El Método Cartesiano: Fundamentos del Conocimiento y la Razón en la Filosofía de Descartes
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Objetivo del Método Cartesiano
El propósito central de René Descartes fue establecer un saber unificado, basado en verdades absolutamente ciertas e indubitables. Buscó unificar todas las ciencias, a pesar de su diversidad, utilizando la razón como instrumento principal. La unidad de la razón, según Descartes, confiere una cohesión orgánica a las distintas ramas del saber. Para lograrlo, se requería un método universal, aplicable a todos los campos del conocimiento. Este sería el método matemático-deductivo, que se establece a priori, siendo universal y necesario. Descartes desvaloriza el conocimiento sensible, priorizando la deducción a partir de principios evidentes.
La Duda Metódica de Descartes
El método cartesiano se define como un conjunto de reglas sencillas que permiten evitar la aceptación de lo falso como verdadero y alcanzar el conocimiento auténtico sin esfuerzo. De este modo, se busca erradicar el error y expandir el saber. Descartes persigue el conocimiento por sí mismo, iniciando su proceso con la duda universal como procedimiento instrumental para eludir el error. La duda, por tanto, es el fundamento de su método. Todo es sometido a la prueba de la duda para alcanzar la certeza. Las verdades que resisten la duda son consideradas verdades intuidas o innatas, descubiertas directamente por la razón.
Motivos para la Duda:
- Engaño de los Sentidos: Los sentidos a menudo nos engañan, por lo que no se puede confiar plenamente en ellos.
- Distinción entre Vigilia y Sueño: Es difícil distinguir con certeza entre el estado de vigilia y el sueño, lo que pone en cuestión la realidad de nuestras percepciones.
- Hipótesis del Dios Engañador: La posibilidad de que un ser supremo, aunque sea Dios, nos engañe sistemáticamente en nuestras creencias.
- Hipótesis del Genio Maligno: La idea de un genio maligno, extremadamente poderoso y astuto, que se dedica a engañarnos en todo lo que pensamos y percibimos, llevando la duda a su extremo.
Tras este riguroso proceso de duda metódica, Descartes encuentra la primera verdad indudable: cogito, ergo sum (pienso, luego existo).
Las Reglas Fundamentales del Método Cartesiano
El método de Descartes se inspira en el enfoque de resolución-composición de la escuela de Padua. Implica dos operaciones cognitivas esenciales: la intuición (la captación inmediata de objetos simples y claros) y la deducción (la derivación lógica de objetos complejos a partir de los simples). Descartes establece cuatro reglas fundamentales para su método:
- Evidencia: No admitir como verdadero nada que no se presente con absoluta claridad y distinción ante el espíritu. La verdad debe ser evidente por sí misma, confiando plenamente en la razón. Esta evidencia se alcanza mediante la intuición, donde el alma percibe una idea inmediata y clara (ideas innatas).
- Análisis: Dividir cada una de las dificultades o problemas en tantas partes como sea posible y necesario para su mejor resolución. Esto implica descomponer lo complejo en elementos simples para aplicar la primera regla.
- Síntesis: Conducir ordenadamente los pensamientos, comenzando por los objetos más simples y fáciles de conocer, para ascender gradualmente al conocimiento de los más complejos. Se trata de recomponer los problemas complejos mediante un proceso deductivo.
- Enumeración y Comprobación: Realizar revisiones tan completas y enumeraciones tan generales que se tenga la seguridad de no haber omitido nada. Esta etapa asegura la ausencia de fallos en el proceso.