Mecanismos de Defensa del Organismo: Respuestas Inmunitarias Fundamentales y Clasificación de la Inmunidad

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Respuestas Inmunitarias: Primaria y Secundaria

Respuesta Primaria

Cuándo: Primera toma de contacto del organismo con un antígeno específico.

Se caracteriza por ser:

  • Lenta en su desarrollo.
  • No genera células de memoria de forma inmediata y eficiente en esta primera exposición.

Duración: El proceso completo puede durar entre días y semanas.

Etapas:

  • Fase de latencia: Período inicial tras la entrada del antígeno, durante el cual este es reconocido, procesado y se activan y proliferan los linfocitos específicos (linfocitos B y T).
  • Fase logarítmica: Se produce un aumento exponencial en la producción de anticuerpos (principalmente IgM al inicio) por parte de los linfocitos B activados (células plasmáticas).
  • Fase de declinación: Los niveles de anticuerpos disminuyen gradualmente a medida que el antígeno es eliminado de la infección. Los anticuerpos pueden llegar a niveles no detectables, aunque algunos linfocitos de memoria pueden haberse formado.

Respuesta Secundaria

Cuándo: Segundo o subsiguientes contactos del organismo con el mismo antígeno (puede ocurrir incluso años después de la primera exposición).

Se caracteriza por ser:

  • Mucho más rápida en su inicio.
  • Más intensa y eficaz en la producción de anticuerpos y en la respuesta celular.
  • Estas características se deben a la existencia de células de memoria (linfocitos B y T de memoria) generadas durante la respuesta primaria.

Duración: La fase de control de la infección es generalmente más corta, aunque la producción de anticuerpos puede ser más sostenida y alcanzar niveles más altos.

Etapas:

  • Fase de latencia: Significativamente más corta que en la respuesta primaria, o incluso inexistente, debido a la rápida activación de las células de memoria.
  • Fase logarítmica: Producción de anticuerpos (principalmente IgG, aunque también otras isotipos) mucho más abundante, rápida y con mayor afinidad por el antígeno.
  • Los anticuerpos persisten durante más tiempo en la sangre y en títulos más elevados, confiriendo una protección más duradera gracias a la memoria inmunológica.

Tipos de Inmunidad

Inmunidad: Es el estado de resistencia que poseen los organismos frente a las acciones patógenas de microorganismos (como bacterias, virus, hongos, parásitos) o sustancias extrañas (como toxinas o células alteradas), genéricamente denominados antígenos.

Inmunidad Innata (o congénita, natural, inespecífica)

Es la inmunidad con la que nacemos y constituye la primera línea de defensa del organismo. Actúa de forma inespecífica, es decir, responde de manera general contra una amplia variedad de patógenos sin necesidad de un contacto previo o reconocimiento específico. Es propia de la especie, se hereda genéticamente y no genera memoria inmunológica.

Inmunidad Adquirida (o adaptativa, específica)

Se desarrolla a lo largo de la vida del individuo como resultado de la exposición a un antígeno específico. Es altamente específica para el antígeno que la indujo y se caracteriza fundamentalmente por generar memoria inmunológica. Esta memoria permite una respuesta más rápida, potente y eficaz en exposiciones subsecuentes al mismo antígeno. Se divide en dos grandes tipos: activa y pasiva.

Inmunidad Activa

En este tipo de inmunidad, el propio organismo del individuo es el que produce los anticuerpos y desarrolla una respuesta celular específica (linfocitos T citotóxicos) en respuesta a la presencia de un antígeno. Es una respuesta duradera porque genera memoria inmunológica.

Inmunidad Activa Natural

Se adquiere como consecuencia de superar una infección o enfermedad de forma natural. El contacto con el patógeno vivo desencadena la respuesta inmunitaria completa del organismo. Por ejemplo, la inmunidad que se obtiene tras padecer enfermedades como la varicela o el sarampión.

