Metodología Montessori: Rol del Educador y Desarrollo Infantil
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El Rol del Educador en la Metodología Montessori
En la metodología Montessori, el papel del educador, tradicionalmente conocido como "maestro", se transforma en el de un guía y facilitador del aprendizaje individualizado. Más que impartir lecciones de manera impositiva, su labor principal consiste en observar y asistir a cada niño de acuerdo con sus necesidades específicas. La intervención directa solo se produce cuando el niño lo solicita. Este enfoque se basa en la premisa de que el educador debe observar mucho, enseñar poco y, sobre todo, dirigir la actividad psíquica y el desarrollo fisiológico de los niños.
Por esta razón, Maria Montessori prefería el término "director/a" en lugar de "maestro/a". El director/a debe estar preparado tanto interna (espiritualmente) como externamente (metodológicamente). Su función es organizar el ambiente de manera indirecta para fomentar el desarrollo de una "mente estructurada" en el niño.
El Niño como Protagonista
Aunque el director/a juega un papel crucial en potenciar el crecimiento, la autodisciplina y las relaciones sociales, el verdadero protagonista en el método Montessori es el niño. Se crea un clima de libertad y respeto hacia la naturaleza individual de cada niño, su forma de ser, sentir y pensar. Se reconoce que el niño está lleno de potencialidades, y el director/a se encarga de mostrar el camino que permita su desarrollo, respetando los distintos ritmos de aprendizaje.
Esta filosofía permite la integración de niños con diferentes capacidades en un mismo grupo, promoviendo el sentimiento de autosuficiencia y reduciendo la dependencia del adulto. Se trata de enseñar a los niños a ser autónomos, evitando la ayuda innecesaria que puede generar dependencia, inhibir la creatividad y limitar la capacidad de elección y pensamiento independiente.
La Lección de los Tres Tiempos
La metodología de enseñanza del director/a se basa en lo que Montessori denominó "la lección de los tres tiempos", una técnica que se desarrolla en tres fases:
- Primer Tiempo (Asociación): El educador/a presenta al niño el material y asocia la impresión sensorial con el nombre de la cualidad que se está trabajando. Por ejemplo, se le muestran al niño los cilindros más delgado y más grueso de una serie, y se le hace repetir "es el más grueso" o "es el más delgado".
- Segundo Tiempo (Reconocimiento): El objetivo es que el niño reconozca el objeto que corresponde al nombre. Después de un tiempo, el educador/a pregunta: "¿Cuál es el más grueso?", "¿Cuál es el más delgado?". El niño debe señalar el objeto correcto, lo que indica si la asociación se ha realizado correctamente.
- Tercer Tiempo (Recuerdo): El niño debe recordar el nombre o cualidad que corresponde al objeto. Se le vuelve a mostrar el objeto y se le pregunta: "¿Cómo es este?".
Este procedimiento se aplica a todo el material Montessori, buscando la asociación entre los objetos y sus cualidades. Se enfatiza la importancia de que el niño se perfeccione a sí mismo a través de la repetición de los ejercicios, mostrando interés y satisfacción por sus logros.
Principios Clave del Rol del Director/a Montessori
- Observación: El director/a debe observar constantemente a cada alumno de forma individual, sin interferir en su actividad a menos que sea requerido.
- Respeto: Debe respetar la actividad del niño en todo momento y no interrumpirla. Solo debe intervenir para impedir acciones que puedan perjudicar a otros.
- Disponibilidad: Debe estar disponible para atender la llamada del niño cuando este necesite ayuda.
- Flexibilidad: Debe permitir que el niño deje una actividad si no la puede superar, dándole la libertad de regresar a ella cuando se sienta preparado.
- Conocimiento Profundo del Método: Debe conocer a fondo el método Montessori para poder guiar al niño en su desarrollo psíquico y fisiológico, y fomentar la construcción de su propio conocimiento.
En resumen, el director/a en un aula Montessori es un facilitador del aprendizaje autónomo, un observador atento y un guía respetuoso del ritmo y las necesidades individuales de cada niño. Su función es esencial para crear un ambiente que promueva el desarrollo integral del niño.