El Método Cartesiano: Razón y Subjetividad en la Ética Moderna
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Ética Cartesiana: La Búsqueda de la Certeza Moral
Con el fin de salir de la profunda inseguridad, suya y de la cultura de su tiempo, Descartes aplica su experiencia matemática a la filosofía. Su intención es fundamentar un saber que se encuentra en crisis y que, a diferencia de las ciencias experimentales, no parece avanzar. Así como el método matemático ha permitido unir conocimientos que parecían tan dispares como la geometría y la aritmética (siendo este su gran descubrimiento matemático, la creación de la geometría analítica), tal vez un método similar permitiría llegar a un sistema de conocimiento en el que se logre evidencia y progreso.
Moral Provisional Cartesiana
En el Discurso del Método, Descartes propuso una serie de reglas como moral provisional, mientras fundamentaba teóricamente su saber:
- Obedecer las leyes y costumbres de mi país, rigiéndome en todo lo demás según las opiniones más moderadas y alejadas del exceso.
- Preservar en mis acciones con la mayor firmeza.
- Tratar de vencerme a mí mismo más bien que a la fortuna.
- Dedicar toda mi vida al cultivo de mi razón y progresar todo cuanto pudiera en el conocimiento de la verdad.
Estas reglas de conducta parecen cumplir su función de guiar provisionalmente y reflejan bien la mentalidad de la emergente burguesía del momento.
El Problema de la Fundamentación Moral
Pero existe un problema en este planteamiento: ¿dónde podría fundamentarse una moral definitiva? Se ha abandonado la visión clásica y medieval de la realidad que fundamentaba la ética en un concepto como "naturaleza" (como hacían Aristóteles y Tomás de Aquino). Ahora, el problema procede de la nueva visión de la realidad. Como la naturaleza ha cambiado su significado y se ha convertido en algo meramente cuantitativo, matemático, no puede ser fundamento de ninguna norma moral.
Si del mundo material no se pueden conocer las formas (las esencias) en sentido aristotélico, tampoco podemos saber nada de los fines, que es, al fin y al cabo, aquello con lo que se construían las éticas clásicas. En consecuencia, si la ética no puede apoyarse en la naturaleza y tampoco hay naturaleza humana, la única vía abierta para decidir el bien es la subjetividad (este es el camino que seguirán autores como Hume, Kant y Nietzsche).
La Subjetividad como Fundamento de la Ética Moderna
De este modo, la realidad ha dejado de ser sede de valores, porque, a fin de cuentas, "los objetos matemáticos no pueden ser amados", como afirmaba Santo Tomás. El mundo es una máquina de la que debemos conocer su funcionamiento para poder dominarla; este será el proyecto de la modernidad.