La Metafísica de Santo Tomás de Aquino: Conceptos Fundamentales y las Cinco Vías de la Existencia Divina

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La Metafísica de Santo Tomás de Aquino: Fundamentos y Conceptos Clave

La mayor parte de la metafísica de Tomás de Aquino procede de Aristóteles. Sin embargo, para conciliarla con el catolicismo, necesita introducir teorías de pensadores como Averroes y Avicena, quienes también habían modificado la Teoría de Aristóteles para adaptarla a su religión musulmana. Avicena, por ejemplo, diferencia entre existencia y esencia al hablar de hilemorfismo en vez de materia y forma. Tomás de Aquino también adoptará esta distinción, equiparando la existencia con la materia y la esencia con la forma. Además, recurre a la Teoría neoplatónica de los grados del ser para explicar la naturaleza de los ángeles.

Pilares de la Metafísica Tomista

En la metafísica de Santo Tomás, encontramos las siguientes teorías fundamentales:

La Teoría de las Cuatro Causas

Todo ente contiene:

  • Causa Material: De lo que está hecho (ej., el bronce de una estatua).
  • Causa Eficiente: De lo que procede (ej., el escultor de la estatua).
  • Causa Formal: Lo que es, su esencia (ej., la forma de la estatua).
  • Causa Final: Su finalidad o propósito (ej., el propósito de la estatua).

La Teoría del Acto y la Potencia

En esta teoría, el acto es la sustancia tal y como se nos presenta en un momento dado, su realidad actual. La potencia, por su parte, se entiende como el conjunto de capacidades o posibilidades inherentes a una sustancia, aquello en lo que puede llegar a convertirse.

La Teoría de la Sustancia

Al igual que Aristóteles, Tomás de Aquino identifica la sustancia con el ser concreto y particular, con su identidad intrínseca. Acepta, además, las categorías accidentales de Aristóteles: la Sustancia primera y los Accidentes (cantidad, lugar, pasión, posesión, relación, acción, tiempo, calidad y posición). Las sustancias están compuestas de materia y forma, lo que constituye el hilemorfismo.

Sin embargo, el hilemorfismo presenta un problema: si bien sirve para explicar el mundo físico, no es suficiente para comprender a Dios, a los ángeles o la inmortalidad del alma. Por ello, Tomás de Aquino recurre a Avicena y su distinción entre existencia y esencia para resolver esta cuestión.

Distinción entre Existencia y Esencia

Según Avicena, la esencia está respecto a la existencia como la potencia al acto. Lo que una cosa es, su esencia, se puede entender independientemente de que esa cosa exista o no, ya que la esencia se mantiene inalterable siendo lo que es. Por ejemplo, sabemos lo que es un hombre independientemente de que existan individuos concretos.

La esencia sería, pues, una cierta forma de ser en potencia. Para existir, tendría que ser actualizada por otra entidad que le diese existencia, ya que nada puede ser causa de su propia existencia. Por lo tanto, todas las cosas son contingentes (no tienen necesidad de existir). Entonces, ¿de dónde viene la existencia? De un ser necesario: Dios.

La Jerarquía del Ser en Santo Tomás

Santo Tomás establece una jerarquía del ser, en la que hay una sustancia prominente en la que coinciden esencia y existencia: Dios. Después, existen seres espirituales que se identifican solo con la forma, ya que carecen de materia: los ángeles, que son formas puras.

Santo Tomás establece una separación radical entre Dios y el mundo, haciendo de este una variedad contingente; no es necesario, ya que debe su existencia a Dios, el único ser necesario. Los ángeles serán intermedios, cerca de Dios y creados por Él; para explicarlos, Santo Tomás recurre al neoplatonismo. Después, encontramos los seres sensitivos (seres humanos) y, finalmente, los inanimados.

Las Cinco Vías para Demostrar la Existencia de Dios

Dado que la existencia de Dios no es evidente para todos, Santo Tomás elabora las Cinco Vías para demostrarla:

Vía del Movimiento

En el mundo empírico existe el movimiento. Todo lo movido es movido por otro, por un motor. Es imposible que haya una sucesión infinita de motores, pues nos llevaría al absurdo. En conclusión, el primer motor es Dios.

Vía de la Causa Primera

Todos los seres son creados o causados por algo. Nada es su propia causa. No nos podemos retrotraer al infinito, así que la causa primera es Dios.

Vía de la Contingencia

En el mundo sensible, todo es contingente. En la naturaleza, las cosas pueden existir o no. Es imposible que este tipo de seres hayan existido siempre; todo depende de algo externo, algo que haya originado todo. Si todos los seres fueran contingentes, nada existiría; por eso, es necesario un ser que exista por sí mismo: Dios.

Vía de la Perfección

Considerando que existen grados de perfección entre los seres, unos son más perfectos que otros. Vemos esto porque los comparamos con una máxima identidad, con la suma perfección: Dios.

Vía de la Inteligencia

Cuando vemos que cosas de la naturaleza que carecen de conocimiento obran con un fin que es el más conveniente, es porque algo las dirige, algo que sí tiene inteligencia: Dios.

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