Mecanismo de coagulación sanguínea y sus principales anticoagulantes

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Entre los anticoagulantes más importantes en la sangre tenemos: antitrombina III, la heparina y la proteína C.

El mecanismo general de coagulación tiene lugar en 3 etapas:

  1. En respuesta a la ruptura de un vaso sanguíneo u otra lesión, ocurre una cascada compleja de reacciones químicas en la sangre que estimulan a los factores de coagulación sanguínea. El resultado es la formación de un complejo de sustancias activadas llamadas grupo activador de la protrombina.
  2. El activador de la protrombina cataliza la conversión de protrombina en trombina.
  3. La trombina actúa como una enzima para convertir fibrinógeno en fibrina, que finalmente forma una red de plaquetas, células sanguíneas y plasma para formar el coágulo definitivo.

De esta forma, las reacciones químicas que permiten la formación del activador de protrombina ocurren de 2 maneras que interactúan entre sí:

  1. Mediante la vía extrínseca que empieza con el traumatismo de la pared vascular y de los tejidos circulantes.
  2. Mediante la vía intrínseca que empieza en la sangre. En ambas vías, una serie de proteínas plasmáticas llamadas factores de la coagulación sanguínea, que son proteínas en forma inactivas, funcionan para convertirse en formas activas, cuyas acciones enzimáticas causan las sucesivas reacciones en cascada del proceso de la coagulación.

Estas vías interactúan entre sí, activando una vía final común que da origen al coágulo definitivo. Se requieren iones calcio para la aceleración de todas las reacciones de la coagulación sanguínea. Si no hay iones calcio, no se produce la coagulación sanguínea por ninguna vía.

Retracción del coágulo: Unos minutos después de haberse formado el coágulo, empieza a contraerse y por lo general suprime el líquido del coágulo (entre 20 – 60 minutos). A este líquido se le llama suero, porque se han eliminado todo el fibrinógeno y la mayoría de los demás factores de coagulación. De esta manera, se diferencia el suero del plasma. Este suero no se puede coagular porque le faltan estos factores. A medida que se retrae el coágulo, los bordes de los vasos sanguíneos rotos se juntan, lo que contribuye aún más al mecanismo hemostático.


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