El Método Cartesiano: Duda y Certeza en la Filosofía de Descartes
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La Duda y el Criterio de Verdad en la Filosofía Cartesiana
En la filosofía cartesiana, la duda adquiere un papel fundamental como método. A través de ella, René Descartes logra establecer su célebre proposición: "Pienso, luego existo" (Cogito, ergo sum). A partir de este punto, se derivan los criterios generales de certeza, definidos por la claridad y la distinción.
Crítica a Corrientes Filosóficas Anteriores
Descartes, como máximo exponente del racionalismo de su época, critica con vehemencia la filosofía de los estoicos medievales y a los escépticos:
- Estoicos Medievales: Los rechaza por su concepción de las ciencias y por defender posturas fuertemente arraigadas en el catolicismo, priorizando la autoridad de la Iglesia sobre la razón.
- Escépticos: Su crítica se dirige a la duda universal que profesan, la cual les impide avanzar filosóficamente. Al no aceptar nada como verdadero y negar la posibilidad de alcanzar una verdad cierta, caen en un estado de bloqueo mental y se mantienen en la epojé, una suspensión del juicio que, si bien garantizaba tranquilidad interior, impedía el progreso del conocimiento.
La Duda Metódica de Descartes
A diferencia de estas corrientes, Descartes deposita su confianza en la razón y en la posibilidad de alcanzar una certeza absoluta. Para lograrlo, emplea la duda como un método, conocido como duda metódica. Bajo esta especulación, somete a escrutinio principalmente tres elementos:
1. Los Sentidos
Descartes cuestiona la fiabilidad de los sentidos, ya que a menudo nos engañan y proporcionan un conocimiento meramente probable, no seguro.
2. La Confusión entre Sueño y Realidad
Analiza la dificultad para distinguir entre la vigilia y el sueño, ya que a veces se presentan de forma confusa, como una unidad. Esto le lleva a dudar incluso de la existencia del mundo material, cuya percepción podría ser producto de la imaginación. Al plantear que todo podría ser un sueño, pone en duda la existencia del mundo material, una cuestión que posteriormente intentará recuperar mediante la demostración de la existencia de Dios.
3. El Genio Maligno
Como caso extremo, Descartes introduce la hipótesis del genio maligno (duda hiperbólica). Este ser hipotético tendría la misión de inducirnos constantemente al error, incluso cuando creemos haber alcanzado la certeza.
Propósito de la Duda Cartesiana
Es crucial destacar que el uso de la duda en Descartes no representa una inclinación extrema hacia el escepticismo. Por el contrario, es una duda de carácter metódico cuyo objetivo es precisamente derrotar al escepticismo y encontrar una verdad absolutamente cierta. Esta certeza servirá como fundamento para el desarrollo del resto de su filosofía.