La Mezquita Aljama de Medina Azahara: Arquitectura y Esplendor

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La Mezquita Aljama de Medina Azahara

La mezquita, cuyo primer sermón data del año 941, era una mezquita aljama. A pesar de las múltiples excavaciones realizadas, conocemos muy poco de ella. A nivel de yacimiento, solo se conserva el perímetro de la mezquita, el patio y los muros de cimentación de las arquerías. Se desconoce cómo eran el mihrab o el alminar, de los que solo se conservan restos. La decoración no tenía mosaicos y, según los textos, el suelo de la maqsura no era diferente al del resto de la mezquita, aunque se describe como maravilloso.

Contaba con cinco naves de planta centralizada. El alminar, de planta cuadrada, estaba situado a los pies de la mezquita. Del mihrab, aunque se sabe que era de gran tamaño, se desconoce su forma. La mezquita tenía un primer muro de qibla, y se cree que Al Hakam II construyó un segundo muro paralelo al primero. También se piensa que había un sabat que comunicaba la mezquita con el alcázar, de largo recorrido. Aunque los textos no mencionan ningún sabat, los restos arqueológicos parecen indicar lo contrario.

En una reconstrucción de la mezquita realizada por Antonio Almagro, se observa que se basó en la mezquita de Córdoba. En la zona de la maqsura se han encontrado baldosas, lo que sugiere que esta área habría tenido un suelo de baldosas, mientras que el resto de la mezquita habría tenido el suelo de tierra.

Algunos textos de la época mencionan las medidas o los materiales utilizados en la construcción de la mezquita aljama de Medina Azahara.

La Dar al-Mulk: Residencia del Príncipe

La Dar al-Mulk, la casa del príncipe, sigue siendo objeto de estudio en la actualidad, por lo que no disponemos de mucha información al respecto. Antonio Vallejo, quien más la ha estudiado, ha llegado a la conclusión de que se trataba de una vivienda muy decorada de dos alturas (debido a la existencia de dos escaleras). La vivienda contaba con una doble sala que discurría de forma paralela, de la que solo se conserva el extremo. Se cree que delante habría un patio.

Antonio Almagro realizó una reconstrucción de la doble sala, en la que se observa un suelo realizado con guijarros y una gran decoración. Esta reconstrucción se basa en el descubrimiento de una puerta interior con capiteles muy elaborados de estilo corintio, jambas con decoración geométrica y basas detalladas con motivos vegetales. Todos estos elementos han llevado a Antonio Almagro a pensar que esta vivienda era muy importante. Se desconoce para qué príncipe estaría destinada, pero se cree que podría haber sido para Al-Hakam II.

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