellos que poseen la propiedad privada de los medios de producción (la burguesía).

La Alienación en el Capitalismo

Este proceso genera alienación en múltiples niveles:

  • Alienación respecto al producto del trabajo: El trabajador no siente como propio lo que produce; le resulta ajeno.
  • Alienación respecto a la actividad productiva: El trabajo no es una expresión de su ser, sino una carga impuesta.
  • Alienación respecto a su propia esencia (ser genérico): Se le niega la posibilidad de desarrollarse creativamente a través del trabajo.
  • Alienación respecto a los otros seres humanos: Las relaciones sociales se mercantilizan.

Conciencia de Clase y Revolución

Marx postula que el proletariado debe adquirir conciencia de clase, comprender su situación de explotación y unirse para tomar el poder político.

La primera medida tras la toma del poder sería la abolición de la propiedad privada de los medios de producción. Esto sentaría las bases para la transición hacia una sociedad comunista, sin clases y sin alienación.


Friedrich Nietzsche: Vitalismo y Crítica a la Cultura Occidental

La filosofía vitalista de Friedrich Nietzsche representa una crítica radical a toda la tradición intelectual y moral de Occidente. Nietzsche aboga por valores que afirmen la vida, considerando "enfermo" todo aquello que se opone a ella.

La Vida como Voluntad de Poder

Para Nietzsche, la vida es el valor supremo y se define como voluntad de poder: un impulso constante por crecer, superarse y alcanzar formas de existencia superiores, evitando el estancamiento. Es un ansia inherente de superación.

Critica duramente la actitud socrática (y platónica) que subordina la vida a la búsqueda de una supuesta Verdad objetiva. Nietzsche insiste en que la vida debe primar sobre cualquier otra consideración, incluida la verdad.

Crítica a la Moral Tradicional: Apolíneo vs. Dionisíaco

Sostiene que la cultura occidental se fundamenta en lo que él considera dos "suicidios" simbólicos: el de Sócrates y el de Jesucristo, que instauraron una moral contraria a los instintos vitales.

Con Sócrates, argumenta Nietzsche, se olvidó el espíritu dionisíaco (representado por Dionisio, dios del caos, la embriaguez, la fiesta, lo instintivo) y comenzó a predominar el espíritu apolíneo (representado por Apolo, dios de la armonía, la belleza, la razón, el orden). Antes de Sócrates, los griegos aceptaban la vida en toda su complejidad, incluyendo su dimensión caótica.

Posteriormente, con el cristianismo, se impuso una "moral de esclavos" basada en el resentimiento, el dolor, la resignación y la obediencia, negadora de los impulsos vitales.

La Muerte de Dios y el Superhombre

Ante este panorama, Nietzsche proclama la "muerte de Dios", simbolizando el fin de los valores absolutos y trascendentes que han dominado Occidente. Esto abre el camino para la llegada del Superhombre (Übermensch): aquel individuo capaz de crear su propia tabla de valores, superar la moral tradicional, amar la vida en su totalidad (amor fati) y afirmar la voluntad de poder.

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