Mensaje de Amor Divino: Una Carta Íntima de Jesucristo
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Un Mundo Creado por Amor
Me senté en la mejor de mis estrellas y pensé en ti. ¿Sabes por qué? Porque te amo, y por eso hice un mundo donde pudieras estar hasta que llegue el momento en que puedas vivir junto a mí. Puse el cielo y te di el día y la noche. En el día puse un Sol para que sintieras el amor, y en la noche puse la frescura, para que sintieras sin ver.
Puse la oscuridad; en ella, la Luna y las estrellas, para que supieras que en la penumbra hay belleza y que la belleza no solo se ve, sino que también se siente… Y en las estrellas puse mensajes. En este mundo puse animales, todos en diferentes formas y colores, para que los pudieras distinguir. También pensé en ellos, les di un lugar para vivir, y en su mundo puse selvas.
Imagínate que te aburrirías si todos fueran del mismo color, por lo que a las plantas les di el color verde; al día, el azul; a la noche, el negro; a las estrellas, brillo; y hasta a tus ojos les di color.
El Regalo del Bien y la Libertad
Puse el mal para que pudieras conocer el bien; puse en tu corazón la bondad, la compasión, el amor y también puse el perdón. Imagínate que no pudieras estar solo: hice al hombre y a la mujer para que hubiera un cuerpo que diera vida. Mandé muchos como tú. También creí que no me entenderías, por lo que te di sensibilidad e inteligencia.
Estaba feliz… Pero luego me percaté de que confiaste mucho más, mucho más, en tus fuerzas y… ¡sabes!: me sentí muy mal cuando pensaste que yo no existía, que todo tenía su explicación científica. Y la tenía, porque la puse para que pudieras entender con facilidad, pero no es a lo único a lo que debes aferrarte. Y como te amo, de vez en cuando, o a veces muy seguido, te mando un problema, que es un regalo que te doy para que aprendas a creer.
Un Llamado a Regresar
Aun así, dudas de mí. Todo el tiempo pienso en ti y todos los días mando una señal específicamente para ti. Pero te veo ciego, porque en el mundo que te regalé sembraste semilla, pero no para comer: sembraste el odio, el egoísmo, la frialdad… y dejaste de creer.
Por eso, en tu mundo material, como estás sordo a mi voz e insensible a mi presencia, decidí escribirte esta carta para recordarte que: Te amo.
Esperanza y Perdón
Si piensas que has hecho daño, te perdono. Yo te siento, eres mi hija, y no deseo que vivas perdida... Mi querida pequeña, tendré paciencia contigo. No lo olvides: te espero con los brazos abiertos, con la alegría que brinda la esperanza del Creador, que tiene fe en su creación.
Cercano estoy de los que me buscan con todo el corazón. Tú sabes quién soy: tu amigo que te ama…
Jesucristo
Acéptame y cree en mí
Reflexiones Finales
«En esto consiste el amor, porque Dios es amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados».
— 1 Juan 4:10
«Sea bueno o sea malo, obedeceremos la voz de Jehová nuestro Dios, al cual te enviamos, para que nos vaya bien obedeciendo la voz de Jehová nuestro Dios».
Dios te bendiga