El mecanicismo en la arquitectura de la Ilustración: De la máquina al organismo

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Durante el periodo de la Ilustración, muchos creían que el modelo de La Fontaine, (en la máquina todo se hacía a pasos siempre iguales, ciegos y sin propósito), podía aplicarse también al hombre. Pero si no había diferencia entre el hombre y la máquina, ¿cómo sostener la existencia del espíritu y del libre albedrío? El resultado fue el descubrimiento de lo orgánico como tema filosófico y estético. Diderot desenmascaró los abusos del mecanicismo para dar prioridad al organismo por su capacidad para explicar la relación de las partes con el todo. Las máquinas acabaron bajo el modelo del organismo siguiendo el supuesto ideológico expresado por Georg-Erns Stahl: la máquina cumple una función y actúa como un instrumento humano; cuando no lo hace así, es simplemente una máquina idiota.

La Encyclopédie y la dignificación de la tecnología

En el trasvase ideológico de los principios mecanicistas a la arquitectura, la Encyclopédie de Diderot y D’Alembert tenía el objetivo de dignificar la tecnología artesanal. Las máquinas que en sus láminas se mostraban como un objeto compuesto expresaban, a través de su forma, su función y los materiales con los que estaban hechas.

La composición mecanicista en la arquitectura

Estos ideales influyeron en la teoría de la arquitectura. La composición mecanicista pretendía explicar el edificio desde dentro. Así pues, los edificios resultan legibles y hallan su razón en la manera en que sus partes se relacionan entre sí para cumplir un propósito.

El Neoclasicismo y la geometría elemental

La composición neoclásica, y por ende el mecanicismo, exigía vocablos nítidos, aristas afiladas, una geometría elemental en consonancia con las propuestas utópicas de Boullé y Ledoux. Una vez desmontados en sus formas básicas, las máquinas y los edificios podían reconstruirse.

Deconstrucción y reconstrucción: la importancia del sistema

La reconstrucción exigía la deconstrucción previa del objeto, por lo que necesitaba de un sistema, una estructura, la cual debía ser sencilla y económica. Para Lodoli, la existencia de tales principios exigía de las ciencias exactas. Desde finales de la Ilustración, estos principios dieron lugar a dos tendencias en paralelo:

  • La tradición academicista, sostenida sobre la noción de composición o la estructura, y cuyos principios eran formales y tipológicos.
  • La tradición funcionalista, cuyos axiomas tenían que ver con la descripción, el cálculo, la construcción o la utilidad.
El cálculo mecanicista en Ledoux y Durand

En base a la arquitectura, Ledoux, ayudado del cálculo cartesiano, descompone el proceso en sus partes inteligibles, asociando a cada una las operaciones que el proceso requiere, para volverlas a combinar logrando una síntesis cuyo fin es mejorar el rendimiento.

Durand aplica el cálculo mecanicista en base a un sentido teórico y práctico:

  • Conectar los elementos en base a una lógica funcional (aprender a componer).
  • Concebir un todo para deducir de él los diferentes detalles del edificio (componer).

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