Inmunidad Activa Artificial

Se induce mediante una intervención deliberada, principalmente a través de la administración de vacunas. Las vacunas contienen antígenos (que pueden ser microorganismos atenuados, inactivados, fragmentos de estos o toxoides) que estimulan el sistema inmunitario para que produzca su propia respuesta defensiva y genere memoria inmunológica, pero sin causar la enfermedad (o causándola de forma muy leve).

Inmunidad Pasiva

En este caso, el individuo recibe anticuerpos que han sido preformados, es decir, producidos por otro organismo (humano o animal) o mediante técnicas de ingeniería genética. Esta inmunidad proporciona protección inmediata pero es temporal, ya que el sistema inmunitario del receptor no participa activamente en la producción de estos anticuerpos y, por lo tanto, no genera memoria inmunológica propia. Los anticuerpos transferidos son degradados y eliminados por el organismo con el tiempo.

Inmunidad Pasiva Natural

Se adquiere a través de mecanismos biológicos naturales, sin intervención externa. Los ejemplos más claros son:

  • La transferencia de anticuerpos maternos (principalmente IgG) al feto a través de la placenta durante el embarazo, proporcionando protección al bebé en sus primeros meses de vida.
  • La transferencia de anticuerpos maternos (principalmente IgA secretora) al recién nacido mediante la lactancia materna, especialmente a través del calostro (la primera leche), que protege las mucosas del bebé.
Inmunidad Pasiva Artificial

Se induce mediante una intervención médica, que consiste en la administración de preparaciones que contienen anticuerpos específicos, conocidas como sueros (proceso de sueroterapia) o inmunoglobulinas. Estos sueros pueden ser antitoxinas (contra toxinas bacterianas como la del tétanos o la difteria) o gammaglobulinas (que contienen anticuerpos contra virus o bacterias). Se utiliza para proporcionar protección inmediata en situaciones de riesgo elevado de infección o como tratamiento de ciertas enfermedades.

Comparación Detallada: Vacunación vs. Sueroterapia

Vacuna (Inmunización Activa Artificial)
  • Administración: Generalmente se administra a un organismo sano, antes de la exposición al agente infeccioso.
  • Tipo de inmunidad inducida: Inmunidad activa artificial.
  • Inicio del efecto protector: Tarda algunos días o semanas en desarrollarse completamente, ya que el organismo necesita tiempo para montar la respuesta inmunitaria primaria y generar células de memoria.
  • Duración de la protección: Generalmente duradera, a menudo de por vida o por muchos años, gracias a la generación de memoria inmunológica.
  • Mecanismo de acción: Estimula el sistema inmunitario del individuo para que produzca sus propios anticuerpos y células efectoras, simulando el proceso natural de una infección de forma controlada y segura.
  • Finalidad principal: Preventiva (profilaxis), para evitar futuras enfermedades.
Suero (Inmunización Pasiva Artificial / Sueroterapia)
  • Administración: Generalmente se administra a un organismo enfermo, que ya ha sido expuesto a un patógeno o toxina, o a individuos con un sistema inmunitario deficiente que necesitan protección inmediata.
  • Tipo de inmunidad conferida: Proporciona inmunidad pasiva artificial.
  • Inicio del efecto protector: Inmediato, ya que se administran anticuerpos ya formados que pueden actuar directamente.
  • Duración de la protección: Temporal, generalmente unas pocas semanas o meses, hasta que los anticuerpos administrados son metabolizados y eliminados por el organismo del receptor. No genera memoria inmunológica.
  • Mecanismo de acción: Proporciona anticuerpos exógenos que neutralizan el patógeno o toxina. Es un proceso similar a la transferencia natural de anticuerpos (por ejemplo, de la madre al hijo a través de la placenta).
  • Finalidad principal: Curativa (terapéutica) para tratar una enfermedad en curso, o profilaxis post-exposición para prevenir la enfermedad después de un contacto conocido con el agente infeccioso.

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